Por Alberto Castro
El sistema electoral burgués nuevamente prepara otro evento electoral para elegir a los diputados, los alcaldes y sus concejos municipales, los cuales por primera vez estarán integrados de forma pluralista, lo que significa que estarán conformados por diferentes partidos políticos. Éstos hacen de todo por demostrar su mejor rostro al pueblo, con máscaras de democracia; sus dimes y diretes son una muestra de la demagogia. Todo está montado, el aparato logístico ha sido establecido y ahora van a la caza de votos.
La última elección, que fue la presidencial, le dio el triunfo al FMLN, quien ahora llega debilitado ante la mala percepción que tiene la población de sus primeros 100 días de gobierno. Igualmente, la oposición de la derecha arenera no es bien vista debido a los enormes casos de corrupción, y principalmente el caso del ex presidente Francisco Flores, señalado como responsable del robo de diez millones de dólares.
Arena y show democrático
El 24 de agosto ARENA montó todo un show electoral para la selección interna de candidatos a diputados y alcaldes. La actividad tuvo el respaldo de la prensa ultra derechista, que mostraba dicha actividad como “fiesta nacionalista’’. Con esto fanfarronearon del uso de la democracia pura, del ejemplo de partido político, y de respetar las leyes; sin embargo eso no es más que un intento fallido por demostrar el uso democrático, ARENA es el partido que protege los intereses del sector hegemónico burgués, el respaldo hacia ese empresariado es absoluto, ANEP repite el discurso de ARENA y ARENA promueve los intereses de esta gremial. La democracia es su populismo y su visión de país no es sino el interés económico de quienes le dirigen.
El reenganche en el FMLN
Anteriormente, en el interior del FMLN se realizaban elecciones internas para definir a sus candidatos. Este proceso fue anulado por la dirigencia para reengancharse en cargos de dirección; para ello tuvo que reformar sus estatutos y ya no fueron las bases quienes eligieron a sus candidatos.
Este es el ejemplo de los dos partidos más grandes del país; no cabe duda que en los partidos que van desde la tercera fuerza hacia abajo, repiten los mismos mecanismos de disfraz democrático.
En ambos vemos intereses de grupos y personas, con proyectos e intereses fuera del proletariado; la visión de país de cada cual es el proyecto económico sobre el cual se asienta el núcleo empresarial que está detrás de cada uno. En la campaña electoral habrá de todo, y harán lo que sea por hacer que la clase trabajadora vaya a las urnas, pero por otro lado están las luchas reales de los explotados y oprimidos, existe un enorme descontento popular y las luchas verdaderas no están en las urnas.
Un festín para buitres
La propaganda electoral empieza jugar con los diferentes problemas que aquejan al pueblo salvadoreño; populismo es el juego a utilizar. Nuevamente las añoranzas de quienes no ven nada nuevo bajo el cielo azul que cubre El Salvador, es la herramienta para movilizar y convencer.
En un país de 21,000 km2 se ha de elegir a 84 diputados propietarios con sus respectivos suplentes, y en 262 municipios, alcaldes y concejos municipales.
Todo está montado para que la contienda por acaparar la mayor cantidad de alcaldías y diputados se lleve a cabo. Ahora lo que falta es ir a la caza de votos, para ello, los problemas que aquejan al pueblo se convertirán en su discurso de campaña. Tanto FMLN y ARENA darán la pelea para posicionarse como la primera fuerza política.
Expectativas y Decadencia
Entre las líneas establecidas existe un índice básico que es el voto duro, que es el histórico y tradicional que ponen los simpatizantes. Pero para lograr una victoria a nivel nacional, no es suficiente con esto, hace falta conquistar la voluntad del ciudadano común.
¿Qué espacio de expresión tienen los trabajadores en la vida política nacional?
Hasta el momento es muy poca, hasta el momento su mayor participación es cuando son utilizados como clientela de votación.
Por una política clasista.
Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a las diferentes organizaciones obreras, campesinas, estudiantiles, indígenas y populares a realizar un análisis y votar una política de cara al próximo evento electoral y sus respectivos elementos, debemos conformar un frente común. Debemos estar claros de que el actual sistema electoral salvadoreño es antidemocrático y busca mantener el bipartidismo.