Por Carlos M. Licona
El analfabetismo es una consecuencia del subdesarrollo y de la pobreza en un país, de acuerdo con la UNESCO (2006), una nación es libre de analfabetismo cuando un 96% de la población mayor de 15 años sabe leer y escribir, considerando que en Honduras la tasa de analfabetismo según el Instituto Nacional de Estadística (INE), para el 2022, era del 11.8 por ciento, el gobierno de la Presidente Xiomara Castro, ha tenido en bien plantearse como un objetivo primordial de su gobierno el erradicar el analfabetismo.
En Honduras, por su realidad topográfica y por su vocación agrícola principalmente en el Siglo XX, el analfabetismo fue utilizado por los diferentes gobiernos, ya fueran militares o civiles, para manipular y controlar a la población. El ejemplo más evidente fue el ofrecido por un testigo en el recién juicio contra Juan Orlando Hernández, según el testigo, el expresidente y ahora preso en New York por narcotraficante, le dijo a otro político, Leopoldo Crivelli “No creás vos, el indio es pendejo, con una carne y una cervecita y te dan el voto”, EH (21/02/23)
Ese es el concepto que los políticos siempre han tenido del pueblo hondureño, pero, creer que solo una persona analfabeta actúa de esta forma es un error, esta realidad también se extiende a las organizaciones sindicales y gremiales, en que dirigentes abusan de la necesidad estomacal de una persona para comprar un voto con un plato de comida o con una cerveza. De hecho, es una práctica constante en cualquier organización, el abusar de las necesidades primarias de una persona para ser electo en un cargo determinado.
No basta con el nombre, falta mucho por hacer y no se ven atisbos de que lo quieran hacer
Se puede definir como un método el programa de alfabetización “Yo, sí puedo”, este, fue creado por el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC) de Cuba en el año 2001. https://cpue.uv.mx/index.php/cpue/article/view/40/303
En Honduras, la implementación de este método cubano se bautizó con el nombre de “Programa de Alfabetización José Manuel Flores Arguijo”, obviamente, utilizando el método cubano Yo, sí puedo, sin embargo, en un afán por olvidar la memoria histórica de nuestros mártires, la prensa mediática se limita a llamar al Programa de Alfabetización como “Yo, sí puedo”.
Hasta ahora, ya se han declarado libres de analfabetismo varios municipios, al respecto, Romina Kasman, especialista en educación de la oficina regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), manifestó “Felicitamos al gobierno de la presidenta Xiomara Castro…por poner el derecho a la Educación en el centro de la priorización del desarrollo del país…”. Poder Popular (14/12/23)
Si bien es cierto es obligación de cualquier gobierno velar por la educación y la salud del pueblo, es de reconocer el esfuerzo del actual gobierno junto a las autoridades en educación por el empeño en erradicar el analfabetismo en el 2024. Sin duda alguna que un ambicioso propósito al que se deben sumar todos los docentes. No obstante este acierto, en lo que respecta a educación el gobierno se encuentra en deuda, no basta con aumentos salariales para sacar a flote la educación, no basta con el nombre a un programa de alfabetización, Manuel Flores aspiró a una educación liberadora como lo planteaba Paulo Freire “Mi visión de la alfabetización va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado”.
El gobierno de Xiomara Castro aún está a tiempo de avanzar mucho más en educación, con la alfabetización no basta si el hambre apremia, es decir, urge una educación que genere conciencia para que una persona no entregue su voto por un plato de comida o por una cerveza.
Con lo hecho hasta ahora no se refunda la educación, simplemente se repite lo mismo que los demás han hecho. Manuel Flores, se retuerce los huesos en su tumba, principalmente ahora, en que los seis colegios magisteriales han sido secuestrados por oportunistas que se arropan en el manto del Socialismo Democrático.
El asesinato de Manuel Flores debe ser esclarecido
José Manuel Flores Arguijo fue un docente asesinado el 23 de marzo de 2010 en el Instituto donde laboraba en la Colonia El Pedregal de la ciudad de Comayagüela. Por su militancia permanente en organizaciones marxistas y su ardua labor orgánica como luchador social y gremial, el profesor Manuel Flores se convirtió en un mártir más de la lucha en resistencia contra el Golpe de Estado del 2009. Nunca se esclareció los motivos de su asesinato, prevaleciendo la narrativa de que lo mataron los mareros, sin embargo, no se descarta que los mareros de dicha colonia hayan ejecutado una orden política provenida desde organismos del Estado que en aquel momento ya tenían alianzas con los miembros del Clan Hernández.
La utilización de mareros para cometer crímenes políticos ha quedado en evidencia en el juicio en New York al establecerse una alianza entre estos y los Hernández. En su declaración, la testigo Andrea Santos, “que fue pareja de Alexander Mendoza, alias “Porky”, señalado por las autoridades estadounidenses como un líder de la pandilla Mara Salvatrucha en Honduras. En el interrogatorio, la testigo confirmó que escuchó grabaciones de llamadas entre Mendoza y dos de sus aliados interceptadas por las autoridades y en las que habrían mencionado a Hernández”. CNN (29/02/24)
El magisterio y el pueblo deben exigir justicia para Manuel Flores y cárcel a los culpables.