Por Carlos Alberto Funes
Aunque para muchos hondureños, principalmente miembros de la resistencia o pertenecientes al gremio magisterial, el despido de Alejandro Ventura del Ministerio de Educación, obedece a una decisión del régimen por la ineficacia del mismo en cuanto a solventar el pago de miles de docentes, debemos aclarar que están totalmente equivocados. Si hay un peón que cumplió al pie de la letra sus órdenes, este es Alejandro Ventura.
Las hazañas de Ventura
Logró lo que Maduro, Porfirio Lobo y Carlos Ávila Molina –alias Chuky- no pudieron en el gobierno del primero (2002-2006). Son diversos las violaciones a la Ley, que Ventura logró en sus dos años al frente del Ministerio de Educación con el beneplácito del Poder Ejecutivo y el Congreso Nacional.
Primero se recordará que Ventura con su ex colegio Pricphma fueron los autores principales para dividir al magisterio en la lucha contra el Golpe de Estado, esto lo repitieron en las luchas netamente gremiales que se realizaron en el 2010 y 2011. Ya con un magisterio dividido le fue más fácil para desmovilizar el sector más beligerante de las últimas décadas. Para recordar algunas tareas cumplidas -fielmente por el ahora ex ministro- mencionaremos la convocatoria que el representante del Ejecutivo hizo -solo con la venia del PRICPHMA, su sector aliado en ese entonces- a un concurso para Directores Distritales y Departamentales, este sirvió para contratar el engranaje administrativo que luego sirvió para reprimir al magisterio con la deducción de salarios, maestros suspendidos, y listas interminables de maestros fantasmas o fenecidos que no recibían su salario a tiempo, sino hasta que demostraban que estaban trabando, vivitos y coleando.
Aprobó un decreto donde únicamente él tenía la potestad de autorizar los nombramientos de plazas, logró un Decreto de Emergencia Nacional en Educación que sirvió para suspender a 303 maestros, logró otro Decreto que impide hasta ahora, la división de estructuras presupuestarias y que mantiene en vilo a muchos docentes interinos que no pueden ser nombrados en propiedad por la aplicación del mismo. Este último solo evita que el régimen nombre docentes en aquellas plazas vacantes, de esta forma el Estado se ahorre millonarias cantidades que destinadas a educación. Y, el tristemente célebre Ministro terminó contribuyendo para que se aprobara las reformas a la Ley del Inprema y la Nueva Ley General de Educación.
¿Quién más hubiera sido eficiente para el régimen de Lobo-Hernández? Por supuesto que ningún otro, fue fiel a los dictados del fondo, de la empresa privada, de las estructuras golpistas y sobre todo; a las órdenes del Porfirio Lobo y de Juan Orlando Hernández.
Destitución de Ventura: ¿triunfo del magisterio?
Lo único cierto en esta destitución es que el magisterio con más de 60,000 docentes implica un caudal electoral de más de 100,000 votos. Cantidad significativa para inclinar la balanza en una contienda electoral, aparte de lo que significa el voto directo también tenemos a más de 60,000 docentes contando las penurias a las que les ha sometido el régimen. Por eso el régimen quiere lavarse la cara y hacer creer que el despido del ex Ministro fue por su incapacidad de pagarle lo que se le adeuda al magisterio. Si ese fuera un argumento verdadero, nos atrevemos a decir que el nuevo ministro no durará ni un tan solo mes.
Sería un grave error el alegrarse por la destitución de Ventura una vez que las conquistas se han perdido, cualquier otro que venga será para endulzar al magisterio y su dirigencia ya que este año es político al igual que el siguiente. Ya se cometió un error cuando se le hizo creer a la resistencia que la firma de los Acuerdos de Cartagena fue un triunfo de la lucha del FNRP, cuando la firma de dicho acuerdo significó el sello de la derrota.
Ahora al magisterio no le queda más que hacer las asambleas democráticas para discutir los balances de las luchas pasadas y definir una estrategia de lucha que involucre a los padres, madres de familia y alumnos.
Un miembro del FNRP: nuevo Ministro de Educación
Parece insólito pero el nuevo el nuevo Ministro de Educación es Marlon Escoto, amigo íntimo de Porfirio Lobo y de Manuel Zelaya, si Marlon aún se considera miembro de la resistencia significa que el FNRP tiene un militante como Ministro en el régimen de Lobo-Hernández. Tal y como lo manifestara el señor Jorge Yanes en un intercambio de correos con otro militante del FNRP, aludiendo al nuevo Ministro de Educación: “…para su información es la persona con la mayor popularidad en Catacamas, tanto como líder de la resistencia, como Rector de la UNA y como un ejemplo de lucha y tesón orgullo de Honduras…Mis respetos para El Dr. Escoto y de acuerdo a las encuestas el será uno de los que represente a este municipio ante la asamblea nacional del 26 de febrero porque es la gente que necesita es país”
Si Marlon Escoto es consecuente con su lucha, entonces debe demostrarlo exigiéndole al Poder Ejecutivo y Legislativo que derogue todas esas leyes lesivas al magisterio hondureño y que Ventura aprobara sin compasión alguna, que no vengan a endulzar al magisterio con un ridículo aumento que ya ha sido absorbido con creces por la canasta básica y el combustible, en todos estos 3 años de salario congelado.
De no ser así, Marlon Escoto solo habrá cumplido su misión al frente del Ministerio de Educación, al igual que lo hizo Carlos Ávila Molina o Alejandro Ventura.