Por Sebastián Ernesto González
Avanza el tiempo para terminar el 2024 y comenzar el 2025 en medio de una lucha política basada en la descalificación, el insulto, la ofensa, propuestas demagógicas de candidatos sin escrúpulos, oportunistas, y, personajes señalados como corruptos y hasta de narcotraficantes. La función del circo ha comenzado con la inscripción de los candidatos para las elecciones internas de marzo 2025, que, sin lugar a dudas, al menos ya se sabe quienes serán los candidatos del Partido LIBRE y Partido Nacional, no obstante, en el Partido Liberal será más fuerte la batalla entre tres de los candidatos.
Hasta ahora, el pueblo abatido en la miseria y sin esperanza por mejorar su nivel vida, no cuenta con una propuesta revolucionaria que garantice las condiciones básicas de existencia.
Los mismos de siempre más los nuevos burócratas
Para las elecciones internas de marzo 2025 cada partido político debe elegir: dos mil 764 regidurías, 298 alcaldías (con sus respectivas vice alcaldías), 128 diputados propietarios (con sus respectivos suplentes), un presidente o presidenta de la República (con tres designados presidenciales) y 40 diputados al Parlamento Centroamericano.
Pareciera que participar en elecciones internas es un negocio redondo para el blanqueo del dinero proveniente de actividades ilegales, pues, tanta cantidad de gente por cada partido político solo evidencia que la clase política tiene mucho dinero que gastar.
El Partido Liberal pagó muy caro su factura del Golpe de Estado del 2009 y seguirá pagando por mucho tiempo esa deuda con el pueblo hondureño, mucho más tiempo que la deuda del Partido Nacional. Después de doce años en que avalaron todas ilegalidades del gobierno de Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández, tratan de recomponerse y reciclarse con personajes oportunistas; como lo es un Jorge Cálix proveniente del Partido Libre; con Salvador Nasralla y Maribel Espinoza (provenientes del Partido Salvador de Honduras) y Luis Zelaya quien se jacta de no haber votado por Xiomara Castro en el 2021.
De estos cuatro precandidatos, el único que se ha mantenido en el PLH es Luis Zelaya, sin embargo, en las elecciones del 2017 se negó a integrar la alianza para derrocar la dictadura de Juan Orlando Hernández, situación que facilitó a este materializar el fraude etiquetado como “triunfo de votos rurales”. El PSH participó en la alianza con LIBRE en el 2021, logrando que Maribel Espinoza saliera electa como diputada y Nasralla como designado presidencial bajo la sombra de Xiomara Castro, ambos, han sido permanentes enemigos del gobierno actual al haber sido obstaculizados en sus propósitos, en el caso de Nasralla sin poder satisfacer su ego de un Dios todopoderoso y en el caso de Maribel Espinoza al ver afectados los enormes intereses de sus clientes de la banca privada a quienes representa como abogada. Finalmente, está un Jorge Cálix resentido y empecinado en vengarse de quienes lo orillaron a irse del Partido Libre.
En el Partido Nacional el favorito es Nasry Asfura, acusado por casos de corrupción mientras fue alcalde de la capital, cuenta con la estructura de su participación en las elecciones de noviembre 2021, curiosamente, la candidata que le sigue es Ana García (esposa del narcotraficante Juan Orlando Hernández) y con muy poco impacto un periodista diputado como lo es Jorge Zelaya, un candidato que habla aparentando ser un misionero religioso pero en los hechos es uno más del Partido Nacional, igual que todos.
En el partido de gobierno, solo hay dos candidatos a la presidencia de la república; Rixi Moncada y Rassel Tomé, no obstante; se menciona que hay once movimientos que se inscribirán para elección de alcaldías, diputaciones (Congreso Nacional y PARLACEN). La mayoría de estos candidatos militaron en el PL antes del 2009, varios liberales que se han ido integrando ahora, y, muy pocos son los que tienen un historial de militancia en el movimiento popular y organizaciones políticas de izquierda, además, estos pocos han sido engullidos por el “zelayismo” y los cargos como funcionarios públicos. En el Partido LIBRE no existe ninguna duda que la ganadora será Rixi Moncada.
Sin propuesta revolucionaria, entonces ¿por quién votará la población?
Los medios de comunicación corporativos y muchos independientes le están apostando todo a resucitar a un agonizante partido Liberal, mantener al Partido Nacional con todo su voto duro para que le arrebate cuotas de poder al que gane, mientras que, el Partido LIBRE debe jugársela a elegir candidatos que aun gocen de credibilidad y de historial de lucha dejando a un lado las peleas de cuartería y por el contrario; levantar verdaderas propuestas revolucionarias, pero ¿cómo hacerlo si las directrices provienen del “zelayismo” y una nueva burocracia se consolida en LIBRE?
El colmo de los males es que en LIBRE hay mucho dirigente y líderes sindicales muy señalados por el mal manejo de los dineros de los afiliados, entonces ¿a quién se le debe apostar?
Sin organizaciones de izquierda fuertes por fuera de LIBRE y con un gobierno que se ve estancado por la misma realidad heredada, las elecciones del 2025 solo aseguran el estatus quo de la burocracia política y de la continuación de un sistema de gobierno obsoleto y deteriorado, mientras los pobres se siguen hundiendo en la miseria.