Por Leonardo Ixim
La Comisión de Finanzas y Moneda del Congreso de la República dio dictamen favorable al proyecto de Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado para el 2023, aumentando el monto que presentó el Ministerio de Finanzas Públicas (MINFIN). Los cuestionamientos se han hecho oír, por el uso clientelar que se le pretende dar, ya que el próximo año habrá elecciones generales.
La alianza oficialista del partido en el gobierno, VAMOS, junto a bancadas afines (FCN-Nación, VIVA, BIEN, PAN, TODOS, UCN, Prosperidad y Humanistas), en alianza con la UNE dirigida por Sandra Torres, aprobó el presupuesto. Esto después de que otras agrupaciones rompieran con la alianza oficialista por puro cálculo electoral, es decir, Unionistas y VALOR de Zury Ríos, quienes le apuestan a ejecutar obras en diversos municipios y promover el clientelismo por medio de los fondos públicos.
A eso se suma el plan del partido VAMOS, que busca que la mayor cantidad posible de alcaldes se le sumen y lograr lo que ningún otro partido desde la apertura democrático burguesa de 1985 ha logrado, la reelección. Como parte de esta estrategia esta la aprobación de una serie de reformas a la Ley de Contrataciones del Estado, que permitirá a las municipalidades contratar obras y servicios por montos elevados sin ningún tipo de control.
Esto va de la mano con el hecho de que en los últimos 20 años han aparecido nuevas fracciones de la burguesía que se han enriquecido por medio de recibir concesiones, realizar obras de infraestructura y proveer bienes y servicios al Estado, pero sobre todo a las municipalidades. Alrededor de Giammattei están girando estos sectores emergentes de la burguesía.
Según el vespertino La Hora, este sería el presupuesto más grande de la historia, cuyo monto fue de Q113,985 millones, lo que representa un aumento de Q1,636,97 más de lo solicitado (Q112,194.8 millones) por el MINFIN. Para diversos analistas, cita ese diario, el presupuesto está hecho en base a sobreestimaciones de lo que recaude en 2023 la Superintendencia de Administración Tributaria, de alrededor de Q88 mil millones, y tal recaudación fiscal estaría en la percepción de los funcionaros por el crecimiento de las remesas para 2022, de US$17,600 millones (Diario La Hora, 18/10/2022).
A simple vista pareciera que un aumento del presupuesto sería positivo porque implicaría una mayor distribución de la riqueza, pero el destino de recursos para las municipalidades y por medio de ellas a los Consejos de Desarrollo Municipal y Comunitarios, para lo cual se contempla una partida de Q37,104 millones, tienen una finalidad electoral.
La mayoría de estos fondos se va para funcionamiento y muy poco para inversión pública. Sobre el tema hay un debate relacionado al cumplimiento los pactos colectivos para trabajadores de salud y educación, pues la mayoría de los centros de pensamiento de derecha y una serie de analistas progresistas consideran esto negativo, cuando nuestra opinión ha sido siempre que satisfacer estos derechos laborales colectivos, es una forma de garantizar la calidad de los servicios. De hecho, el Ministerio de Educación pidió Q22 mil 247.9 millones; de eso, Q420 millones serán para ejecutar un reajuste salarial del 3 por ciento para 133 mil 545 empleados de esa cartera.
Por otro lado, se ha asignado Q37 mil millones en Obligaciones del Estado a Cargo del Tesoro, es decir para el pago de deuda, donde se incluye a las municipalidades y Consejos de Desarrollo, las cuales tienen distintas obras de arrastre que no han pagado, sobre todo en obras públicas. A raíz de las medidas de emergencia que se realizaron con respecto al COVID 19 y producto de la crisis económica, el Estado guatemalteco ha tenido un aumento de la cantidad de deuda con relación al PIB, debido a que, pese al optimismo de los funcionarios fiscales sobre el aumento de la recaudación esta tiene como bases impuestos de carácter regresivo centrado en el consumidor y no en las ganancias.
De igual forma, se registra aumentos a varias instituciones como la Procuraduría de los Derechos Humanos o al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, el cual se estima un techo de presupuesto de Q1 mil 200 millones, centrado en el pago de la cuota del Estado como patrono para el pago de los programas de Enfermedad y Maternidad, que representa Q759.1 millones y en menor medida al programa de Invalidez, Vejez y Sobrevivencia.
Recordemos que en el año 2020 hubo fuertes manifestaciones contra el intento de presupuesto que se quería aprobar, el cual a todas luces no tenía un sustento técnico relacionado con inversión pública. Esta vez el proyecto de presupuesto es de carácter más regresivo, busca consolidar el grupo de poder del partido VAMOS y sus aliados, por ende, es de suma importancia la lucha contra este proyecto presupuestal.