Una burguesía desesperada

Es evidente que la burguesía nacional ha corrido para acelerar los acuerdos propuestos en San José de Costa Rica, sobre todo porque es una salida viable para los sectores golpistas que asegura el estatus quo, la existencia de la propiedad privada, la explotación despiadada de nuestros recursos naturales, la sociedad clientelista, los crimines políticos y otras cosas, lejos de castigarlos por los horrendo crímenes contra el pueblo hondureño, pretende retroceder los hechos, borrando todas las acciones que han violentado el orden constitucional y los crimines de lesa humanidad del gobierno de facto.

Son muchas las variables las que han determinado este hecho, no obstante, tenemos que tener claro que no ha sido la intervención de los organismos internacionales que ha ejercido una verdadera presión, ya que en ningún momento, el gobierno norteamericano ha suspendido la ayuda económica, y las acciones que ha emprendido ha sido del diente al labio. La destitución de Honduras de la Organización de Estados Americanos y otros entes regionales, no ha sucumbido los cimientos del Estado burgués ni mucho menos el Modelo económico.

Ha sido la presión constante de las masas, las tomas de carreteras, el enfrentamiento contra el ejército, el deterioro profundo de la económica por la inestabilidad política, en fin la lucha constante del pueblo hondureño lo que ha obligado a la burguesía buscar una salida. Lamentablemente, las distintas direcciones del movimiento de masas aglutinadas en el Frente Nacional de Resistencia están por la negociación con el gobierno golpista.

Nuestra propuesta

Ante las condiciones generadas ante las constantes movilizaciones, y el temor profundo del imperialismo norteamericano que la situación de Honduras avance hacia una revolución socialista, ha presionado al gobierno golpista y obligado a Mel Zelaya para que acepte los puntos propuestos por el presidente Arias. Frente a esto, el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llama a los sectores en lucha que no acepten los acuerdos entre la burguesía, los sectores golpistas y los violadores de los derechos humanos. Hoy más que nunca, debemos plantear el derrocamiento del gobierno de Micheletti y la inmediata convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente que abogue por una forma de gobierno participativo, democrático y popular.

De igual manera, se hace necesario que exijamos se aplique todo el peso de la ley a los responsables de la crisis política y de ruptura del orden constitucional. Micheletti Bain, Romeo Vásquez Velásquez, Marcia Facusse, Mirna Castro, Elvin Santos, Pepe Lobo, Billy Joya Amendola, Ramón Custodio, Rafael Ferrari entre otros deben ser severamente castigados por un tribunal popular que asegure que cumplan todas las penas tipificadas según los delitos cometidos. Digamos no a la amnistía, los crimines no pueden quedar impunes, la muerte de nuestro mártires deben ser inflexiblemente castigadas.

El régimen y la forma de gobierno fueron quebrantados tras el golpe cívico militar, es por ello que se hace necesario instalar una nueva forma de gobierno, que los atropellos y los golpes recibidos sirvan para recordarnos, que bajo la actual forma de gobierno, no alcanzaremos una sociedad equitativa que abogue por el bienestar colectivo. El acuerdo de San José no nos permite participar de nuestro futuro, y mucho menos trastoca los cimientos del Estado. Solo la lucha popular nos garantizará los verdaderos cambios.

¡Digamos no a los acuerdos entre la burguesía y los sectores golpistas!

¡Castigo al gobierno golpista y a las violaciones cometidas por el gobierno de facto!

¡No a la amnistía y a la impunidad política!

¡Por una asamblea constituyente campesina obrera y popular!

¡Por una Honduras libre y democrática!