Por Agustina Kunil
La política estudiantil universitaria evidentemente se encuentra fragmentada y como parte de esta realidad, es necesario mencionar parte de los acontecimientos previos a la carrera electoral.
Antecedentes de una lucha histórica
A medida que las elecciones avanzaban, el interés político, la tensión y la presión de los poderes oscuros personificados en la ilegal Comisión Transitoria se hacían presentes, cada vez gastarían más cartas acompañadas de un fracaso tras otro. El 14 de agosto, previo a un descanso festivo, el Consejo Electoral Estudiantil Universitario -CEEU- se fue con un sabor amargo y un entorno adverso, luego de conocer que el director de Registro y Estadística, Fernando Irías, encargado de proporcionar al CEEU el padrón estudiantil que contiene los datos más relevantes de los estudiantes matriculados en el ciclo lectivo 2017, se lo entregó también a la Comisión Transitoria. Irías fue utilizado como chivo expiatorio por parte de los corruptos andamiajes de la burocracia universitaria liderada por Carlos Camey, secretario general de la USAC y verdadero artífice de la treta de otorgarle el padrón a la organización mafiosa encuadrada en la ilegal Comisión Transitoria, no solo poniendo en riesgo el proceso legal organizado por el CEEU, sino la información personal y la integridad de la población estudiantil en general.
Más tarde, el 16 de agosto, se realizó una convocatoria a nivel universitario para que los estudiantes se manifestaran ante uno de los posibles riesgos de sabotaje electoral por parte de la estructura criminal que ejerce su poder dentro y fuera de la administración universitaria, así como dentro y fuera de la universidad. Desde la mañana decenas de estudiantes con y sin bandera partidista se aglutinaban a las afueras de la sala de reuniones en el edificio de rectoría para exponer su furor ante la desconcertante decisión de la burocracia universitaria. La dirigencia estudiantil buscó agitar a la comunidad universitaria, de esa manera empezaron a movilizarse para tomar edificios en sus unidades académicas con el fin de informar y reunir a los estudiantes en los edificios ya mencionados.
A los minutos las decenas de estudiantes se iban transformando en unos cuantos cientos, las consignas y el clamor se hacían llegar a medida que se esperaba el ingreso en busca de explicaciones que pudieran responder a tal abuso. La manta con la frase #RecuperemosNuestraAEU salió a la luz en la segunda planta en la parte externa del salón de reuniones. Llegó la hora de entrada, una buena parte de estudiantes enfurecidos ingresó, mientras una pequeña aglomeración ya no pudo ingresar debido a la falta de espacio, por lo que esperó afuera durante el proceso que se trasmitía en directo por redes sociales.
Adentro se era testigo de cómo la burocracia del Consejo Superior Universitario –CSU- impedía que se abordaran las consignas y exigencias de un sector estudiantil enfurecido; ninguno de los responsables dio respuestas concretas, sumándole a que el rector de la universidad Carlos Alvarado Cerezo se encontraba fuera del país en uno de sus “viajes diplomáticos”, quedando como rector sustituto el Dr. Rubén Velásquez, decano de la facultad de Ciencias Químicas y Farmacia, quien se dedicó a entorpecer toda la sesión. Tal fue el abuso de las autoridades en negarse a dar explicaciones que los estudiantes hartos de sentirse engaños iniciaron a alzar la voz en contra de tal deterioro de la paciencia; iniciaron una serie de exigencias en conjunto para que los responsables hablaran. Los estudiantes que se encontraban en la parte externa de la sala también se sintieron en la necesidad de expresar su enojo en paralelo que más unidades académicas se sumaban a la toma de edificios para acuerpar el clamor.
Pero no todo pintaba bien, mientras un grupo se dedicó y se sumó a las tomas junto a la movilización de los cientos de estudiantes, que cabe mencionar que se sumaron hasta las unidades académicas tradicionalmente apáticas, otros buscaban la manera de disolver el grupo sulfurado que exigía a gritos las objeciones interpuestas, se llenaban la boca diciendo ser representantes estudiantiles cuando lo único que hacían era dar un discurso mediático a conveniencia particular; por otro lado, tendencias como UsacEsPueblo aprovecharon para hacer proselitismo aprovechando la gran cantidad de estudiantes enardecidos. A medida que se desarrollaba la reunión, el miedo se hacía presente en las partes acusadas, la comuna estudiantil estaba desesperada, la dirigencia siguió buscando más fuerzas para que en cuestión de minutos el falso discurso de los “líderes oportunistas” estudiantiles disolvieron toda la aglomeración en condiciones de trascender, convirtiéndola en una asamblea informativa que buscaba exponer la imagen mediática y oportunista del populismo universitario, que más tarde evolucionó a discursos bufos acompañado de pequeñas masas fácilmente manipuladas para ser el suelo de esas figuras.
Un grupo de representantes estudiantiles ante el CSU conscientes de lo que sucedía, convocó a este organismo de dirección de la USAC a una sesión extraordinaria para comprometerse a solucionar el fallo, cuyas razones nunca expusieron coherentemente y otra convocatoria fue realizada por la mañana en rectoría con poca afluencia. Por la tarde del 17 de agosto, mientras representantes de las cuatro planillas presenciaban un debate previo a la contienda electoral, se corrió la voz de que el proceso electoral sufría riesgo nuevamente de ser saboteado a manos del Rector en la sombras; el decano de la Facultad de Humanidades, Walter Mazariegos, uno de los cómplices de la estructura delictiva, temeroso de perder su dominio mafioso, quiso botar el proceso y la cólera llenó nuevamente a los estudiantes, que se sumaron al CEEU a esperar respuestas concretas y claras que fueran a favor de la democracia.
Nuevamente la estudiantada hizo acto de presencia y caras conocidas brotaban unas más gratas que otras. A duras penas cabían estudiantes en el lobby contiguo al CSU; en medio de las medidas de presión, mientras se esperaba del dictamen definitivo, se convocó a los diferentes medios de comunicación. La tensión política seguía entre los presentes, acompañada de la diferencia ideológica y la fragmentación de dos grupos principalmente; por un lado quienes no son parte manipulable y la contraparte que con la máscara del “nueva política” buscan llegar acuerdos con la burocracia estudiantil.
Todo terminó con una resolución favorable al CEEU para con el proceso democrático electoral, gracias al acuerpamiento de los estudiantes conscientes, que hartos de la cooptación de sus espacios buscaban respaldar el proceso. El CSU desconoció a la Comisión Transitoria y declaró como únicas elecciones válidas las conducidas por el CEEU.
La primavera democrática: No es perfecta pero principia en el amanecer estudiantil
Luego de casi dos décadas (1998-2017) de olvidar lo que significaba la democracia estudiantil y su representación dentro de la Universidad de San Carlos, se celebraron las elecciones estudiantiles del sábado 19, el domingo 20 y el lunes 21 de agosto del año en curso, con no menores complicaciones a lo que fue una primavera estudiantil desconocida por tres generaciones de estudiantes sancarlistas, primavera que principia en este nuevo amanecer.
Era evidente que existía la necesidad de una verdadera representación estudiantil. Nadie lucha por los derechos estudiantiles que son afectados todos los días por distintas causas: baños en mal estado, sucios, cerrados; compañeras violadas en temporada de la Huelga de Dolores; acoso por parte de los catedráticos, decanos, e incluso, por los mismos compañeros (sin mencionar los mismos casos de acoso que suceden a nivel administrativo: las nuevas empleadas son víctimas de pagar el ‘’derecho de piso’’); una vida, en general, poco digna para la población estudiantil y poca o nula representación ante las luchas sociales y populares del pueblo de Guatemala.
Cuatro planillas se inscribieron para ser la nueva dirigencia estudiantil desde la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) Oliverio Castañeda de León. Sin embargo, esa nueva y ‘’fresca’’ dirigencia, ya estaba siendo acechada desde las oscuras corrientes que intervienen, corrompen y prostituyen de varias maneras a la tricentenaria, con el fin de ganar la lucha de poderes e intentar dominar la universidad desde una sola y monolítica fuerza corrupta derivada del triunfo de la contrainsurgencia. Era necesario que se empezara a despertar la consciencia de los estudiantes que, tras años de cooptación de la Asociación, era evidente que sus mentes universitarias estaban dormidas y encuadradas por los medios de comunicación y para nada concientizados sobre la realidad política dentro y fuera de la USAC.
Era una lucha entre dirigentes estudiantiles por, aparentemente, llegar a la AEU y comenzar a trabajar. En el trasfondo era la lucha para encabezar la conducción de la toma del espacio físico de la AEU y sacar a la ilegal comisión transitoria y reguladora de las representaciones estudiantiles a nivel nacional e internacional, las veces que se les tenga que expulsar. Aunque era claro que la mayoría de planillas evadía hablar al respecto en los distintos debates/foros que se hicieron en algunas unidades académicas y medios de comunicación extrañamente interesados en el proceso.
Durante el proceso, existieron varios obstáculos que entorpecieron el trabajo que compañeros del CEEU y el CCEU (Consejo Consultivo Estudiantil Universitario), ya realizaban desde varios meses la lucha y persistencia por hacer valer la democracia estudiantil, como el intento de boicotear las elecciones por medio de lo dictaminado por el CSU, en el que se botaron las elecciones. Además del ‘’accidente’’ del CSU que otorgó el padrón electoral a la Comisión Transitoria. Otro de los inconvenientes fue la inmensa apatía del estudiantado y la ignorancia que predominaba, pues gran parte de la población universitaria desconocía la existencia de una AEU, y mucho menos de sus funciones. Por la misma razón, era complicado crear un nivel de consciencia trascendente por parte de las planillas en disputa electoral.
Si algo podemos reflexionar sobre todo el proceso es que el verdadero movimiento estudiantil, conformado por quienes luchan todos los días desde sus unidades académicas por intereses fuera de un protagonismo político, dinero o empoderamiento, aunque así tengan que enfrentarse contra los mecanismos de corrupción, los cuales ocupan desde el estudiantado, los grupos administrativos tanto dentro y fuera de la universidad, es el corazón de la lucha sancarlista el que puede pronunciarse en contra de todo pronóstico, mejorando así la sociedad guatemalteca, marcando un precedente en la historia, y además trazar una brecha para las futuras generaciones.
Los resultados electorales
La participación estudiantil fue muy baja, con apenas 15 mil estudiantes de un padrón de 140 mil, debido además de la apatía, a la falta de información de la mayoría, ya sea por falta de interés o por falta de una mejor estrategia comunicativa de Ceeu y de las planillas en contienda. Como sea, es apenas el poder formal lo que medianamente se recuperó, falta el verdadero poder, que se entreteje con los distintos mecanismos corruptos con que mafia que ha cooptado AEU con el respaldo de la burocracia universitaria, tiene en negocios y en el control de la Huelga de Dolores.
Según datos del Consejo Electoral Estudiantil Universitario, la planilla Frente Estudiantil, número dos, que contó con el apoyo de fuerzas externas y organizaciones de sociales y una burbuja mediática, logró el 62 % de los votos. La planilla Reto, número uno, con 23 % de los votos; el Movimiento Estudiantil Universitario Consciente (Meuc) con el 15 %. Pero con el sistema electoral que se adoptó, donde cada unidad académica era un cuerpo electoral, los resultados fueron así: Frente Estudiantil con 13 cuerpos, Meuc con 5, Reto con dos y Cree con cero cuerpos, planilla vinculada a la mafia.
De un total de 15,210 votos, la planilla No 1 (Reto) obtuvo 2,757 votos; la planilla No 2, (Frente) ganó las elecciones con 6.949 votos; la planilla No 3, el MEUC, obtuvo 4,213 votos; y la planilla No 4, apenas 919 votos. Entonces, la planilla No 2 ganó con menos del 50% de los votantes. Es importante señalar que la distancia entre el FRENTE y el MEUC no es considerable, si tomamos en cuenta que mayoría de los estudiantes no votaron por la planilla ganadora, lo que debemos hacernos reflexionar sobre el sistema electoral imperante.
A pesar del bajo porcentaje de votación general, el proceso electoral dejó ver un renacer de la consciencia del estudiante universitario, en medio del retroceso general experimentado después de la firma de los acuerdos de paz. Este renacer es consecuencia, en gran parte de la importantísima gesta de la toma del campus en 2010.
El MEUC presentó una propuesta donde lo académico y lo reivindicativo se puso como estandarte de lucha. Fue conformada por estudiantes muchos de los cuales venido participando en las luchas de 2015 o antes; que por medio de la propaganda y la sensibilización han hecho trabajo de base en sus distintas unidades académicas, levantando la bandera de la realización de asambleas, en algunas lográndolo y en otras no.
Los desafios del MEUC
Los desafíos de MEUC son varios, la de consolidarse como una oposición crítica que acuerpe el movimiento estudiantil en función de recuperar totalmente la AEU, pero sin dar un cheque en blanco al grupo Frente Estudiantil, ganador de esta contienda, presionando constantemente para que no termine negociando prebendas con la burocracia universitaria y apoyando posturas que de ese grupo puedan salir, en función de una línea que recupere realmente la dignidad estudiantil.
La primera tarea, quizá la más difícil, será defender el voto estudiantil en el proceso electoral, voto que dijo “Fuera” a la banda corrupta y mafiosa que ha controlado la AEU desde hace 16 años. En principio se debe hacer unidad en la acción con todos aquellos sectores que luchen por democratizar la AEU, pero se debe estar alerta a cualquier maniobra que quiera hacer el CSU para negociar con la nueva dirigencia estudiantil para mantener ventajas a favor de las mafias, para que conserven parte de su poder. La oposición al Frente Estudiantil y a UsacEsPueblo no debe ser gratuita ni visceral ni emotiva, sino que debe ser una oposición política con argumentos aplastantes, con pruebas bien documentadas en el caso de que se den componendas bajo la mesa. Para desenmascararles ante las bases estudiantiles se debe tener argumentos sólidos y bien fundamentados, no acusaciones basadas en rumores infundados; esto sería harto contraproducente.
En segundo lugar, las y los integrantes del MEUC deberán desarrollar una intensa actividad en sus unidades académicas, en favor de las necesidades y derechos de las bases estudiantiles, fomentando el despertar político de la mayoría del estudiantado, reforzando así su liderazgo. Este arraigo permitirá al MEUC acceder a la dirigencia de la AEU en las próximas elecciones.