Por Máximo Luján
El incumplimiento del gobierno en entregar el denominado “Bono de transporte” a todos los estudiantes inscritos en los distintos centros educativos, llevó a un considerable sector estudiantil excluido del beneficio estatal a realizar jornadas de protesta y a paralizar las actividades académicas en algunos centros educativos.
Incremento de 200 Lempiras
La lucha del sector estudiantil en la exigencia de sus demandas ha sido ardua y el cumplimiento de las mismas por las autoridades ha sido lento. Por años los estudiantes de secundaria se han enfrentado a gobiernos demagogos y apáticos hacia sus necesidades básicas. Esta vez, la lucha por el incremento del bono estudiantil provocó una serie de medidas represivas, pero al final el gobierno tuvo que ceder ante el reclamo de los estudiantes.
La cifra aprobada por el presente gobierno equivale a 600 lempiras; anteriormente, los estudiantes recibían el subsidio por un valor de 400 lempiras. Este aumento representa para el Estado, un desembolso de 60 millones de lempiras, cifra que se encuentra a la disposición y se entregará de manera gradual, según lo manifestado por el ministro de Educación Marlon Escoto.
Protesta desorganizada ante la falta de una dirección estudiantil
La aprobación y entrega del bono ha causado enormes revueltas en las calles y centros educativos por parte de aquellos estudiantes que se vieron excluidos del subsidio. Por otro lado, los estudiantes beneficiados incurrieron en riñas y relajo por el cobro del mismo. Tal situación obligó al ministro de Educación a suspender la entrega de los bonos por los disturbios y daños a las agencias bancarias causados por los estudiantes. Además, la secretaría de Educación amenazó con sancionar a los “Estudiantes Revoltosos” que reclamen cualquier derecho en las calles y centros educativos.
El caos, los actos vandálicos y bochornosos de los cuales se quejan las autoridades educativas, son producto de la intransigencia de la Secretaría de Educación al no asumir con responsabilidad y franqueza el tema del subsidio. El ministro Marlon Escoto no da una respuesta concreta del porqué de la exclusión de muchos estudiantes de escasos recursos económicos, aglutinados en los distintos centros educativos de la capital, que en años anteriores recibían el subsidio y esta vez se les suspendió. Si el tema es de carácter económico y el gobierno no puede resolver el pago a todo el estudiantado por el impacto que causa el aumento de 200 lempiras, el ministro debe ser franco y brindar una salida inmediata a los intereses del estudiantado.
En el caso de los estudiantes, la falta de un frente estudiantil conformado por representantes de cada una de las instituciones afectadas, condujo a este tipo de acciones improvisadas y aisladas. La convocatoria de los estudiantes a marchas y tomas en defensa de sus intereses, no genera el impacto deseado. El problema es simple: no hay ninguna dirección que plantee la política y acciones que deben tomar las bases ante tales circunstancias. Frente a esta debilidad coyuntural, los estudiantes incurren en acciones que afectan a reconocidos sectores populares y de lucha, dañando la propiedad privada y la integridad física de líderes y personas ajenas a la lucha.
Por un frente de unidad estudiantil
El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) ante tales circunstancias propone la conformación de un frente de dirección estudiantil que aglutine a los mejores cuadros de los Institutos de cada sector o región. Que esta dirección se supedite a las bases estudiantiles y juegue el siguiente rol: Elaborar una campaña de concientización entre la base estudiantil sobre el papel que les toca desempeñar; movilizar a los estudiantes y elaborar asambleas donde la base decida la política y las acciones a tomar; unificar la lucha con todos los sectores populares que de igual manera reclaman sus derechos; que la dirección y las bases luchen permanentemente por desbaratar los planes de ajuste económico impuesto por los organismos financieros internacionales, que de igual forma afectan el desarrollo de la educación, recortando los fondos para el financiamiento de becas, construcción de nuevos centros educativos, mantenimiento de estructura y mobiliario, contratación y pago de docentes; la lucha permanente por una educación de calidad y sin exclusión alguna.
Al gobierno de Porfirio Lobo Sosa y al ministro de Educación Marlon Escoto, les exigimos el pago inmediato a todos los estudiantes inscritos sin excusa alguna; es obligación del Estado proporcionar todos los medios necesarios para una educación de calidad, gratuita y laica.