Por Armando Tezucún
En sus primeras dos semanas el nuevo gobierno de Pérez Molina ha tomado una serie de medidas para cumplir sus promesas de campaña e implementar su proyecto político y económico. Comentaremos dos de esas medidas, que reflejan que el Partido Patriota gobernará en beneficio de la gran burguesía y las empresas imperialistas.
Entre el 25 y 27 de enero el gobierno dio a conocer las reformas fiscales que le permitirán mejorar sus ingresos para desarrollar sus planes. Desde noviembre del año pasado los empresarios organizados insistieron en que rechazarían una reforma fiscal basada en el aumento de impuestos, haciendo énfasis en la necesidad de ampliar la base fiscal y la transparencia en el gasto del gobierno.
Sin embargo las opiniones cambiaron al conocerse la propuesta, por cierto muy similar a la que presentó el gobierno anterior en 2008 y que fue rechazada. El plan fiscal afectará cinco impuestos. El Impuesto Sobre la Renta tendrá cambios que harán que el peso de la tributación caiga sobre los profesionales independientes y empleados dependientes con ingresos por encima de los Q 5 mil mensuales. La deducción al ISR que se podía hacer en base al Impuesto sobre el Valor Agregado quedará limitada al 25% del total. Las tasas del ISR bajarán a un 5 y 10%, pero debido a la reducción en la acreditación de planilla del IVA, más trabajadores pagarán el ISR. Los trabajadores en dependencia exentos del pago de ISR antes eran los que tenían ingresos de Q 3 mil al mes, en adelante serán los que ganen Q 5 mil o menos. Para los profesionales y pequeñas empresas bajo el régimen simplificado, la tasa del ISR aumentará del 5 al 7%.
Por otro lado, para las empresas bajo el régimen optativo, que son las más grandes, la tasa del ISR sobre las utilidades bajará del 31 al 28 por ciento en 2013 y 25% en 2014, gravando la distribución de dividendos con un 5%, dos puntos mas que en la actualidad. También se modificarán otro impuestos.
Como vemos los que quedan peor parados con los cambios propuestos son los profesionales independientes, empleados con ingresos medios y las pequeñas empresas, es decir la pequeña burguesía media. De ahí la anuencia de la burguesía, que ve con buenos ojos la propuesta. El presidente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif), Marco Augusto García, indicó al conocer las reformas: “Vimos una reforma tributaria muy bien integrada; sin embargo, nos falta revisar los textos finales, lo cual se hará en los próximos días. Este es un proceso que no va a durar un mes, si no posiblemente un trimestre”. (Siglo XXI 26/1/12).
El beneplácito de la burguesía con el nuevo gobierno lo manifestó también el presidente de la Asociación de Bancos de Guatemala y gerente general del Banco Industrial, Luis Lara, quien vislumbra un panorama positivo y una mayor inversión extranjera: “Nosotros vemos, con el nuevo gobierno, muchísimo optimismo por parte del sector privado. De hecho, ya han venido muchos clientes a interesarse en créditos para seguir ampliando sus instalaciones, lo cual al final de cuentas se traduce en generación de empleo” (Siglo XXI 25/1/2012).
Otra medida decisión a favor de las empresas fue el del aumento a las regalías pagadas por las empresas mineras. Este tributo ha sido del 1% sobre las ventas brutas. En 2011 este sector creció un 14%. El Banco de Guatemala reportó que la exportación de piedras y metales preciosos y semipreciosos en los tres primeros trimestres, de 2011 alcanzaron los $625.2 millones.
Según el diario La hora, durante la campaña electoral, en agosto, Pérez Molina prometió negociar regalías del 40%. (La Hora 20/1/12). En noviembre, su meta había bajado a un 7% (Siglo XXI 30/11/11). El 26 de enero, el gobierno y la Gremial de Industrias Extractivas suscribieron un vergonzoso acuerdo según el cual, estas empresas voluntariamente incrementarían el pago de regalías a un 5% en la extracción de oro, 4% para metales preciosos, 3% para metales básicos y dejando en el 1% para las canteras de cal, cemento, mármol y piedra.
Si tomamos en cuenta las ganancias que obtienen estas empresas, y sobre todo el daño que causan al medio ambiente, estos porcentajes son ridículos, y más ridícula es la actitud de aparecer como una dádiva voluntaria estas mezquinas regalías. En realidad el problema no es tanto de regalías, sino de que estas empresas destruyen la naturaleza, algo que no se puede reponer con el pago de impuestos. El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) rechaza la autorización de la operación de estas empresas en nuestro país, así como la reforma fiscal del gobierno, que es benevolente con las grandes empresas, quienes deberían pagar más.