El próximo domingo 1 de marzo del 2015 se realizarán las elecciones en donde el pueblo salvadoreño elegirá diputados a la Asamblea Legislativa y al Parlamento Centroamericano y alcaldes con sus respectivos concejos municipales. Estas elecciones, en el marco de la democracia burguesa, presentan ciertas innovaciones como el voto cruzado, voto por rostro y las candidaturas independientes, concejos municipales pluralistas.
Dichas reformas han sido el resultado de resoluciones emitidas por la Sala de lo Constitucional en aras de aparentar la democratización del régimen, pero en realidad encierran una jugada política que es utilizada en el pleito interburgués entre la rancia burguesía ligada a la derecha de Arena y la nueva burguesía ligada al FMLN. A pesar de dichas reformas, el antidemocrático sistema electoral consagrado en la Constitución se mantiene intacto, no permitiendo la libertad de participación en política mediante la cual los trabajadores, campesinos, pueblos originarios, etc., presenten sus propuestas.
En este evento electoral participaran un total de 10 partidos entre los que están: FPS, GANA, PSP, PCN, DS, FMLN, ARENA, PDC, CD, PSD. Los diferentes dirigentes de los partidos políticos han hecho creer que sí es posible ganar un puesto ya sea a nivel de los concejos municipales, Asamblea Legislativa o el PARLACEN, generando falsas expectativas.
En el proceso electoral 2015 debemos castigar a quienes no han resuelto los problemas que aquejan al pueblo. Debemos rechazar el antidemocrático sistema electoral. Ninguno de los partidos en contienda representa ni defiende los intereses de la mayoría, a pesar de que hayan logrado atraer a ciertas personas que se identifican con las luchas sociales. Por lo anterior, desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) proponemos y llamamos a todas las organizaciones políticas, obreras, campesinas, indígenas, estudiantiles etc., y a personas a título individual a discutir un posicionamiento que nos permita dar la lucha contra el antidemocrático sistema electoral burgués, y a la vez demostrar nuestra inconformidad contra los diferentes partidos políticos electoreros y así poder protestar de manera activa este 1 marzo. No se trata de imponer una política, sino de debatir al respecto para luego ejecutarla unidos en la acción.