Hermanas y hermanos:
1. Es sabido por todas y todos que el régimen de Pepe Lobo es continuador del golpe de estado, que las instituciones y poderes del estado acogen y protegen no solo a los golpistas de ayer sino también a los de mañana, que sus instituciones son refugio de criminales, asesinos y corruptos, en esto nada ha cambiado nuestra realidad nacional desde el 28 de junio de 2009.
2. Se sabe además que los grupos de poder oligárquico, han dado un golpe de estado para quedarse y sumir en el más sombrío de los paisajes a nuestra patria: en apenas un año derogaron “por error” el estatuto del docente hondureño, declararon inconstitucional el decreto 18-2008, han privatizado nuestros ríos, han aprobado reformas constitucionales para ceder a poderes extranjeros nuestro territorio y soberanía nacional, han aprobado la ley anti terrorista, están cerrando hostigando y coartando la libertad de expresión comunitaria y nacional, han implementado una estrategia de seguridad basada en la represión sistemática con miembros y miembras de la resistencia nacional, mantienen la persecución contra Manuel Zelaya Rosales coordinador de F.N.R.P y otros exiliados y exiliadas. Se han destruido sindicatos, han declarado un guerra abierta contra las y los campesinos que reclaman tierra para vivir y sembrar y han eliminado de un plumazo las conquistas de protección laboral de millones de hondureñas y hondureñas.
3. Debemos de reconocer la poca oposición que desde las organizaciones populares y desde nuestro Frente Nacional de Resistencia Popular hemos hecho a esta imposición de un régimen conservador y retrogrado similar a las peores dictaduras de nuestra historia.
4. Cabe preguntarse: ¿Por qué no hemos sido capaces de enfrentar al régimen y su barbarie?, tal vez, la respuesta es sencilla, se esta más ocupado en asegurar cuotas de poder al interior del FNRP y de imponer la lógica electoral frente a la próxima asamblea del 26 de febrero que de construir alternativas de poder popular que golpeen y hagan derrumbar al régimen.
5. La decisión de meterse de cabeza en un proceso electoral sin condiciones democráticas es para nosotros como ir a participar en el circo de los golpistas o un partido en cancha de los golpistas, con árbitro golpista y con las reglas de los golpistas, eso de entrar en un juego de esta naturaleza conlleva el peligro de arrastrar al Frente a una derrota de carácter estratégico más allá de lo calculable o imaginable. ¿Cuál es la prisa de algunos dirigentes de meterse en campaña política en las actuales y desfavorables condiciones?
6. Creemos que en un escenario electoral, el F.N.R.P. se presentaría dividido ya que la mayoría de los resistentes no vamos a legitimar al régimen ni ahora ni nunca, más aún, los que se desesperan por ir a la campaña política por razones más personales y de grupo que por una motivación refundacional, están igualmente divididos. ¿Qué les espera entonces a los que se embarquen en esta lucha electoral?,
7. Si estamos claros y claras que participar en las próximas elecciones solo va a servir para blanquear el golpe de estado, para legitimar el moribundo sistema político actual y para elevar el perfil de “demócratas” de todos los criminales y corruptos que forman parte de la clase política empresarial, por qué empeñarse en sacrificar las aspiraciones del pueblo en resistencia, por qué apostar a la división y la atomización del movimiento popular en un momento en que deberíamos avanzar en ampliar las alianzas sociales, generar más conciencia de clase, ganar espacios y poder territorial, golpear al régimen desde sus debilidades, fortalecer las estructuras locales y territoriales del Frente. Por qué empeñarse en montar una paralela al FNRP con un llamado Frente Amplio o un partido, que lo único que hará será concentrar el poder de decisión política en un grupo de iluminados electorales y utilizar a los sectores populares como “votantes”. O sea, lo mismo de siempre pero con variación de colores.
Por eso hermanas y hermanos:
8. Si el FNRP ha definido claramente sus líneas de lucha, sus objetivos y su carácter en sus asambleas de Siguatepeque y Tocoa y además, en el ejercicio de la democracia directa se obtuvieron más de 1 millón 350, mil declaraciones soberanas, que son un claro mandato para avanzar hacia la refundación nacional, por medio de una Asamblea Nacional Constituyente Popular y Democrática, Autoconvocada.
Nos preguntamos entonces, ¿Por qué algunos miembros de la conducción del Frente no quieren darle cumplimiento a las declaraciones soberanas?
Proponemos:
1- Que los puntos a abordar en la asamblea sean el acordar mecanismos para impulsar la constituyente para la refundación de Honduras a partir del mandato de las declaraciones soberanas,
2- Además un plan de lucha para el retorno de los exiliados y exiliadas incluyendo al presidente de la república Manuel Zelaya Rosales,
3- Así mismo, acciones que nos permitan acorralar y hacer colapsar este oprobioso régimen que nos oprime aprovechando la creatividad y experiencia popular en cada territorio, región o departamento,
4- Aprovechar la asamblea para tomar decisiones que sirvan para fortalecer el FNRP en el sentido de iniciar un proceso democratizador interno y que sea un ejemplo de la sociedad a la que aspiramos todas y todos, reconociendo el derecho a la revocación de mandatos, la elección por la asamblea de todas y todos los coordinadores de las comisiones que integren el Frente (política, comunicación, formación, internacional, etc.) basado en los principios de inclusión, transparencia, diversidad y pluriculturalidad.
5- Comisionar un plan que nos permita articular el proyecto refundacional del país a partir de la construcción del poder popular desde abajo, por sociedad justa, humana, incluyente y emancipada donde participen todos las organizaciones y colectivos y delegados y delgadas del país. Una gran consulta y debate nacional.
Finalmente:
Hermanas y hermanos:
No permitamos que el oportunismo y los intereses personales y de grupos dividan al Frente, no permitamos que esta Asamblea del 26 de febrero se convierta en una derrota para el pueblo en resistencia.
Nuestro deseo es que esta Asamblea sea un triunfo de la unidad como lo señaló Manuel Zelaya, avancemos entonces en fortalecer al FNRP para la refundación nacional, desde abajo, desmontando los múltiples formas de dominación: capitalismo, patriarcado y racismo.
Las elecciones pueden ser una forma de lucha pero en condiciones favorables para el pueblo; en condiciones de dictadura la prioridad es derrocar la dictadura.
La Esperanza Intibucá 8 de febrero del 2,011.
CONSEJO CÍVICO DE ORGANIZACIONES POPULARES E INDÍGENAS DE HONDURAS COPINH