Por Armando Tezucún
El domingo 27 de febrero recién pasado se realizó finalmente la presentación oficial de la alianza de partidos de izquierda y organizaciones populares denominada Frente Amplio. El Partido Socialista Centroamericano considera que este frente, como esfuerzo unitario, es de gran importancia para el fortalecimiento de las luchas que desarrollan los campesinos, comunidades indígenas, trabajadores estatales y demás sectores explotados y oprimidos de Guatemala. Pero lo es únicamente en la medida en que se mantenga fiel a su proclamada intención de constituir un proyecto a largo plazo, no animado por la coyuntura electoral.
Creemos que es positivo que no sean parte del FA organizaciones políticas ni gremiales vinculadas a intereses empresariales relevantes. Winaq, organización política indigenista en cuyo interior existen corrientes de derecha, corrientes reformistas y corrientes indigenistas fundamentalistas, no se adhirió al proyecto, dando actualmente prioridad a su reconocimiento como partido político legal.
A nuestro parecer, hay diversidad de criterios dentro del FA sobre su naturaleza, a pesar de que los documentos oficiales sostienen como una de sus características la de ser un frente permanente. En las asambleas que se realizaron con anterioridad al acto del 27, escuchamos opiniones, sobre todo de personas vinculadas a URNG y Movimiento Nueva República, en que daban mayor importancia al tema de la coyuntura electoral y a la utilización de métodos de mercadeo y publicidad similares a las de los partidos burgueses. Por otro lado, hemos notado que los compañeros del Frente Nacional de Lucha, que están más vinculados a las acciones directas y movilizaciones populares, son quienes más defienden el carácter de coordinadora a largo plazo del FA.
Los partidos de izquierda de la ex guerrilla tienen en su interior corrientes conservadoras, con una mentalidad electorera. Es importante dar el debate dentro del Frente Amplio, sobre todo cuando finalice el proceso electoral, para evitar un enfriamiento y que el desencanto ante resultados modestos fáciles de anticipar, den al traste con la unidad que se ha logrado conformar.
No compartimos la posición de los compañeros del Frente Popular, que en un comunicado de enero de este año anunciaron su retiro, después de dos años de participación, de la Mesa de Unidad de las Izquierdas debido a la intención de URNG y ANN de lanzar el Frente Amplio en la coyuntura electoral.
Recordemos que el planteamiento leninista es que los revolucionarios debemos aprovechar todos los resquicios legales y todas las libertades que da el régimen democrático burgués, para impulsar las luchas de los oprimidos. Esto incluye, por supuesto, los procesos electorales. No se trata de dar la prioridad a lo electoral. Se trata de plantear, en las contiendas electorales, el punto de vista de los explotados, aprovechar el espacio para denunciar al máximo la barbarie del capitalismo y animar a los oprimidos a organizarse y luchar. Es pertinente señalar que no estamos en una coyuntura en la que sea inadmisible participar en elecciones, como la que se dio el año pasado en Honduras, cuando el gobierno golpista convocó a elecciones para legitimar el golpe.
Aún está pendiente la designación los candidatos a los cargos de elección. En el acto de lanzamiento, Pablo Monsanto, dirigente de ANN, dijo que las candidaturas serían asignadas a personas de menos de 50 años de edad, lo que deja por fuera a toda la vieja guardia de URNG y ANN. Si esto fuera así, y si los candidatos son designados por un sistema abierto y democrático dentro de las agrupaciones que componen el FA, significaría un paso adelante con respecto a las actuaciones anteriores de los dirigentes de la ex guerrilla. Pero esto está por verse.
Pendiente está también la elaboración del programa del FA. La Mesa Unitaria de Izquierda tenía un esbozo de programa que era un avance respecto a los programas reformistones de URNG y ANN. Esperamos que el FA retome este plan.
El panorama aún se está definiendo dentro del Frente Amplio. El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hace un llamado a las organizaciones populares y a las bases de los partidos políticos de izquierda que conforman el FA, a dar la discusión y el debate interno para garantizar su carácter permanente y de largo plazo, para impedir la adhesión de organizaciones empresariales, para que se de un proceso democrático de designación de candidatos y para que adopte un programa revolucionario.