Por Leonardo Ixim
En los últimos días se ha generado una serie de movilizaciones sobre situaciones diversas, relacionadas al fraude a lo interno en la elección del rector de la Universidad de San Carlos (USAC) y con respecto a problemáticas nacionales, contra el bloque de fuerzas conservadoras que dirigen el régimen político, iniciando contra el desprestigiado gobierno de Alejandro Giammattei.
Asistimos pues, a una serie de situaciones que pudiera nuevamente prender la mecha de las movilizaciones populares, tal como sucedió en 2015 y que en su momento fue canalizado por actores institucionales con el apoyo del Departamento de Estado, vía reformas del Estado neocolonial guatemalteco. Esta opción fue truncada cuando las fuerzas conservadoras cerraron filas -las fracciones de poder oligárquico y las distintas élites partidarias, gremiales y militares- a esta intentona reformista, acompañadas por organizaciones civiles inspiradas en el discurso de fortalecimiento del Estado de Derecho.
Ojo, no negamos la importancia de mantener conquistas parciales democráticas logradas a partir de la década de los noventa del siglo pasado, las cuales ahora están en retroceso y que consideramos importante mantenerlas, pero consideramos que es necesario trascender de esta perspectiva democratista, inspirada en la ilusión de que el Estado puede ser neutro y promover el bien común, tanto de la clase trabajadora como de los grupos de la burguesía.
La lucha contra el fraude en la USAC
A partir de la elección para rector, con el notable avance del grupo SOS USAC, las fuerzas conservadoras vinculadas a estructuras mafiosas que manejan la USAC, implementaron el fraude para imponer a su candidato, el decano de Facultad de Humanidades Walter Mazariegos. Lo hicieron por medio del no reconocimiento de los electores de ese y otros grupos opositores; completaron así su escandaloso fraude el 14 de mayo, en una elección donde participaron solamente los electores afines a este criminal.
Pese a la oposición y protesta de miembros de la comunidad universitaria en las afueras del Parque de la Industria, donde se llevó a cabo la votación, la cual fue reprimida por elementos de la Policía Nacional Civil y por grupos de choque afines a Mazariegos, el evento se realizó. Sin embargo, el fraude encendió el rechazo de los sectores de docentes, estudiantes, trabajadores y profesionales, cuestionado a sus representantes ante el Consejo Superior Universitario y generando una serie de tomas, las cuales se sumaron a la del Museo de la Universidad de San Carlos (MUSAC).
De tal forma, fueron tomados primero varios edificios al interior del campus central, y posteriormente todo el campus, así como los campus del Centro Universitario del Sur Occidente en Retalhuleu, del Centro Universitario de Occidente en Quetzaltenango y recientemente el Centro Universitario de Petén, en Santa Elena. Las demandas de estos últimos, si bien se vinculan con la problemática general universitaria, se relacionan también con particularidades que sufren, como menos acceso a recursos, una docencia menos preparada y una mayor falta de derecho democráticos, y por ende configuran sus demandas con particularidades locales.
De igual forma, se ha dado un proceso de amplitud del movimiento, iniciado por estudiantes (grupos como el Consejo Consultivo de la Asociación de Estudiantes Universitarios, Colectivo Estudiantil Universitario y el Frente Estudiantil Robín García), varios claustros de docentes, profesionales críticos a las juntas directivas de sus colegios profesionales y trabajadores a partir del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de San Carlos (STUSC), hacia a organizaciones sociales, incorporándose ex universitarios, algunos con militancia estudiantil, sindical y en ONGs, estableciendo una Asamblea Permanente, con el fin de fortalecer el papel de las tomas y la organización estudiantil, que son el grueso de quienes resisten en las instalaciones.
Si bien en anteriores tomas, como la de 2010 o la de 2019, se contó con el respaldo de organizaciones y personas a lo individual, esta vez existe una estructura organizativa multisectorial que le puede dar cierta direccionalidad política distinta, eso ante el peligro que implica que Mazariegos y su banda logre el control total de la USAC.
Acciones contra el fraude
A su vez, en las facultades de Agronomía, Odontología y Arquitectura se ha organizado Vistas Públicas para pedir a los representantes ante el CSU cuentas por su actuación, ya que falta que este órgano, cooptado por las mafias, ratifique el resultado fraudulento del Cuerpo Electoral Universitario, que como vimos solo contó con electores afines a Mazariegos.
Según informa el vespertino La Hora, en la Facultad de Odontología el decano Keneth Pineda, así como los representantes estudiantiles, docentes y profesionales, Willi Barrientos, Alberto Barrillas y Roberto Wenchke, respectivamente, se hicieron presentes en la vista pública; sin embargo, el representante del colegio profesional se mostró a favor de la elección, además de negarse a firmar una carta para comprometerse a la no ratificación del acta de los resultados. Por otra parte, en la Asamblea General de la Facultad de Medicina, el representante profesional se negó a presentarse, mientras que los representantes docentes, estudiantil y el decano, se han opuesto a la elección. En la Facultad de Agronomía, el representante del Colegio de Ingenieros Agrónomos Carlos Vargas, así como el representante docente Pedro Peláez y el decano Waldemar Nufio, no se presentaron, asistiendo solamente el representante estudiantil (La Hora 23 de mayo por Engelberth Blanco)
Por su parte, el pasado 20 de mayo se realizó una marcha desde el Centro Universitario Metropolitano, donde se encuentran la Facultad de Medicina y la Escuela de Psicología, hacia el campus central, recorriendo varias calles del sur de la ciudad; tal marcha contó con la presencia de miembros de la comunidad universitaria, impugnando la acción maniobrera del Consejo Electoral, la complicidad del rector en funciones Pablo Oliva y del secretario académico Gustavo Taracena, pidiendo nuevamente su renuncia y la de todos los miembros del CSU que han avalado este fraude electoral.
Ante esto, Mazariegos trató de amenazar con que realizará acciones penales por supuestos daños a la vía pública y desprestigiar la movilización, usando con ello algunos dizques lideres estudiantiles del Comité de Huelga, acusando al movimiento de tener vínculos con fuerzas procedentes de la embajada estadunidense. A su vez, grupos de estudiantiles vinculados a estas mafias a partir de los comités de huelga en la Facultad de Derecho, realizaron una ridícula acción en la entrada del campus central sobre la Avenida Petapa y otra en el momento que se escribe esta nota (23 de mayo), en la entrada del CUNOC, amenazando a los valientes estudiantes que tienen tomado ese centro departamental.
También estudiantes de varios semestres de la Facultad de Derecho del campus central y de otros campus, han realizado asambleas tanto presenciales como virtuales en contra de la postura cómplice de las autoridades de esa facultad, del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemaltecos y de la Asociación de Estudiantes El Derecho del campus central, cooptada por personas afines a estas mafias.
Por su parte, la Escuela de Historia realizó una asamblea virtual con presencia de autoridades, estudiantes, docentes, profesionales y trabajadores, donde se posicionó a favor de este movimiento y de exigir que el CSU no avale el fraude. De igual forma, la Asociación de Estudiantes de Agronomía realizó una asamblea bajo esa misma línea; de hecho, el comité de huelga de esta facultad y estudiantes en general han conformado el grueso de las tomas de las instalaciones, porque, como se ha señalado, fue sobre sus cuerpos docente, estudiantil y profesional que realizó la acción de fraude más evidente. Otras unidades académicas donde se han realizado asambleas con las facultades de Química y Farmacia, Veterinaria y Arquitectura.
El CSU está convocado para el 25 de mayo para ratificar o anular el proceso electoral, aunque aun debe reconocer todos los recursos de nulidad interpuestos en las elecciones de electores de varios cuerpos. Ante esta situación, la Asamblea Permanente se ha declarado en alerta. Es importante realizar acciones de protesta para evitar que el CSU ratifique el amañado resultado del Consejo Electoral y que sirva de presión a los representantes del CSU, sobre todo para los indecisos, para no ratificar esa elección.
Esta coyuntura se suma las movilizaciones el pasado 21 de mayo en la Plaza de la Constitución de la capital y en algunas plazas del interior en contra de la reelección para el cargo de jefe del Ministerio Público de Consuelo Porras y en contra del alto casto de la vida, especialmente el aumento del precio de la gasolina; el Consejo de Alcaldes Indígenas de los 48 Cantones de Totonicapán fue promotor de las protestas en el interior. Por ende, consideramos que se debe ir articulando estas consignas con acciones conjuntas con la comunidad universitaria, como lograr un paro de labores en la USAC ante la posibilidad de que se imponga Mazariegos.
Nosotros consideramos que concretizar las acciones en la anulación del proceso electoral y la convocatoria a nuevas elecciones es un primer paso fundamental, porque una victoria en ese punto fortalecería la moral y posibilitaría una mejor organización para avanzar hacia procesos de transformaciones más profundas, como la democratización de los órganos de gobierno universitario, sobre todo en la falta de derechos políticos de las Escuelas no facultativas y Centros Departamentales.