Por Carlos Alberto Fúnez

Poco a poco según avanza el tiempo, el gobierno de la presidenta Xiomara Castro se va caracterizando más por los comportamientos individuales o de grupo que por una política propia de Estado. Su gobierno fue distribuido al mero estilo de un pastel, así que, las secretarías más sensibles como salud y educación se las otorgaron al Partido Salvador de Honduras y a la dirigencia magisterial respectivamente, generándose conflictos permanentes hasta la fecha en ambas secretarías.

En conclusión; aún no existe una política educativa acorde con nuestra realidad de país, más bien pareciera, que se hacen intentos de maquillaje para vender el discurso de “refundar” la educación, en el fondo, todo indica que se quedará en puro discurso.

La problemática educativa en este momento puede resumirse en 3 aspectos; 1) el conflicto generado entre el Estatuto Docente y la Ley Fundamental de Educación, ya que, esta última eliminó derechos a los maestros permanentes y en alguna forma cambió la malla curricular, 2) el segundo aspecto compete a la calidad educativa que debe brindarse a los educandos y, 3) el nombramiento en las plazas docentes.

La dirigencia, ahora; dueña de la educación

Teniendo como antecedente que el Partido Nacional se dedicó a perseguir al magisterio durante doce años, la Presidenta Xiomara Castro decidió nombrar como Secretario de Educación al profesor Daniel Esponda (COPRUMH), como Sub Secretarios a los profesores Jaime Rodríguez (COPEMH) y Edwin Hernández (COLPEDAGOGOSH). El Secretario General de Educación es Edwin Oliva (COLPROSUMAH). Las jefaturas intermedias fueron distribuidas entre todos ellos, de tal forma que, cualquier decisión que se tome debe pasar por la aprobación de todos ellos, principalmente del Secretario de Educación, Daniel Esponda.

La Subsecretaria de Asuntos Pedagógicos, Marisela Figueroa, fue despedida a finales del 2022 por entrar en contradicciones con las máximas autoridades de educación, su sustituta Karla Paz (avalada desde la UPNFM), con menos de dos meses en ocupar la misma Subsecretaría renunció al cargo.

Hasta ahora, lo más evidente realizado por las autoridades actuales es favorecer a sus familiares, amistades y activistas de confianza de los respectivos colegios magisteriales, situación que pone en manifiesto el abuso que están cometiendo en educación, sin nada que envidiar a los doce años “cachurecos”.

El otro punto álgido que tiene en conflicto al sector educativo son los resultados de el Concurso Docente 2022, mismo que fue muy cuestionado desde los resultados de las pruebas sicométricas realizadas a los aspirantes a directores y secretarios Departamentales, siendo este el primer filtro para manipular y nombrar a los más allegados. El concurso se desprestigió más aún con la revisión de las pruebas en las especialidades y sus respectivos méritos, generando un engorroso trámite de revisión que permitió nuevamente, favorecer a los familiares y allegados para que escalaran peldaños en el listado, permitiendo de esta forma que la cúpula de los dirigentes del magisterio confabulados con las autoridades les otorgase las plazas en un circo llamado “audiencias públicas”.

Intervención en el COPEMH y el COLPROSUMAH

Para nadie es desconocido que el Secretario de Educación Daniel Esponda y el diputado del Partido LIBRE, Edgardo Casaña, pertenecen y han sido dirigentes del Colegio Profesional Unión Magisterial de Honduras (COPRUMH), Jaime Rodríguez fue presidente del COPEMH en dos ocasiones, Edwin Hernández fue presidente del COLPEDAGOGOSH y Edwin Oliva fue presidente del COLPROSUMAH, en el caso de este último, entró en conflictos con Arnaldo Pinto por el control del colegio magisterial más grande del país, el profesor Jaime Rodríguez aparece en los resultados de la Auditoría Forense hecha en el COPEMH; con un gasto de muchos millones de lempiras sin soporte legal.

Las actuales autoridades de educación están utilizando desde el mismo Estado su logística y sus influencias para adueñarse de las organizaciones magisteriales, siendo las más grandes y de mayor incidencia en la base; el COPEMH y el COLPROSUMAH. Para lograr su objetivo las autoridades utilizan a docentes dispuestos a entregar su liderazgo a cambio de favores personales.

Controlar los colegios magisteriales significa muchas ventajas, una de ellas es tener acceso a muchos millones de lempiras e influencia en las direcciones departamentales cuando no son parte del gobierno. En este momento en que el país es gobernado por el Partido LIBRE, el control de las organizaciones sirve para calmar a la base, tal y como sucedió en todo el 2022.

Las bases son las únicas indicadas para elegir sus propias dirigencias, cualquier intervención desde el Estado es repudiable y condenable. Con respecto a la calidad educativa el panorama sigue siendo muy gris.

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