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Por Maximiliano Fuentes

La semana anterior la Corte Suprema de Justicia anunciaba a través de los medios de comunicación la anulación de los juicios por los supuestos delitos de corrupción y malversación de fondos que se le imputaban al ex presidente José Manuel Zelaya Rosales. Cabe señalar que dicha anulación se realiza días después de las negociaciones realizadas en Cartagena de Indias, bajo la mediación del Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el Presidente de Colombia, José Manuel Santos.

Resulta evidente, que la anulación de los juicios contra Zelaya es uno de los principales requerimientos de Chávez y de los Estados organizados en UNASUR para respaldar al Estado de Honduras ante la Organización de Estados Americanos (OEA). Desde hace un tiempo que el Presidente ilegitimo Porfirio Lobo viene abogando por la anulación de los juicios contra Zelaya, no por ser un caballero o por querer hacer justicia, sino más bien para lograr el respaldo y el reconocimiento de todos aquellos gobiernos que ponían como condición el retorno del Presidente defenestrado por un golpe de Estado el pasado 28 de junio de 2009.

Desde hace mucho tiempo, desde el PSOCA hemos venido señalando el legítimo derecho del Ex Presidente Zelaya de retornar a su país con las mismas garantías de todo ciudadano. Sin embargo, en esta ocasión su retorno está condicionado a la entrega de las banderas de lucha de la Resistencia. El mismo Roberto Michelleti ha manifestado que Zelaya “….no propiciará "ningún cambio político en el país..” Semejante enunciado, nos lleva a inferir que el retorno de Mel está condicionado por su silencio político y la entrega de las banderas de lucha por la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente amplia, participativa y popular.

No se deja de dudar de la insistencia de Michelleti sobre el retorno de Zelaya, sobre todo porque durante los meses de dictadura manifestaba tácitamente sobre los crimines políticos del ex gobernante, eso nos indica en gran medida el rumbo de la negociaciones y el condicionamiento político de Zelaya. “…..Lo más importante en este momento es obedecer las decisiones de la Corte Suprema de Justicia que recientemente ratificó la anulación de juicios contra Zelaya. En este momento tomaron una decisión, hay que respetarla. Lo harán por acto legal, de justicia, por tranquilidad, por cualquier cosa que lo hayan hecho, nosotros los hondureños tenemos que respetar la decisión", declaró Micheletti.” (El Heraldo 12/05/2011)

El blanqueamiento del golpe de Estado

Las negociaciones de Cartagenas y de Caracas ha contribuido en gran medida para lograr el respaldo internacional del gobierno ilegitimo de Porfirio Lobo y de esa manera acelerar la reincorporación de Honduras a la OEA. “El departamento de Estado se ha referido sobre la resolución de la corte de apelaciones; en ese sentido, “la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, se mostró ayer "confiada" en que Honduras volverá a la Organización de Estados Americanos (OEA) luego de la anulación de los procesos por corrupción al expresidente Manuel Zelaya (…) "Ahora que los obstáculos para que el retorno del ex presidente Zelaya han sido eliminados, confío en que pronto daremos la bienvenida a Honduras como miembro pleno del sistema interamericano.” (El Heraldo 12/05/2011)

Esta tan adelanto el proceso de negociación que la OEA abordó el día viernes 13 de Mayo la situación de Honduras tras la anulación de los juicios de Zelaya. “Los miembros del Consejo Permanente del organismo fueron convocados en las últimas horas a una "sesión privada" para tratar el tema de Honduras y su reinserción a la OEA”. Y es que la suspensión de los procesos judiciales a Zelaya ha allanado el camino para que el país normalice su situación ante la comunidad internacional. El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, ha afirmado que la anulación de los procesos ha puesto fin a la situación jurídica de Zelaya. "De conformidad con el artículo 39 del Reglamento del Consejo Permanente, la Presidencia ha convocado a una sesión privada para las 2:30 pm del viernes 13 de mayo de 2011, en el Salón José Gustavo Guerrero. El tema a tratar en dicha sesión privada será Honduras", dice la comunicación girada por la OEA.

Varios países han iniciado gestiones en los últimos días para agilizar el regreso de Honduras a la OEA. Estados Unidos ha afirmado que el retorno hace tiempo debió ocurrir. En iguales términos se pronuncia El Salvador, Panamá, Colombia y Guatemala.

El Salvador planteó que el Consejo Permanente convoque a una Asamblea Extraordinaria para definir el regreso de Honduras a la OEA antes de la asamblea general que se realizará del 5 al 7 de junio próximo en la ciudad de San Salvador. “El Consejo Permanente podría decidir hoy si convoca o no a una asamblea extraordinaria para definir el regreso a la OEA.” (El Heraldo 13/05/2011)

Sin duda alguna la suerte está echada, el proceso de negociación iniciado en Cartagena y continuado en Caracas ha acelerado el proceso de negociación entre los golpistas y la Resistencia. Evidentemente, los grandes beneficiados han sido las fuerzas oligárquicas y empresariales del país, junto los Estados Unidos que ha orientado de forma astuta el proceso de reconocimiento y legitimidad del gobierno ilegitimo de Porfirio Lobo. Claro está, toda negociación se establece bajo acuerdos y algunas concesiones, en este caso el retorno de Zelaya está condicionado a sus pretensiones de modificar o cambiar el injusto basamento jurídico de la sociedad hondureña. Es más, esta condicionado a que sea el propio FNRP en el que desincentive a la población hondureña a que no se movilice en contra de los planes de ajuste y de miseria del gobierno de Lobo, y los planes de ajuste de los organismos internacionales de crédito.

Contrario a la necesidad de democratizar Honduras en beneficio de los pobres, la exigencia de lograr la inscripción legal del FNRP como una nueva fuerza política, refuerza la estrategia de los Estados Unidos de desviar los procesos de transformación social al terreno de los comicios electorales. Política muy bien tejida y diseñada que ha detenido y frenado procesos revolucionarios de la región, tal y como ha sucedido con los procesos insurreccionales en El Salvador y Nicaragua. Para el imperialismo, se trata de canalizar el descontento y la presión social a través de procesos electorales, otorgando ciertas cuotas de poder las organizaciones de masas. La idea de refundación o la transformación revolucionaria por la insurrección popular queda diluida y olvidada.

La inscripción del FNRP como fuerza política

Parte de los acuerdos contempla la inscripción del FNRP como fuerza política, es decir que se aceptará la inscripción del Frente como partido político ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE). No es casual que Enrique Ortez Sequeira manifieste que: “Honduras se apresta a entrar a un proceso electoral atípico en el que podrán debutar nuevos actores que encontrarán un ambiente favorable, transparente y un organismo electoral cada vez más comprometido con la causa nacional”. A este funcionario electoral le tocará asumir la responsabilidad histórica de inscribir como partido político al FNRP, una nueva fuerza política cuyo reconocimiento como tal es parte de los cuatro puntos exigidos por el ex presidente Zelaya, como condición para retornar al país.

Bajo este contexto, Ortez Sequeira hizo un llamado a los dirigentes del FNRP a “que soliciten la inscripción este año, que no es político, para que le dé al TSE el espacio suficiente de tiempo para cotejar firmas y revisar el resto de documentos que seguramente presentará la nueva entidad política.” (El Heraldo 12/05/2011)

Como podemos observar, todo se ha dado conforme a lo estipulado en las negociaciones, y aunque la asamblea del FNRP del 26 de Febrero decidió no participar del próximo proceso electoral, Manuel Zelaya, Coordinador Nacional, junto a Juan Barahona, están encaminando al FNRP a participar en el próximo proceso electoral, desobedeciendo la decisión tomada por la mayoría de los delegados en la Asamblea del 26 de Febrero, en el Instituto Central Vicente Cáceres. Pero lo peor de todo, se ha dejado a un lado las banderas de la lucha y la movilización, se ha dejado a su suerte los 305 maestros suspendidos por el gobierno ilegitimo y que algunos de ellos se encuentran en huelga de hambre en los bajos del Congreso Nacional.

¿A dónde vamos?

No hay un plan de lucha para hacerle frente a la embestida económica del gobierno y por ello se ha aplicado a cabalidad sus planes de ajuste y de miseria. Los aumentos constantes de los combustibles han posibilitado y determinado aumentos incesantes a los artículos de primera necesidad, y de los servicios públicos. La capacidad adquisitiva del pueblo se ve en detrimento debido a los altos costos y la inflación desmedida; por otro lado, la calidad de vida disminuye y la población no puede acceder a la salud y a la educación y mucho menos acceder a trabajos dignos y bien remunerados. Se irrespeta la libertad de organización y sindical, así como el sistema de pensiones y jubilaciones de los empleados públicos, Los maestros públicos no han recibido aumentos debido a la desindexación salarial y a la violación continua de los estatutos gremiales.

Desafortunadamente esa es la realidad económica de un pueblo que ha sido expoliado y fuertemente violentado en sus derechos y garantías. Es por todo ello, que desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hacemos un llamado a las bases de la resistencia, de las centrales obreras, organizaciones magisteriales, gremiales y sindicales para exigir una rendición de cuentas de sus dirigentes y a desconfiar de las negociaciones secretas y a sus espaldas. Debemos de rechazar los acuerdos que son firmados a espaldas de las bases y que dejan a un lado las banderas de lucha de la clase obrera hondureña.

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