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Por Arturo Castillo

En El Salvador, como en el resto de Latinoamérica, ha sido el laboratorio en donde las políticas del modelo económico neoliberal han sido implementadas a la cabalidad por los gobiernos de ARENA. Fueron las privatizaciones de los diferentes servicios, que en otros tiempos brindaba el Estado, los que dejaron el servicio de comunicaciones en manos de capitalistas ambiciosos que amasan grandes fortunas, contrario a lo que pasaría si el servicio siguiera en manos del Estado y se percibiera fondos y fuesen destinados para proyectos en beneficio de la población.

Con las privatizaciones los servicios de comunicaciones pasaron a compañías trasnacionales como TELECOM, CLARO entre otras. De este servicio, dichas compañías perciben grandes ganancias las cuales son producto de los cobros excesivos que realizan por dichos asistencias. Asimismo es conocida la explotación que son objeto las personas que laboran en las mismas; estas ganancias pasan a manos del gran capital.

Por el respeto a la dignidad humana y la clase trabajadora.

La transnacional CLARO-TELECOM compañía privada que brinda los servicios de telecomunicaciones de EL SALVADOR ha acrecentado el proceso de explotación de los trabajadores que la laboran en la misma, son conocidas las constantes denuncias en las cuales se acusan a esta empresa de “hacer trabajar a los trabajadores, más de las ochos horas sin la remuneración correspondiente por este trabajo realizado, el no respeto de los días feriados, el acoso constante por parte de la jefes superiores, además de existir todo un proceso de represión y persecución en contra de los trabajadores que han pretendido organizarse.

Aunque el derecho a sindicalizarse esta reconocido a todos los trabajadores, este derecho elemental de la democracia burguesa, no les está permitido, la explotación siempre ha existido en el capitalismo, pero con la crisis de dicho sistema, la burguesía trata y tratará de hacer que los trabajadores sean los que paguen la crisis económica, por lo tanto, debemos luchar porque los que paguen la crisis económica, sean los que más capital tienen, es decir, la gran burguesía que ha acumulado enormes sumas de dinero, producto de la gran explotación de los trabajadores del mundo.

La organización sindical como unas de las garantías.

Los trabajadores que laboran en las compañías de servicios telefónicos tienen el deber y el derecho de organizarse, ya que solo es de esta forma, que podemos garantizar el derecho al trabajo, es necesario crear un fuerte, combativo y clasista Sindicato de trabajadores de servicios de telefonía y la unidad de los trabajadores que laboran en las diferentes compañías del sistema de telecomunicaciones del país.