Por Maximiliano Fuentes
Durante la semana se pactó entre los distintos partidos políticos que participarán en el próximo proceso electoral una serie de condiciones que garantizarán, de acuerdo a la Organización de Naciones Unidas, un proceso electoral transparente.
A pesar de la crítica abierta de los candidatos presidenciales y representantes del Partido Anti Corrupción (PAC), el Partido Libertad y Refundación Libre hacia los vicios perpetrados por el Tribunal Supremo Electoral en pasados procesos electorales, se firmó con el consentimiento de todas las organizaciones políticas el Pacto Político que los compromete a respetar los resultados de los próximos comicios electorales.
La firma del pacto se da en un contexto ampliamente favorable para el candidato del oficialismo, dado que su partido se encuentra al frente de las instituciones legitimadoras del Estado, y al igual que lo hizo con sus propios candidatos, podría montar un fraude electoral y de esa manera violentar la voluntad popular.
Libre se pone la soga al cuello
De acuerdo a los resultados obtenidos en la aplicación de encuestas a muestras de población durante los últimos meses, existe una amplia diferencia porcentual que favorece al Partido Libertad y Refundación Libre que encabeza Xiomara Castro de Zelaya, esposa del Ex Presidente José Manuel Zelaya Rosales. Los resultados divulgados por la empresa encuestadora Paradigma durante el mes de julio confirman que la lucha por la presidencia será entre Xiomara Castro y Juan Orlando Hernández. No obstante, se coloca a la primera con un 19.8% sobre el candidato nacionalista Juan Orlando Hernández quien presenta un 16.7%, Mauricio Villeda con un 7.0% y el presentador de televisión Salvador Nasralla con un 6.2%. Cabe señalar que los demás candidatos presidenciales ni siquiera alcanzan el 1% en la intención del voto.
De la misma manera, la empresa Cid Gallup coloca a Xiomara Castro y Salvador Nasralla en la cabeza del proceso. “La mayoría de la población hondureña encuestada por CID/Gallup manifiesta que tiene la intención de ejercer su derecho al sufragio en los comicios de este año, práctica que distingue a Honduras, pero por el momento no apoya tanto a los candidatos de los partidos tradicionales –el Nacional y el Liberal– y desvían sus ojos a los candidatos de agrupaciones nuevas”. Según los hallazgos de la encuesta de opinión pública aplicada en el país entre el 2 y el 8 de mayo de 2013, “en la actualidad es la candidata del Partido Libre, Xiomara Castro de Zelaya, quien recibe más intención de voto. La sigue en ese sentido Salvador Nasralla, del Partido Anticorrupción (PAC)” (LaPrensa.hn con acceso el 23/08/2013).
Desconfianza e ilusiones democráticas
Existe una enorme desconfianza entre la población ante el inminente peligro de imponer al candidato del partido nacional Juan Orlando Hernández mediante un fraude electoral. La comisión política de Libre no prepara a sus bases ante el latente peligro para emprender la lucha contra la posible imposición de un candidato y su gobierno, sino que firma y acepta sin cuestionamiento alguno la iniciativa de los países imperialistas. Incluso, hay indicios que Libre muestra confianza en el PAC de Nasralla, creyendo que este mantendrá una actitud diferente al bipartidismo, cuando es un proyecto de última hora fabricado por los actuales grupos de poder, que puede girar en contra en cualquier momento. Un partido de clase se caracteriza por su desconfianza ante el Estado opresor que genera amplias contradicciones, contrario a esta posición basada en principios de clase, “el numeral 9 del documento obliga a los presidenciables a respetar la voluntad del pueblo en las urnas, o sea, aceptar los resultados electorales conforme a lo establecido en la Constitución, la Ley Electoral, Reglamentos y procedimientos previamente definidos y basados en el reconocimiento de la voluntad popular” (Elheraldo.hn con acceso el 23/08/2013),
Alertas contra el fraude electoral
Por lo anterior, el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hace un llamado a las bases del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), a las organizaciones sindicales, gremiales, feministas, populares, comunitarias e indígenas a no confiar en la institucionalidad del Estado, y mucho menos en un proceso electoral que legitima la desigualdad y la miseria imperante.
Las ilusiones democráticas de los trabajadores puestas en el posible cambio de gobierno por la vía electoral, pueden verse frustradas ante el montaje de un enorme fraude electoral. La institucionalidad golpista ya demostró en los hechos el irrespeto absoluto a la voluntad popular. Los socialistas centroamericanos estamos claros que la única forma de modificar y transformar la realidad asfixiante de los trabajadores es a través de la movilización popular y la revolución. No obstante, el pueblo y trabajadores de Honduras deberán de realizar su experiencia histórica y llegar a sus propias conclusiones. Ahí estaremos junto a las masas trabajadoras, siempre alertando sobre las maniobras de nuestros enemigos.