Florencio xatruch

Por Maximiliano Cavalera

En el mes de Septiembre, se celebran por toda Centroamérica las fiestas de “independencia” del dominio Español. En el caso concreto de Nicaragua, a las celebraciones de las fiestas cívicas, se  suma la conmemoración de la “batalla de San Jacinto”, en la cual, el ejército nicaragüense logró derrotar a los mercenarios Norteamericanos comandados por Byron Cole, lugar teniente de William Walker. En Nicaragua esta celebración histórica se descontextualiza, obviando que la guerra en contra de los filibusteros, no solo fue una victoria de los ejércitos Nicaragüenses, sino la gran gesta heroica de las tropas Centroamericanas, quienes en los hechos derrotaron y expulsaron al primer intento serio del imperialismo de conquistar la patria Centroamericana.

La Federación Centroamericana

La federación de Estados Centroamericanos nace con la “independencia del Imperio español”, esa independencia fue solo en el papel, dado que en los hechos la nación centroamericana se sumó al proyecto imperial de Iturbide y su plan de iguala; La segunda Independencia se logra en 1924, cuando los Estados Centroamericanos proclaman su autonomía del poderío de Iturbide. La experiencia histórica del Estado federal fue muy corta y trágica, para 1938 las oligarquías Centroamericanas “disuelven” el Estado federal que en los hechos termina sepultada con la muerte del más gran defensor del proyecto Centroamericano, a saber: Morazán. Es así, que cada uno de los estados tomó su camino solitario hasta 1956.

El gran error

Desde la separación de los estados federales, el Estado de Nicaragua se vio envuelto en un sinnúmero de pugnas internas entre el partido Liberal y conservador. Para 1853 el Estado estaba al borde del colapso por las luchas intestinales de ambas fracciones, y la miseria que vivía la mayoría de la población, eso sin mencionar, que el voto y ciertos derechos que otorgaba el Estado eran consuetudinarios, es decir, solo tenían derechos los que poseían propiedades o eran estudiados. En 1853 la asamblea nacional de Nicaragua emitió un decreto en el que establecía las elecciones para una asamblea constituyente. El 27 de abril de ese mismo año, el entonces presidente Fruto Chamorro, emitió un decreto que le daba poderes especiales, no contemplados en la Constitución, a un Consejo de Guerra elegido por el propio Chamorro.

El presidente Fruto Chamorro no tardó en hacer uso de estos poderes especiales, ese mismo año, El 16 de noviembre de 1853 fueron encarcelados en León y llevados a Managua el doctor Máximo Jerez, los coroneles Francisco Díaz Zapata, el bachiller José María Cisneros y José María Valle, todos notables caudillos liberales. También resultaron implicados, pero no fueron capturados porque lograron escapar, el Lic. Francisco Castellón, el coronel Mateo Pineda y muchos otros diputados y dirigentes calandracas.

Todos los supuestos conspiradores fueron condenados al exilio en Honduras. Tal acción encendió nuevamente las chispa de la guerra civil, pues no solo rompió con el marco constitucional, sino que dejó acéfala y sin margen de acción a la oposición Liberal.

En 1854 estalla la guerra civil entre ambos bandos, los liberales conformaron un Gobierno Provisional encabezado por Francisco Castellón, desconociendo el gobierno de Fruto Chamorro. Fue el gobierno Liberal de la ciudad de León,  el que negocio con Bayron Cole la contratación de filibusteros para hacerle frente a los conservadores. La mañana del 16 de junio de 1855 desembarcó en el puerto del Realejo el velero Vesta, esta embarcación traía a Centroamérica mercenarios al mando del filibustero William Walker. Los liberales leoneses recibieron a los mercenarios como un contingente que los ayudaría a derrotar a sus enemigos los conservadores.

Walker y su ejército de filibusteros, junto a tropas liberales decidieron tomar la ciudad de Rivas en el sur del país, la incursión no logró su objetivo, pero dejó enormes bajas militares en el ejército conservador que defendía Rivas. La diferencia que marcaría una clara ventaja de los filibusteros sería el armamento moderno que poseían los mercenarios, quienes combatían con armas de repetición Colt y rifles modernos contra armas de mosquete desfasadas. Asimismo, la mayoría de los soldados nacionales eran reclutas campesinos sin experiencia militar, en contra de mercenarios que poseían una vaga experiencia, es más, habían combatido en incursiones militares en México.

La Guerra Centroamericana

Walker decidió tomar Bahía de la Virgen, en el Lago Nicaragua, importante punto estratégico, siendo enfrentados el 3 de septiembre de 1855 por 600 hombres del general José Santos Guardiola, que en ese momento actuaba de aliado del gobierno conservador de Granada. Sorpresivamente, el resultado fue una victoria para los filibusteros. El destino le otorgó un golpe de suerte a Walker y el caudillo liberal Castellón muere agobiado por el cólera. Este golpe de suerte, es acompañado por la incursión que decidiría su suerte, en Octubre decide atacar Granada y ocupa la plaza principal de la ciudad sin mayor oposición. Con la toma de Granada, Walker y sus filibusteros tenían el control de país, a los meses Walker se proclamaría presidente y establecería el esclavismo como sistema de explotación en Nicaragua, pero los filibusteros no solo se conformarían con la conquista de Nicaragua, en palabras de Walker, “o las cinco o ninguna”, refiriéndose a sus intenciones de conquistar la patria Centroamericana.

La guerra nacional había comenzado, los estados centroamericanos no se quedarían de brazos cruzados, por toda Centroamérica los gobiernos comienzan a tomar acciones en contra del invasor. José Santos Guardiola declararía en Julio de 1856: “Compatriotas: El pueblo nicaragüense y su Gobierno, oprimido por sus despojadores, y víctimas de toda clase de vejaciones, imploran en su conflicto nuestra cooperación y ayuda; la causa que sostienen es también nuestra, no solo por las simpatías que median entre ellos y nosotros, nacidas de la identidad del origen y de otras mil consideraciones, sino también porque una vez sometidos al yugo extranjero, no tardaremos nosotros en correr la misma suerte.” (ABC la guerra nacional antifilibusteros 1856-1857)

Es así, que el 18 de julio de 1856 se firma el tratado de la alianza entre Honduras, Guatemala y el Salvador. Dicho pacto reconocería a Patricio Rivas como presidente de Nicaragua y contemplaba mandar a Florencio Xatruch, José Victor Zavala y  Ramón Belloso para combatir a los filibusteros. A este ejército Centroamericano se le sumarían los generales costarricenses José Joaquín Mora y José María Cañas. El 12 de Septiembre las fuerzas liberales y conservadoras de Nicaragua firmarían la paz en la ciudad de León y se sumarian a los ejércitos Centroamericanos en la lucha contra los filibusteros.

Los días de Walker y su intento de conquista de la patria Centroamericana estaban contados, el 14 de septiembre las tropas de campesinos nicaragüenses junto a indígenas flecheros de Matagalpa, ganarían la batalla de San Jacinto, asesinando al lugarteniente de Walker, Bayron Cole. Poco a poco, los ejércitos centroamericanos fueron cercando a los filibusteros en la ciudad de Granada. Dicha defensa fue insostenible para los filibusteros y decidieron incendiar una de las ciudades más antiguas del Istmos Centroamericano y emprender la huida.

A los filibusteros no les quedó más que esconderse en la cuidad de Rivas donde fueron acosados por la tropas centroamericanas. Fue la intervención del capitán estadounidense Charles H. Davies, quien salvo a Walker, ya que medió con el presidente de Costa Rica José Mora y consiguió la rendición de las tropas invasoras a cambio de dejarlas salir ilesas de Nicaragua.

Los filibusteros no cederían en su intento de conquista de Centroamérica, William Walker realizó tres intentos más para incursionar en Nicaragua, hasta que en 1860 inició una nueva incursión a el puerto de Trujilllo en Honduras. Las tropas invasoras lograron tomar el puerto pero fueron acosados y perseguidos por las fuerzas hondureñas. Al final el mismo Walker decide entregarse al coronel británico Norvell Salmon, capitán del barco Ingles Icarus. El coronel Salmon lo entregaría al gobierno hondureño y el general José Santos Guardiola mandaría fusilarlo en la ciudad de Trujillo el 12 de Septiembre de 1860.

Por la derrota de los nuevos filibusteros.

La invasión de los filibusteros estaba enmarcada en la teoría expansionista llamada “el destino manifiesto”, la cual fue una de las primeras expresiones del imperialismo norteamericano, esta profesaba que el continente Americano debía ser conquistado por el imperialismo norteamericano. En nuestros tiempos, el imperialismo no necesita hacer incursiones militares directas en nuestras tierras, se han expandido con la conquista económica de nuestros pueblos ayudados por las burguesías nacionales que solo buscan el enriquecimiento personal. A más de 150 de años de la derrota de los filibusteros la tarea sigue siendo la misma, la unificación de la patria Centroamericana y la derrota de los modernos filibusteros, el imperialismo y sus agentes burgueses.

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