migrantesPor Dorian Reyes

En cada período de elecciones hay temas que se han vuelto recurrentes y cíclicamente se ponen a la orden del día sin encontrar una solución. Uno de estos temas es el voto de los guatemaltecos que viven en el extranjero. A diferencia de países como México, Israel o Estados Unidos, nuestra Ley Electoral y de Partidos Políticos aún no contempla que los connacionales que residen en el exterior puedan ejercer su derecho a elegir a las autoridades del país.

El tema ha revestido especial interés para los migrantes que viven en Estados Unidos, que en su inmensa mayoría son trabajadores que, al no encontrar medios decentes para sostener a sus familias, por el capitalismo atrasado y excluyente que únicamente beneficia a los grupos oligárquicos y a los imperialismos que sangran al país, han optado por irse en busca de mejores ingresos.

Unas cuantas cifras nos demuestran que los trabajadores en el extranjero tienen sobrado derecho de emitir su voto en los procesos electorales. Según reportes del Banco de Guatemala, en 2009 el país recibió en concepto de remesas enviadas por nuestros compañeros a sus familias la cantidad de US$ 3,912.2 millones. Esta cifra aumentó en 2010 a US$ 4,126.7 millones. Para 2011, según la política monetaria, cambiaria y crediticia aprobada por la Junta Monetaria, se espera que el ingreso por remesas llegue a US$ 4,313 millones, ¡Casi la mitad del ingreso por exportaciones, que se espera llegue a US$ 9,087! El 95% de estas remesas proceden de los trabajadores que viven en Estados Unidos.

El dinero que reciben las familias pobres de sus familiares que trabajan en Estados Unidos, ha servido como un amortiguador de la explosiva situación de miseria en el interior del país, y ha estimulado la economía, pues la mayor parte de ese dinero es gastado en bienes de consumo y servicio. Por esta razón es más que justo que los compañeros trabajadores migrantes pueden emitir su voto en el extranjero.

Desde enero, representantes de organizaciones de migrantes en Estados Unidos han iniciado gestiones para que en el proceso electoral 2011 puedan votar los guatemaltecos que residen en ese país. Se necesita una reforma de la Ley Electoral y de Partidos Políticos para lograrlo, y el principal obstáculo son los diputados del Congreso de la República.

Marcos Yax, presidente de la Coalición Nacional de Inmigrantes Guatemaltecos en Estados Unidos (Conguate), de visita en Guatemala, declaró, “El único obstáculo para el voto migrante es el mismo congreso. Creo que como guatemaltecos tenemos ese derecho, pero la burocracia y la falta de conciencia dentro de los partidos políticos no lo permite” (Prensa Libre 6/1/11).

Por su parte, Carlos Gómez, del Movimiento de Inmigrantes en Estados Unidos (Migua) dijo, “Desde hace tiempo, hemos planteado al Congreso la necesidad de que los migrantes tengan el mismo derecho de votar, pero hay falta de voluntad política y temor, porque en el extranjero hemos tomado conciencia de los problemas del país. Ya no somos de la gente que se deja comprar con una gorra o una libra de frijol, como hacen en Guatemala” (Prensa Libre 6/1/11).

Las acciones para promover la reforma a la ley electoral se han sucedido. El 8 de febrero el Procurador de los Derechos Humanos, Sergio Morales, presentó un amparo contra el Tribunal Supremo Electoral ante la Corte Suprema de Justicia, por considerar que no facilita el voto de los guatemaltecos en el extranjero. El TSE, mientras contestaba que el voto migrante no es asunto suyo, sino que el Congreso debe reformar la ley, anunció que dejaría fuera del padrón electoral a los residentes en el extranjero para evitar que sus nombres fuera usados para fraudes.

Representantes de las organizaciones de guatemaltecos en EE UU han visitado el país en febrero y marzo haciendo cabildeos con diputados y gestiones con Sergio Morales. El 3 de marzo el TSE anunció que presentará al Congreso una reforma a la ley electoral para que los guatemaltecos en el exterior puedan votar, pasando la brasa a los diputados.

Apoyamos incondicionalmente a los trabajadores residentes en el extranjero en su justo reclamo del derecho democrático a votar. Los animamos también a que asuman la lucha por los derechos migratorios en EE UU y contra las medidas del gobierno de Obama que cada vez golpean más el nivel de vida de los trabajadores.

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