Por Germán Aquino
El programa de gobierno de Mauricio Funes y del FMLN y el Plan Global Anticrisis anunciado el 18 de Junio de 2009 contemplan una serie de proyectos. Para el desarrollo de los mismos es necesario la inversión de una gran cantidad de recursos financieros, los cuales el pueblo salvadoreño no tiene y por eso se pregunta: ¿de dónde saldrán?
La actual crisis económica que se vive a nivel nacional e internacional es producto del sistema económico capitalista que ha llevado la concentración de las riquezas a pacas manos generando con ello la pobreza de la gran mayoría.
No al aumento de la deuda externa
La Deuda externa es deuda pública contraída por el Estado. La adquieren los gobiernos en nombre del pueblo, llámeseles Banco Mundial, FMI, BID, etc., pero quienes terminan pagándola son los trabajadores y las masas populares. Para que los Estados sean sujetos de crédito, los organismos financieros internacionales les dictan medidas con el objetivo de garantizar los pagos.
El Plan Global Anticrisis anunciado por el Presidente Funes tiene un costo “de 587 millones de dólares, de los que el 60 por ciento está garantizado y el 40 por ciento restante está en proceso de negociación con los organismos internacionales, quienes nos han expresado su interés de apoyarnos.” (Discurso presentación del Plan Global Anticrisis de Mauricio Funes, 18 de Junio de 2009).
Puede observarse que el 40% de los fondos para financiar los proyectos provendrá de préstamos lo que llevara a un aumento de la deuda externa. Partiendo de lo expresado por el Presidente Funes podría ser “…..el fortalecimiento de las finanzas públicas, incluyendo la austeridad en el gasto, el combate a la elusión y la evasión fiscal, así como al contrabando y la corrupción y la racionalización de los subsidios” . Muchas de estas medidas son necesarias siempre y cuando no signifiquen el traslado de los costos de los programas a la clase trabajadora. El gobierno de Mauricio Funes y del FMLN no quiere confrontarse con los ricos, prefiere que el pueblo cargue con gran parte del pago de los proyectos a ejecutar
Así vemos como en el marco del lanzamiento del “Plan de Vivienda” el Ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, expreso: “No queremos dañar a la empresa privada. Es un proceso donde tiene que participar toda la población” (La Prensa Grafica, 18/07/09) Dicho funcionario, procedente del Grupo de los Amigos de Mauricio, considera que aumentar los impuestos a la empresa privada seria un daño a la economía.
Exijamos soluciones efectivas
Bajo la administración de ARENA se ejecutaron programas asistencialistas con el propósito de bajar la presión social y de tapar los desajustes económicos y sociales generados por el capitalismo, pero sin solucionarlos al mismo tiempo que les permitía acumular capital político electoral. Una de las fuentes de financiamiento de sus proyectos eran los préstamos, los cuales casi siempre contaban con las críticas y la oposición de la fracción legislativa del FMLN. Sin embargo, después de ciertos pactos interpartidarios de las diferentes fracciones políticas, en la mayoría de casos estos préstamos eran aprobados. Los actuales proyectos derivados de los programas solo aliviaran temporalmente la problemática de ciertos sectores, pero no presentan soluciones reales a la problemática económica que viven la clase trabajadora, el campesinado, los indígenas y demás sectores populares.
El pueblo salvadoreño y las diferentes organizaciones sociales y políticas de izquierda, mediante la organización y la movilización. Tenemos que exigirles al gobierno de Mauricio Funes y del FMLN no continuar con la política de endeudamiento externo. Por el contrario, el gobierno de Funes y del FMLN tiene que obligar a los ricos a financiar los diferentes proyectos sociales, clavándoles más impuestos. Esta política de reforma tributaria no significaría que en El Salvador se está construyendo socialismo, sería una reivindicación democrática de que quien gana más pague más.
Debemos exigir que el el gobierno de Mauricio Funes y del FMLN aumente la recaudación de dinero imponiéndole a los grupos económicamente dominante de El Salvador un impuesto por las ganancias obtenidas, obligarles a que verdaderamente paguen impuestos.
El gobierno tiene que investigar el manejo de los fondos públicos por parte de todos los funcionarios de ARENA y en caso de encontrarse mal manejo, estos deben reintegrar dichos fondos al Estado. El nuevo gobierno tiene que reducir los grandes salarios de los altos funcionarios de todos los poderes y órganos del Estado, incluidos por supuesto los Diputados. Las organizaciones de trabajadores, campesinos, indígenas y demás sectores sociales tienen que plantearse y luchar por el no pago de la Deuda Externa.