En conferencia de prensa, abordo el tema del Estatuto de Protección Temporal (TPS), al que están acogidos unos 78.000 hondureños, que expira el 5 de enero de 2009 y cuya renovación ha pedido Honduras. El nuevo embajador yanqui mencionó literalmente que se iba "revisar en los próximos meses y antes de que se expire en enero, y eso es una decisión de nuestro Gobierno".

“Sólidas relaciones”

Casi al mismo tiempo, la embajada norteamericana dio a conocer un famoso comunicado en el que afirmaba que “Honduras y los Estados Unidos de América tienen tradicionales lazos de amistad y una fuerte relación de cooperación (…) En algunas ocasiones tendremos desacuerdos, esto es normal en las relaciones entre dos países amigos. Estos desacuerdos no afectarán el estado de las sólidas relaciones entre Honduras y los Estados Unidos y tampoco nuestra política exterior hacia Honduras”

Y para aquellos que habían soñado en que Mel Zelaya se había transformado en un revolucionario antiimperialista, el embajador Llorens indicó que acompañará a Zelaya en la visita que hará a Estados Unidos con motivo de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Con todo este juego de "ni chicha ni limonada" queda claro que no hay una postura revolucionaria por parte de Mel Zelaya y su corriente, y que es un hábil oportunista. Como un transexual político, en esta ocasión Zelaya afirmó que Estados Unidos es un “país amigo y aliado”. Con estas palabras contradijo su propio discurso y las consignas que coreó junto al presidente Hugo Chávez durante el acto de adhesión al Alba, ante la presencia de los más destacados dirigentes del movimiento popular, quienes quedaron hipnotizados con el discurso de Mel Zelaya.

Ilusiones reformistas

El discurso "anti-yanqui" de Mel Zelaya quedó atrás, por el momento. Claudicó al imperio con esta conducta servil. No debemos quitar el dedo del renglón. No le podemos pedir a Mel Zelaya que se transforme en socialista, jamás lo hará, pero al menos que sea consecuente con su discurso a favor de la dignidad y la soberanía nacional.

Podemos entender que Mel Zelaya hace maniobras oportunistas para engañar al pueblo, todos los burgueses las hacen, y nosotros los revolucionarios socialistas debemos combatirlas implacablemente, pero la dirigencia del movimiento sindical y popular no debe caer en la trampa. Los compañeros del Bloque Popular deben revisar su política sobre el gobierno de Mel Zelaya. La dirigencia sindical y la dirigencia del movimiento popular deben mantenerse en pie de lucha contra el actual gobierno, y no confiar en sus cantos de sirena. Cualquier apoyo político al gobierno burgués, lejos de beneficiar al pueblo solo se sirve para desarrollar ilusiones reformistas en las masas, las adormecen, las debilitan, le hacen la comparsa y fortalecen la popularidad de la fracción burguesa en el poder.

¿En busca de la reelección?

Queda claro que para paralizar el ascenso de las luchas populares, Mel Zelaya se vistió de revolucionario, le ofreció al movimiento popular un plato de lentejas: el supuesto apoyo a la ley de Aguas. También queda claro que el grupo de Mel Zelaya va a utilizar los recursos financieros de PETROCARIBE para montar sus propios negocios. Pero en el contexto de la pugna inter burguesa con la fracción de Roberto Micheletti, presidente del Congreso Nacional, y con los cachurecos del Partido Nacional, resulta obvio que la corriente que lidera Mel Zelaya, dentro del gobernante Partido Liberal, planea una continuidad en el gobierno.

Todavía no queda claro si busca la reelección de Mel o si tiene listo a un títere para que continúe con la farsa. Pero los aumentos de salarios a los empleados públicos, la tímida retorica de izquierda, el acercamiento a la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP), la adhesión al ALBA, etc, nos indican que la corriente de Mel Zelaya está creando la base social necesaria para mantenerse en el poder, sea través de la convocatoria de una Asamblea Constituyente, o de una difícil reforma constitucional en busca de la reelección, o del nombramiento de un sucesor momentáneo.

¿Y la lista negra?

Mientras la dirigencia sindical y del Movimiento Popular está obnubilada con los discursos y zigzag políticos de Mel Zelaya, la izquierda está olvidando una de las características más siniestras y sangrientas del régimen político en Honduras: los selectivos asesinatos políticos. Paralela a la ruta circense del “comandante vaquero”, las fuerzas de seguridad continúan asesinando a los luchadores.

Recientemente se encontró de la manera más insólita (¿no será que la filtraron para atemorizar?) una lista con las direcciones y nombres de los principales dirigentes de las organizaciones sindicales y populares, catalogados de “grupo de presión formal e informal”. Algunos de los mencionados ya fueron asesinados, como es el caso de Altagracia Fuentes, dirigente de la Central de Trabajadores de Honduras (CTH). Recientemente sufrió un atentado, en el cual salió gravemente herido, el abogado Luis Javier Santos, quien en su trayectoria como Fiscal había estado al frente de casos de corrupción en contra de grandes corporaciones municipales, ex alcaldes y otros que lamentablemente gozan de impunidad, entre ellos Óscar Kilgore y Rodolfo Padilla Sunceri.

Mediante la metralla del ataque de sicarios, pagados por conocidos políticos corruptos, pretenden apagar las luces de dignidad que se levantan en medio de estas oscuras Honduras, La represión, las desapariciones y los asesinatos selectivos, no terminaron en la década de los 80´s, sino que recrudece bajo el gobierno del “comandante vaquero” y quedan impunes tales como el asesinato del compañero dirigente campesino Edickson Roberto Lemus, Altagracia Fuentes, y los recientes asesinatos de los campesinos del CREM en la región del bajo Aguan. Hasta la fecha hay muchos nombres enlistados como sospechosos pero no hay un culpable que responda por estas vidas, ni autoridades dispuestas a desenmascarar a los verdaderos asesinos.

Reagrupar a los revolucionarios

Después del triste show del “comandante vaquero”, esta realidad marcada con sangre y amenazas debemos enfrentarla unidos como un solo puño. Esta falsa línea populista del gobierno de Mel Zelaya debe ser combatida sin tregua. Retomemos el camino combativo en la defensa de nuestros intereses y vayamos de la mano hermanos de clase, trabajadores, obreros, estudiantes, hombres y mujeres. Nosotros somos pueblo, unidos somos MAS. Que no nos dividan intereses propios ni sectarismos. Acabemos con esta jugarreta. No permitamos que manipulen a las masas que componen el movimiento popular, al son de las canciones populistas de los legionarios reaccionarios de este gobierno y de los representantes de la burguesía nacional.