Los Estados Unidos en complicidad con las dictaduras militares, las trasnacionales y la oligarquía nacional, no sólo interrumpen los intentos de dar solución a los problemas estructurales e históricos del país, sino que profundizan las contradicciones sociales, cerrando aún más los espacios políticos, agudizando la persecución y la criminalización de la protesta social. Éstas, entre otras causas, dan pié a la lucha revolucionaria armada. Con el fin de la guerra, las luchas y demandas históricas no se lograron resolver. En la actualidad podemos mencionar las luchas y resistencias comunitarias contra los megaproyectos, minería, hidroeléctricas, recuperación de tierra y defensa del territorio, como en Nueva Linda, Livingston, San Juan Sacatepéquez, San Marcos, entre otros.

Es revelador que este gobierno haya querido despolitizar la capacidad simbólica de dos hechos importantes en la historia del país: la revolución de Octubre de 1944 y el asesinato de Oliverio Castañeda de León. Este último ocurrido durante el momento de mayor auge del movimiento revolucionario armado y de mayor represión. Dentro de las acciones impulsadas por el gobierno, se anula su militancia en la Juventud Patriótica del Trabajo, así como se invisibilizan los movimientos y contextos históricos que lo llevaron a ser un dirigente con acciones y actitudes revolucionarias. Es pertinente preguntarnos: ¿Qué motiva al gobierno de la UNE y cómo se beneficia su proyecto político neoliberal al impulsar este tipo de estrategias? ¿Cuál es el papel que deben jugar las izquierdas frente a este contexto?

A cada uno y una de nosotras nos motiva a continuar con nuestras acciones de lucha, la indignación y el descontento que provoca la manipulación de la memoria, de las luchas históricas de la izquierda y la instrumentalización de los dignos revolucionarios y revolucionarias que sentaron las bases para transformar la Guatemala feudal y soñaron con una más democrática. Es indignante presenciar la demagogia de este gobierno, que entrega la orden del quetzal a quien colaboró en la elaboración del Código de Trabajo, mientras a diez metros, trabajadores del sindicato del agua Salvavidas, despedidos ilegalmente, demandan desde hace meses la intervención del Ejecutivo para que se cumplan sus derechos laborales.

Un punto de reflexión y debate fundamental ha sido y es profundizar sobre el significado del bagaje histórico y cultural de memoria, lucha y resistencia de nuestros pueblos. A partir de este compromiso asumido desde hace mucho tiempo reivindicamos nuestro derecho a la resistencia, a la indignación, a la transgresión, como formas legítimas de recuperar la memoria como patrimonio de los pueblos.

Nuestra posición frente al poder será siempre alzar la voz, movilizarnos, denunciar, exigir, defendiendo nuestros ideales, nuestras luchas y nuestros héroes, hombres y mujeres. Estamos convencidos y convencidas que este es el momento propicio para abrir el debate y la discusión con argumentos y posicionamientos políticos e ideológicos, que nos permitan enfrentar las estrategias que pretenden silenciar y estabilizar la región en función de los intereses económicos que amenazan el futuro de los pueblos.

H.I.J.O.S. Guatemala

Bloque Antiimperialista

Frente de la Juventud Revolucionaria

Colectiva Las Rebeldes

Comunidad Estudiantil No´j

MeMoRiA, LuChA y ReSisTeNcIA