Por Leonardo Ixim
En los 54 días de toma del campus central de la Universidad San Carlos (USAC), otro actor además del movimiento estudiantil que se aglutino en EPA, emergió, este fue el histórico Sindicato de Trabajadores de la USAC (STUCS); este sindicato fue fundado en los gobiernos de la revolución, en los últimos años había estado dormido, pero fue esta coyuntura de toma, que puso en el tapete publico las demandas laborales que como sector mantienen además de apoyar las peticiones estudiantiles por democratizar la universidad.
Sus demandas son la negociación del pacto colectivo, puesta esta universidad es la única en América Latina que no tiene un pacto de esta naturaleza con los trabajadores, además de buscar la democratización de la estructura de dirección del plan de prestaciones.
Este plan tiene programas de jubilaciones, pensiones, viudez e invalidez, descuenta el 12 % de los salarios a los trabajadores, mas la cota patronal y en las últimas administraciones de rector ha existido serios señalamientos con respecto del desvío de fondos de parte de estas administraciones para gastos ajenos a su finalidad, especialmente para campañas electorales, esta situación se ha dado en la reciente administración.
Una de las demandas del sector trabajador ha sido que se investigue estos actos de corrupción y se castigue a los responsables, pero tal medida pasa por otra de las reivindicaciones, la democratización de la junta directiva del plan de prestaciones. Pues en la actualidad esta directiva está compuesta por: un representante del Consejo Superior Universitario, otro del rector, dos trabajadores y dos docentes; estos últimos en su mayoría con posiciones pro patronales, además de existir una disparidad en la composición de este cuerpo directivo que afecta a los trabajadores, situación que se repite como en el caso del sector estudiantil en juntas directivas de facultades y dentro del CSU.
Con respecto al pacto salarial solo falta de discutir dos elementos para que se complete esta discusión y pase aprobación en el CSU, lo cual será otra batalla más. Por un lado buscan un complemento salarial, solicitando una escala inversa a como se encuentra en la actualidad, pues por el momento los ajustes salariales benefician a los que ganan más. Los trabajadores piden además un bono vacacional por 1500 quetzales que servirá para cobros propios de la época de vacaciones que en Guatemala coinciden con la fiestas navideñas, además de los gastos que se hacen al inicio del año, relacionado a pago de matrículas para los hijos de los trabajadores, ropa, medicamentos, etc.
El otro punto a discutir todavía es un reajuste salarial, pues el pacto entrara vigencia seis meses después de su aprobación por el CSU, por lo tanto en estos meses los trabajadores necesitaran reajustar su salario a lo estipulado en el pacto.
Es importante denunciar que pese a que la mayoría de trabajadores administrativos gozan de las prestaciones salariales que por ley manda el código de trabajo, los trabajadores de los parqueos que dependen de una entidad terciarizada de la Dirección de Administración (Diga), no reciben estos beneficios, además de no gozar de los deferidos salariales. Sin duda esta ha sido una forma de privatización pues dicha entidad no dependen directamente de la administración central y es parte de una clara estrategia de contracción salarial propia de las políticas neoliberales que dentro de esta universidad afectan a trabajadores, estudiantes, docentes interinos y en menor medida docentes con plazas fijas e investigadores.
Los deferidos se dan dos al año, el primero a mediados del año completándose al final del año. El segundo deferido se da por cuatro partes en los meses de: marzo, julio, septiembre y diciembre.
Por ultimo abordar la importancia de rescatar la unidad estudiantil y trabajadores, que históricamente han sido defensores de la universidad pública, popular y científica. El proceso de reforma que se abre tras la acción de EPA, debe generar la inclusión en los órganos de gobierno de las respectivas facultades, escuelas, centros regionales y el CSU de los trabajadores administrativos. Es necesario la inclusión del STUCS a la mesa multisectorial que propondrá ante las asambleas el diagnóstico y la metodología del congreso, no hay que caer en los sectarismos del FEU que se aíslan estos procesos, pues dependen de los sectores democráticos evitar que se profundice las reformas neoliberales existentes con o sin reforma.