Por German Aquino
El presidente salvadoreño Nayib Bukele en cadena nacional anunció el 15 de septiembre sus aspiraciones de participar por segunda vez como candidato presidencial para las elecciones, manifestando: “Anuncio al pueblo salvadoreño que he decidido correr como candidato a la presidencia del 2024…Para que podamos continuar este camino que hemos iniciado; el camino que, por primera vez en la historia, hemos demostrado que es el correcto…”, este anuncio sólo viene a confirmar las aspiraciones iniciales del Presidente Bukele. La confirmación de su nueva candidatura ha generado opiniones encontradas en los diferentes sectores salvadoreños.
Sala impuesta disolvió impedimento Constitucional
El principal argumento de los opositores a la reelección es la Constitución de la República, la cual en realidad prohíbe la reelección en sus artículos: 75 ordinal 4, 88, 131 ordinal 16 y 154. El impedimento constitucional ha sido superado por un fallo de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia que permite la reelección no importando si ejerció la Presidencia en el periodo anterior.
Los cuestionamientos a dicho fallo se deben a que los magistrados que la dictaminaron fueron impuestos de forma ilegal por la nueva legislatura controlada por Nuevas Ideas (NI), la cual destituyo a cinco de los Magistrados que la integraban e impuso a los que fallaron a su favor de la reelección, lo cual demuestra que desde los inicios aseguró su reelección.
Oposición a la reelección
Diferentes sectores han reaccionado respecto a la reelección de Bukele, Enrique Anaya abogado constitucionalista manifestó: “…en el sistema político y jurídico salvadoreño la reelección presidencial inmediata está constante y reiteradamente prohibida. Por lo tanto, que la persona siquiera se presente como candidato presidencial ya constituye una violación a la Constitución. Aquí lo que se está haciendo es consumando un régimen autocrático y dictatorial en el país, que buscan durar muchos años…esto no termina aquí. No solamente son cinco años más. El plan de estos (Bukele) es crear una dinastía familiar, es hacer una presidencia vitalicia. Esto ya se hizo en Ecuador, Venezuela, Bolivia y Rusia". (LPG.17/09/22). Los Bukele y otros sectores burgueses emergentes quieren consolidarse como grupos económicos hegemónicos para lo cual necesitan más de cinco años y mantener el control total del aparato del Estado salvadoreño.
Por su parte José Miguel Vivanco, exdirector para las Américas de Human Rights Watch expreso: Absolutamente predecible. Ese fue siempre el plan original. Hoy surge un nuevo Chávez". Quieren asustar al pueblo con el fantasma del chavismo y de los gobiernos populistas de izquierda, los partidos políticos de derecha temen que los grandes empresarios prescindan de ellos.
Oposición empresarial y silencio de la oligarquía
Gremiales empresariales como la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CAMARASAL) señaló que: “…el respeto a las leyes de la República es fundamental para que prevalezca el orden democrático, la separación de poderes y el bienestar social…Renunciar a estos principios es perder los derechos y garantías que representan las condiciones fundamentales sobre las cuales podemos y debemos construir un futuro próspero para todos…”(EDH.20/09/2022). Por su parte la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) expresaron que la reelección “…está prohibida en la Constitución de El Salvador…que los artículos 75, 88, 131, 152 (ordinales 1ro y 6to), 154 y el 248 de la Carta Magna prohíben expresamente la reelección presidencial inmediata…Además, menciona que la historia constitucional es consecuente en prohibir la reelección presidencial inmediata desde 1841.” (EDH.20/09/2022).
El gran empresariado, hasta el momento se han mantenido en silencio, ello obedece a que realmente Bukele no ha tocado sus intereses económicos, más bien ven en Bukele al hombre que puede volver imponer orden a cualquier costo y continuar garantizándole sus ganancias. Realidad diferente enfrentan la mayoría de pequeños y medianos empresarios aglutinados en cámaras empresariales quienes se han visto golpeados por la pandemia y la crisis económica.
Oposición electoral tradicional dice no a la reelección
Partidos de oposición en la Asamblea como el FMLN, ARENA, VAMOS, Nuestro Tiempo, evocando la Constitución han declarado su oposición a la reelección de Bukele. Claudia Ortiz, diputada del partido Vamos expreso: “…cuando un mandatario tuerce el texto constitucional y busca perpetuarse en el poder: más exclusión, más corrupción, más pobreza, más abuso del poder… a la vez realizo el llamado a …crear un frente amplio plural como alternativa a esta deriva autoritaria y advirtió que un político que violenta la Constitución de su país es capaz de todo. Por la otra parte Dina Argueta del FMLN manifestó: “…hay funcionarios en este país que necesitan de una reelección para tapar todos aquellos casos y posibles señalamientos una vez finalizado su periodo y para evitar posibles enjuiciamientos…”.
ARENA partido que representó los intereses del gran empresariado y que se mantuvo en el gobierno por 20 años consecutivos cambiando nada más la figura del presidente ante la reelección ha manifestado que Bukele “…"se vende como el redentor de El Salvador, pero en realidad ha sumido en un caos a nuestro país…Ha pactado con pandillas, la vida es más cara, la corrupción es peor que nunca. Ha destruido nuestra democracia y nuestro Estado de Derecho...” . vale señalar que esa incipiente democracia burguesa a la que se refiere ARENA y que surgió de los Acuerdos de Paz en 1992 cuando ello fueron gobierno se negaron a ampliarla y continuaron limitando la participación política electoral de la clase trabajadora, ese mismo Estado de Derecho casi nunca sirvió cuando se trataba de hacer valer los Derechos de las grandes mayorías. Toca a los salvadoreños movilizarse y luchar en defensa de las libertades democráticas, pero con independencia política.
El silencio de las Fuerzas Armadas
Las Fuerzas Armadas se han mantenido calladas ante el anuncio del Presidente Bukele de competir nuevamente a la presidencia y no es realmente por el cuento que se encuentran sometidas al poder político. Buekele a su llegada al ejecutivo realizo una de sus jugadas para ganarse la fidelidad del alto mando nombrando en altos mandos a Coroneles mientras en otros gobiernos eran Generales, así mismo le ha otorgado mayor poder político y les abrió las puertas de los cuarteles al aumentar su participación en labores de seguridad, ha trabajado para mejorar la imagen de estos ante la población, ha aumentado el número de efectivos sobre todo jóvenes; teniendo proyectado pasar de 20,232 a 40,000 al finalizar cinco años, les ha asignado mayores recursos financieros aumentado un 76.8 %, a su llegada en el 2019 el presupuesto era de $145.1 millones y ahora en el 2022 aumento a $256.6 millones.
Iglesia y reelección
El gobierno de Bukele ha mantenido un enfrentamiento sobre todo con líderes religiosos opositores al gobierno, es más el vicepresidente Felix Ulloa se atrevio a afirmar que el 80% de los pastores tienen ahora vínculo con las pandillas, lo cual ha sido desmentido por la Alianza Evangélica en El Salvador manifestando:“Consideramos atentatorias las declaraciones vertidas por el señor vicepresidente cuando expresa que el 80% de los pastores son parte de estas estructuras de pandillas… Solicitamos respetuosamente se reconsideren tales aseveraciones en virtud de no coincidir con la realidad” (LPG.22/08/22). Lo anterior hasta cierto punto es una medida para frenar las críticas hacia el gobierno.
Por su parte la Iglesia Católica en el “…2021 firmó un comunicado con la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES) en el que se expresa que los artículos pétreos de la Constitución deben ser respetados” (EDH. 25/09/22), ahora ha dado un giro táctico a partir de las declaraciones realizadas por el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas quien manifestó: “me parece que las cosas están dadas. Queda aún el escrutinio último, o sea será el pueblo el que diga si se reelige o no, porque él participará como candidato, pero el pueblo está sin duda con mucha esperanza". (LPG.22/08/22), lo anterior ha sido duramente criticado por la oposición. Todo pareciera que la iglesia está dividida y hasta cierto punto busca fortalecerse y protegerse, teme le pase lo mismo que en Nicaragua.
Constitución versus petición popular
En 2019 Bukele supo explotar el tema de la corrupción realizada por ARENA-FMLN, una vez en el gobierno a ha utilizado a su favor los problemas más sentidos por la población como fue la pandemia con las cajas solidarias y últimamente al combate a la violencia y delincuencia atribuida a las maras y pandillas utilizando para ello el régimen de excepción, en el cual han realizado violaciones a los Derechos Humanos y a las libertades democráticas, pero continúa gozando de apoyo.
El gobierno de Bukele ha dado buen manejo mediático, es por ello que mantiene altos niveles de popularidad y de aceptación a su gestión y reelección, independientemente lo que diga la Constitución y la intelectualidad es por ello que durante el anuncio postularse para el 2024 Bukele manifestó: “Tiene sentido que el pueblo en elecciones libres pueda rechazar el camino que lleva, pero no tiene sentido que el pueblo no pueda continuar el camino que lleva”. Claramente está diciendo si quieren que las cosas sigan cambiando deben reelegirme, si bien ha dado momentáneamente respuesta a la violencia y delincuencia, en materia económica no ha dado mayores soluciones en función de los intereses de la clase trabajadora.
Respecto al clamor popular y la prohibición constitucional de la reelección y la afirmación de que el pueblo tiene derecho a decidir con respecto a las votaciones presidenciales Eduardo Escobar abogado y director ejecutivo de Acción Ciudadana manifestó: "Hay que decir algo muy claro y tajante: en la lógica jurídica política, un pueblo si bien es soberano, si bien puede tomar sus decisiones, ese pueblo se organiza y se autolimita por la Constitución. Es decir, ese pueblo se somete a una regla que dicta la Constitución. Ese pueblo no puede desobedecer esa regla sin antes modificarla En ese punto que dice Bukele que el pueblo puede reelegirlo, momento, el pueblo está obligado a cumplir su Constitución no a pasar sobre ella" (LPG.17/09/22).
Más allá de lo que diga la Constitución, el problema radica que actualmente no existen condiciones democráticas para que el pueblo salvadoreño elija libremente, un buen ejercicio democrático. Primero se deben crear esas condiciones democráticas y hasta después el TSE debe convocar una consulta popular para que sea el pueblo quien decida si quiere modificar la Constitución y aceptar la reelección de Bukele, el nuevo aprendiz de dictador.