Por Max Luján
En los primeros días de noviembre un grupo de estudiantes (varones y mujeres) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), denunciaron públicamente a profesores universitarios señalándolos como acosadores, extorsionadores, chantajistas y agresores sexuales dentro de la universidad.
Los estudiantes mostraron, los nombres y apellidos de los presuntos catedráticos acosadores, en sendos murales ubicados de manera visible en los puntos más concurridos por la comunidad universitaria. La denuncia se convirtió en un escándalo.
La campaña generó una fuerte reacción en las redes sociales y medios de comunicación al exponer los nombres y apellidos, asignaturas que imparten, y los centros o campus donde laboran los profesores señalados. Todo ello ha creado una serie de opiniones divididas y sometidas al debate público.
El acoso y hostigamiento sexual
Cabe señalar que en Honduras el acoso sexual lo viven 9 de cada 10 mujeres, según cifras proporcionadas por Rachel Ramírez del Foro de Mujeres por la Vida. Es un dato escalofriante que demuestra la incapacidad de los entes gubernamentales encargados de promover una cultura de respeto hacia las mujeres, deben además de investigar e impartir justicia en todos estos casos. No debemos olvidar que el artículo 147, literales A. B y C del Código Penal vigente tipifica como un delito grave el acoso y hostigamiento sexual.
El acoso hoy en día es abierto, no distingue edad, género, etnia, grupo social, ideología, o preferencia sexual, etc. En la vida real, se producen muchos casos de acoso u hostigamiento de un hombre hacia otro, de una mujer hacia otra, de un hombre hacia una mujer y viceversa. Es un grave problema cultural que debe ser combatido. No podemos justificar la conducta patriarcal y de irrespeto que ha lacerado fundamentalmente la dignidad de la mujer.
Debemos reconocer que estas prácticas de acoso u hostigamiento sexual en la UNAH y en otros centros educativos es una realidad. No solo ocurre en las aulas de clases desde una cátedra, ocurre en oficinas, en pasillos, en lugares de servicios, negocios comerciales y cualquier otro lugar dentro del campus. El acoso puede ser realizado y al mismo tiempo ser víctimas los empleados, estudiantes, burócratas, docentes y todo aquel vinculado a la comunidad universitaria.
Las denuncias especificas contra algunos profesores
Las campañas de denuncia contra el acoso u hostigamiento sexual son positivas, pero debemos señalar que, en el caso concreto de los profesores y profesoras de la UNAH, se han producido ciertos abusos que deben corregirse.
El hecho que esta sea una campaña de denuncias anónimas, sin presentar las correspondientes pruebas de cada caso (declaraciones, fotos, grabaciones, etc), se convierte la denuncia en una calumnia que, de igual manera, daña la reputación de las personas que ha sido denunciadas. En el caso de los docentes es gravísimo, porque lo convierte en candidato de sanciones administrativas.
Debemos evitar cometer el error de corregir una falla con otra falla similar. Una denuncia sin fundamentos puede convertirse en un arma mortal contra profesores que han mantenido un espíritu de lucha dentro de la UNAH. Los rumores anónimos en las redes sociales y medios de comunicación pueden ser orquestados por fuerzas oscuras que quieren limpiar la UNAH del pensamiento crítico, utilizando para ello el pretexto del combate contra el acoso u hostigamiento sexual.
Por una campaña de denuncias seria, responsable y transparente
Exhortamos a las organizaciones feministas, frentes estudiantiles y asociaciones estudiantiles, sindicatos, y a los grupos que apoyan la campaña de denuncias contra el acoso y hostigamiento sexual que continúen con su encomiable labor, pero que presenten pruebas suficientes para no convertirse en instrumentos de ciertos grupos que, como el gobernante Partido Nacional, luchan por apoderarse completamente de la UNAH.
Una campaña de calumnias a través de las redes sociales y medios de comunicación, crea condiciones para una cacería de brujas en contra ciertos profesores beligerantes.
Las autoridades universitarias deben fortalecer los mecanismos e instituciones encargadas de investigar estos delitos y sancionar con penas severas a todo aquel que incurra en una transgresión. Así como hay profesores que atacan sin sentido a los alumnos críticos, también hay alumnos que critican sin sentido a profesores que imparten sus clases de manera debida
En la UNAH existe el Alto Comisionado Universitario que es el encargado de investigar y dirimir estos casos. La campaña no debe ser anónima, debe ser clara, transparente, y comienza desde el aula y los pasillos. Lo que debemos evitar que es una denuncia sin fundamentos y pruebas, se convierta en una vil calumnia.