Por: Salvador Belloso

Nuestras condolencias y solidaridad para las familias de los fallecidos y los lesionados.

Doce víctimas mortales y más de cien lesionadas dejó la tragedia ocurrida el sábado 20 de mayo en el Estadio Cuscatlán, durante el partido entre Alianza FC y Club Deportivo FAS, por los cuartos de final del torneo clausura 2023 de la Liga Mayor de Fútbol (LMF). Estampida, eso decían los noticieros al momento de cubrir la cobertura de los hechos, entre líneas aparecían las cifras de las víctimas mortales (9 primero y luego 12) y heridas trasladadas a hospitales, resultando ser una tragedia.

En horas más tarde se empezó hablar de las causas de la tragedia; es justamente aquí donde deberían deducirse responsabilidades, no sólo para encontrar culpables que respondan por ello, sino porque lo ocurrido deja al descubierto fallas y acciones que no deben volverse a repetir. Pero no, nada de eso ocurre por el momento, las versiones de los testimonios de las víctimas que presentan lesiones y de los aficionados en las gradas del estadio que por sus sentidos tuvieron conocimiento de lo que pasaba, son retratadas por las voces del oficialismo, quienes están autorizadas para decir lo que debe ser reconocido cómo la última palabra, ante todo, para este caso es el Director de la Policía Nacional Civil (PNC), Ariaza Chicas.

Diferentes versiones de lo sucedido

A eso de las 8 de la noche del sábado 22 de mayo 2023 aficionados de Alianza FC se encontraban aglutinados en un sector del estadio Cuscatlán, quienes habían pretendido entrar a las gradas para ver el partido de su equipo contra Club Deportivo FAS, sin embargo, no se les permitió el acceso quedando aglomeradas en un espacio pequeño en relación al número de personas que había.

Según se supo por voz de quienes estuvieron en el lugar, el aire empezó hacer falta por lo que los golpes en la puerta que antes se habían realizado a manera de presión para hacer que les fueran abierta, valga la redundancia, ahora se estaban encestando los golpes pero para hacer caer la puerta ante la falta de aire; ya no como una acción de presión hacia la administración del estadio, sino como una medida desesperada ocasionada por la necesidad de respirar, por si fuera poco agentes de la PNC rociaron gas pimienta lo cual lo empeoró todo, ésta versión también la sostienen algunos aficionados entrevistados en las gradas, otras versiones también señalan a la PNC por haber bloqueado el paso en el momento preciso cuando estaban entrando desordenadamente las personas luego de haber derribado el portón, lo cual ocasionó la estampida cuando cayeron algunas personas.

Ariaza Chicas, ante los medios de comunicación expresó que se buscarán responsables de lo sucedido, adelantó diciendo que la sobreventa de boletos puede ser una posible causa, también señaló los efectos del alcohol como parte de las causas, algunos aficionados también indican a esto como un factor que terminó por dejar a muchas personas con boleto en mano sin poder ingresar al estadio.

La administración del estadio, Estadios Deportivos de El Salvador (EDESSA), guardó muchas horas silencio hasta que el día lunes 23 dijo entre lamentos que se lavó las manos diciendo que eran arrendatarios (Alianza FC) de las instalaciones y que por tal motivo no eran responsables directos. Sobran señalados, pero parece que los lavamanos del Estadio Cuscatlán son igual de grandes que él.

Revictimización en medio de la propaganda

Lastimosamente en momentos como estos es cuando aparecen sinvergüenzas en busca de protagonismo, traen sus propias cámaras para mostrarse en los medios de la propaganda oficial como grandes funcionarios, si, en este caso se trata del ministro de la Defensa Nacional, René Francis Merino Monroy, a quien se le ve dando indicaciones bastante extrañas en el sentido  que hacía señales con sus manos en aspectos bastantes obvios como los movimientos del personal de primeros auxilios y de traslado de víctimas, pero lo peor no es por su falso actuar y por su comportamiento ridículo cuando lo hacía, lo más tétrico en el viene en el momento cuando una de las víctimas pedía ayuda para sus hijos de manera desesperada, ante esto el ministro Monroy si intervino, pero ordenando la detención de Hugo Antonio Rodríguez, ésta víctima de la estampida también fue víctima de un arresto arbitrario, la denuncia y condena pública sobre esto ya circula en las redes sociales.

Nadie asume responsabilidades, simples excusas

Los medios de la propaganda oficial han circulado videos de momentos en donde los aficionados golpeaban las puertas antes de la estampida y lo relacionan con el momento exacto de cuando eso pasó, para librar de responsabilidades a la PNC,  quien señala a la sobreventa y a la administración, pero lo cierto es que, aunque muchos medios no enfocan suficientemente los señalamientos que pesan sobre el actuar de la PNC, la verdad es que mucho tiene que ver su comportamiento ante una situación de mucho cuidado.

El Instituto Nacional de los Deportes (INDES), se integra al lavamanos rompiendo el contrato de patrocinio con la Primera División de Futbol Profesional, donde además exige al Comité de Regulación de la Federación Salvadoreña de Futbol Profesional (FESFUT), Yamil Bukele aprovecha poner en la mesa los intereses del oficialismo, sobre la tragedia pone sus propias intenciones por hacer que los Estatutos y reglamentos de la FESFUT se reformen de modo que, cedan su autonomía y se subordinen a la Ley General del Deporte, lo cual ya intentó el año pasado, además al romper unilateralmente el contrato se pasa del lado de los que acusan. La FESFUT por su parte mediante la comisión disciplinaria ordenó apertura e instrucción a Alianza FC para que presente informes al respecto.

Por un ambiente del deporte en general libre de violencia

La sobreventa no fue la causa por la que muchos aficionados se quedaron fuera, el Estadio tenía espacios vacíos. Lo ocurrido es una muestra bien clara de lo que sucede en El Salvador. La PNC actuó arbitrariamente cerrando el portón, luego rosciando gas y por último impidiendo el paso en el momento justo cuando se había derribado el portón y la gente en desbandada se disponía entrar.

Algunas personas intentaron derribar la puerta antes a manera de reproche, luego cuando la situación se volvió de extrema urgencia ya se había perdido el control, el derribo de la puerta y el intento por ingresar desordenadamente lo empeoró todo cuando agentes de la PNC obstaculizaron el paso haciendo que se cayeran personas algunas lamentablemente murieron. Cada quien debe asumir su responsabilidad, pero no debe quedar dudas que la tragedia surge a consecuencias de acciones autoritarias, la tragedia es una lamentable muestra de lo que ocurre en El Salvador, que está bajo un régimen autoritario donde todas las decisiones son tomadas por encima de las facultades discrecionales de los funcionarios públicos, auroridades civiles y militares. El que se le haya cerrado el portón en un espacio pequeño a cientos de personas solo puede ser posible bajo parámetros de esta índole.

Por la conformación de una comisión independiente

Es necesario que se conforme una comisión independiente integrada por miembros de las diferentes barras, representantes sindicales y organizaciones populares para que realicen una investigación exhaustiva para aclarar los hechos y deduzca responsabilidades, para evitar y prevenir este tipo de tragedias.

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