Por Alberto Juárez

La realidad está  demostrando que una nueva forma de represión, como lo es el sicariato, está operando en el país. Quien tiene el dinero contrata servicios para producir daños a quienes se oponen a sus planes; estos van desde daños a la integridad física y moral hasta el exterminio físico de la víctima.  Esta nueva forma de represión está siendo implementado en contra de las personas y organizaciones sociales  que luchan y reclaman por  sus derechos o que denuncian las violaciones de los mismos

Se pueden mencionar el  caso de los ambientalistas Marcelo Rivera, Ramiro Rivera, Dora Alicia Sorto quienes fueron asesinados recientemente; o las amenazas realizadas al Lic. Oscar Luna, Procurador Para la Defensa de los Derechos Humanos. En el primero de los casos ya existen las denuncias y señalamientos que apuntan como posibles actores intelectuales a los responsables de la empresa minera Pacific Rim a miembros del de ARENA y PCN. Hasta la fecha son muy pocas las investigaciones realizadas  pero activistas siguen muriendo. Las organizaciones sociales tiene el derecho y el deber de manifestarse en contra de esta nueva formar de represión pero que en esencia es igual a los Escuadrones de la muerte; se tiene que exigir al gobierno de Mauricio Funes y del FMLN una profunda investigación y el castigo a los autores materiales e intelectuales.

Con el gobierno de Unidad Nacional salió perdiendo el pueblo

El mayor beneficiado del Acuerdo de Paz fue la clase económicamente dominante y la dirección de ARENA quienes pudieron aumentar sus capitales a costa del estado y gobernaron por 20 años al país periodo en los cuales la situación económica social de la clase trabajadora, el campesinado, los pueblos originarios y demás sectores populares; esto llevo a que el pueblo nombrara a e Mauricio Funes como Presidente, es decir, como administrador del Estado. Si llegar al Ejecutivo era uno de los objetivos de la participación política del FMLN y que fue un punto del Acuerdo de Paz; esto estaba cumplido para la militancia del FMLN. La hora del cambio había llegado el FMLN,  quien tenía que conformar un Gobierno de trabajadores, campesinos, de personas pertenecientes a los pueblos originarios; pero contrario a ello propuso un Gobierno de Unidad Nacional  lo que es contrario a los intereses de las grandes mayorías y tiene que ser rechazado por el pueblo.

Ni perdón ni olvido la lucha revolucionaria debe continuar

Recientemente el gobierno  de Mauricio Funes y del FMLN  pidieron perdón al pueblo salvadoreño por los crímenes y violaciones a los Derechos Humanos efectuados durante el conflicto Armado y es que la población no debe olvidar las causas que originaron el conflicto armado el cual tuvo un costo de  más de 75 mil salvadoreños muertos, niños y niñas desaparecidos,  miles de lisiados de guerra, familias desintegradas, emigración  de millares de salvadoreños hacia otros  países, etc.

Como parte de la “celebración” del Acuerdo de Paz el Presidente Funes manifestó: "En nombre del Estado pido perdón….Reconozco públicamente que el estado irrespetó por acción y omisión porque no protegió ni garantizó los derechos a los salvadoreños….El estado y organizaciones paramilitares abusaron e hicieron uso ilegítimo del poder, violaron las normas básicas de convivencia social", como si la situación fuera sencilla.

Para el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) pedir perdón es muy poco  y además no es al FMLN a quien le toca por qué no fueron ellos los responsables; ellos serán responsable de lo que pudiendo hacer hoy no lo hagan y ya de nada valdrán sus posteriores lamentaciones. Las organizaciones sociales tienen que mantener su independencia política con respecto al actual gobierno y al FMLN a la vez misma retomar la lucha que conlleve a la instauración de un gobierno de trabajadores, campesinos, de pueblos originario y popular.

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