Por Maximiliano Fuentes
Las presiones políticas de Julieta Castellanos ante la virtual reelección son varias. Hasta hace un mes parecía ir viento en popa hacia su reelección por un nuevo periodo, pero aún cuando todo se encaminaba hacia su favor, las contradicciones han empezado a empañar su gestión. Es difícil cuestionar la gestión de Julieta Castellanos en la UNAH, dado que previo a su llegada, la institución se comportaba de la misma manera que las otras instituciones del Estado y se caracterizaba por una mala gestión administrativa y académica y la enorme corrupción de diferentes agentes. Los paulatinos y progresivos cambios emprendidos por su administración se realizaron suprimiendo la participación de los estudiantes y trabajadores de los organismos de gobierno y una enorme concentración del poder central.
La eliminación de la democracia interna y la centralización de poderes le ha permitido a la Sra. Rectora realizar una serie de acciones sin oposición alguna. En algunos casos, sus decisiones han sido acertadas, y evidentemente en otras han contribuido en acentuar su mandato a favor de los intereses del Estado, poniendo en detrimento las conquistas laborales, la estabilidad laboral y el derecho de huelga. Prueba de lo anterior ha sido su política de no dar ningún tipo de incremento sobre la base salarial, dejando en el vacío el 5.4% de costo de vida y el de indexación salarial.
Las reformas realizadas a la Ley Orgánica le dan amplios poderes y contemplan la reelección, que no estaba incluida; para lograr este cambio debió negociar con la bancada nacionalista, concretamente con su representante, el presidenciable Juan Orlando Hernández.
Las reformas a la Ley de Educación Superior
Si hay algo que muy bien ha caracterizado al gobierno de Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández, ha sido el haber gobernado en función de las grandes empresas y corporaciones. La mayoría de las leyes aprobadas se dirigen a otorgar nuevos espacios de explotación y de control de la soberanía nacional bajo las leyes de la libre empresa. Un ejemplo claro de lo anterior es la jurisdicción de las ciudades modelos. Así mismo, se orientan a trasladar la enorme crisis económica, el déficit fiscal y el gasto público al pueblo trabajador. Su política económica ha consistido en el debilitamiento de la institucionalidad que proporciona el cumplimiento de las distintas demandas sociales. Por ejemplo, se ha reducido el presupuesto a salud, cultura y no se pretende incrementar el presupuesto en materia educativa. Al contrario, el magisterio nacional ha venido siendo objeto de una política que ha logrado asestar duros golpes a los bolsillos de los docentes y sus enormes conquistas sociales.
Por otro lado, los empresarios vinculados al gobierno se han visto favorecidos por la política demoledora de lo público. En ese marco, fueron impulsadas las reformas de la educación superior, cuya orientación es eliminar el control que ejerce el Estado en materia de educación. De esa manera, se podrán abrir carreras y universidades sin control de restricción, dado que las Universidades poseerán absoluta independencia política y económica. De la misma manera, se pretende crear un ente independiente con fondos mixtos quien será el responsable de organizar y supervisar las políticas y acciones educativas a nivel superior.
Las protestas estudiantiles
Ante el debilitamiento de la ADUNAH y del SITRAUNAH, son los estudiantes los que han empezado a alertar a la comunidad universitaria del inminente peligro de la pérdida de la autonomía y de la amenaza latente del debilitamiento de la escuela pública. En ese sentido, durante la semana del 22 al 27 de julio, se dieron una serie de enfrentamientos entre la policía y un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, que protestaban contra la propuesta de reforma de ley presentada por las autoridades universitarias, incluida la Sra. Rectora Julieta Castellanos, ante el Congreso Nacional. De igual manera, los estudiantes conscientes de su papel histórico se movilizaron con estudiantes de secundaria para frenar la tentativa de ley que pretende eliminar la autonomía y el papel de rectora de la educación superior a la UNAH.
Es por lo anterior que desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hacemos un llamado a los trabajadores universitarios, docentes y estudiantes a conformar un bloque de defensa de la autonomía y de la educación pública. Solo la organización de estos sectores bajo un programa de lucha podrá frenar las intenciones del gobierno y de la cúpula empresarial que pretende incrementar sus ganancias dejando a un lado el enorme derecho de los trabajadores de recibir una educación pública, científica, gratuita y de calidad.