Por Justo Severo Izquierdo
La Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (HONDUTEL), creada en 1976, es junto a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), creada en 1957, uno de los pilares de los servicios básicos aun en manos del Estado. Ambas empresas fueron creadas cuando prevalecía la mentalidad de que el Estado debía controlar los servicios básicos. Ahora bajo el neoliberalismo, existe la mentalidad contraria, y por ello, desde hace tiempo, quieren quebrar y rematar estas dos empresas fundamentales para el pueblo de Honduras.
Comiéndose a la gallina de los huevos de oro
HONDUTEL pasa por la peor pesadilla de su historia. La situación de calamidad financiera en que se encuentra, apunta a que desaparecerá como institución estatal. Eso es lo que quiere la camarilla gobernante.
La solidez económica con que contaba la empresa telefónica en décadas anteriores se vino abajo como producto de la mala administración, impuesta por autoridades que llegaron en su momento a saquear y hacer de HONDUTEL su negocio personal. El historial de corrupción en HONDUTEL siempre fue denunciado por los trabajadores y los sindicatos.
Por otro lado, la enorme indiferencia que han demostrado los gobiernos anteriores en resolver la crisis, ha orillado a la empresa a permanecer en agonía. Ahí es donde la quieren sacrificar, vender o rematar.
HONDUTEL, como empresa del Estado, por muchos años le prestó al mismo gobierno ayuda financiera que sirvió de colchón para solventar las necesidades en otras dependencias, por la alta rentabilidad que tuvo en su momento. Ante esta realidad, los gobiernos se han preocupado más por exprimir a la empresa estatal telefónica y concesionar a empresas extranjeras derechos de explotación a través de bandas telefónicas que le crean una desventaja competitiva a la institución, que por buscar una salida coherente para el beneficio de las grandes mayorías.
Plan de Rescate del gobierno huele a privatización
HODUTEL cerró el año 2012 con un déficit operativo de 305.4 millones de lempiras, mientras que los ingresos por venta de servicios fueron menores en 1,078.4 millones (El Heraldo 15/2/2013). La empresa por cada mes que transcurre pierde en su flujo de caja cerca de 20 millones de lempiras. El gobierno de Porfirio Lobo Sosa ante tal descalabro nombró una comisión interventora después de la salida de Romeo Vásquez Velásquez, que dejó de fungir en el cargo el 18 de enero para dedicarse a su proyecto político como candidato del Partido Alianza Patriótica de Honduras.
La Comisión Interventora, representada por Jesús Castellanos, exgerente de HONDUTEL y Orlando Mejía, presidente de SITRATELH, pretende salvar a la institución, pero para eso debe seguir algunos lineamientos que le impone el sistema neoliberal.
Un ejemplo claro son las declaraciones del sub secretario de presupuesto de la Secretaría de finanzas de Honduras, Carlos Borjas Castejón, quien sostiene que “para sanear Hondutel destacan el recorte de personal y un agresivo plan de inversiones”. Otra medida planteada por Borjas es la venta del 49% de las acciones a la Empresa Hondureña de Telefonía Móvil (MOVITELH).
Además, están creando medidas de austeridad para reducir el gasto corriente de la empresa, que se encuentra al borde de la quiebra. Entre estas: todas las compras quedarán congeladas temporalmente, al igual que aquellas acciones del personal que impliquen erogaciones, hasta costos adicionales; la reducción del presupuesto de 3,115.6 que es el vigente a 2,785.9 millones. (El Tiempo 19/2/13) Otro dato curioso es el globo sonda en los medios de comunicación, de brindar la cifra del costo de HONDUTEL para el que quiera comprarla, su precio es de 210 millones de dólares. Todas estas medidas son un fiel reflejo de las disposiciones de vender y privatizar HONDUTEL.
Luchemos por el control y administración obrera
Ante la crisis que enfrenta HONDUTEL, el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) propone a los trabajadores y todos los sectores, organizados y no organizados, la defensa de HONDUTEL como empresa del Estado.
Los sindicatos de HONDUTEL deben unirse para imponer el control de los trabajadores sobre la administración. Debemos luchar para se hagan públicos los libros contables para combatir la corrupción y que las finanzas se manejen con transparencia.
Debemos exigir la realización de asambleas democráticas en las que se discutan las salidas para defender a la estatal telefónica. Debemos oponernos a la privatización, total o parcial. La experiencia indica que todo proceso neoliberal conlleva la quiebra de las instituciones gubernamentales y ante tal situación se privatizan los servicios y al existir privatización vienen las alzas de los bienes que laceran la economía del pueblo.