Por Alberto Castro
Durante la primera vuelta electoral, el FMLN logró sacar una ventaja de 300,000 votos sobre ARENA, un 10% más de votos pero no lo suficiente para conquistar más del 50% necesario. Durante la larga jornada de la segunda vuelta, realizada el pasado 9 de Marzo, se vivió cierta calma social, salvo casos aislados de agresión u otro incidente entre los partidos en contienda, pero que no fue trascendental.
El evento electoral tuvo la participación del 44.8% del electorado. Después de haberse escrutado el 100% de las actas, el resultado preliminar arroja que FMLN aventaja a ARENA por 6,000 votos aproximadamente. Estos resultados podrían varíar cuando se terminen de revisar las 14 actas no procesables que estaría revisando en las próximas horas el Tribunal Supremo Electoral (TSE)
De acuerdo a los resultados preliminares, el FMLN obtiene el 50.11% mientras que ARENA 49.89%. Todo parece indicar que hay una todavía no confirmada pero apretada victoria electoral de los “rosados”: el FMLN estaría a las puertas de lograr su segundo periodo presidencial.
¿Por qué el TSE no declara al ganador definitivo?
Lo sorprendente de estos resultados es el repunte de ARENA que logró sumar más de 400,000 votos más que los obtenidos en la primera vuelta. El FMLN, por su parte, aumentó un poco más de 100,000 votos en relación a la primera vuelta, pero los resultados son muy apretados. Ambos partidos reclaman la victoria.
El TSE no ha declarado aun el ganador de la contienda, a pesar de la presión de ambos partidos y en especial de ARENA que denunció un supuesto fraude electoral. El TSE se muestra preocupado por la inédita situación de empate técnico, y por ello ha pospuesto la declaratoria definitiva del vencedor. Pero estas dilatorias, aunque parezcan responsables, aumentan la tensión política y las posibilidades de estallidos violentos de sectores descontentos de ambos partidos.
ARENA busca presionar para negociar
Las declaraciones de ARENA fueron más que agresivas pues, previendo una derrota, de manera estratégica con el 75% de las actas escrutadas, el presidente de ARENA, Jorge Velado, con lágrimas de cocodrilo declaró ganador a Norman Quijano. Horas más tarde, la fórmula presidencial de ARENA se auto proclamaba vencedora, con declaraciones desafiantes, con un lenguaje pseudo fascista llamando a su militancia a no confiar en el TSE, cerrar filas y también advirtió que estaba siendo observado a favor por la Fuerza Armada. En pocas palabas, ARENA chantajeó con la posibilidad de protestas violentas
Estas declaraciones, que los analistas burgueses minimizaron, tiene mucha importancia en un país como El Salvador, que vivió largos años de violencia política y guerra civil, cuyas cicatrices están todavía frescas. En realidad, estamos ante una gran maniobra política de ARENA que presiona para negociar con el futuro gobierno, debilitándolo al máximo, tomando en cuenta que los resultados han sido casi un empate. ARENA ha recobrado su fuerza, y quiere utilizarla al máximo. El próximo gobierno será mucho más débil que el de Funes, porque tendrá como contrapeso a ARENA que ha logrado conquistas o engañar a la mitad de los votantes. El mensaje de Norman Quijano y René Portillo Cuadra fue específico: ARENA será una oposición firme y el FMLN para gobernar tendrá que negociar con ellos.
Debemos sacar las lecciones de este proceso electoral.