Por Ricardo Hernández
Una vez más, el gobierno, los sindicatos oficialistas y la empresa privada se burlan de la clase obrera y trabajadora en Nicaragua. Se abrió la mesa de negociaciones para determinar el incremento al salario mínimo, incremento que no se podrá llevar a cabo mientras dos de las tres partes no se pongan de acuerdo.
Durante el periodo presidencial de Daniel Ortega no ha habido necesidad de que dos de las tres partes acuerden el incrementó, esto se debe no a que la empresa privada acepte la propuesta de los trabajadores, sino que ni el gobierno ni los sindicatos oficialistas del frente sandinista han velado por los intereses de la clase obrera y trabajadora en Nicaragua y han permitido el atropello de los empresarios y la clase burguesa, sector al cual el gobierno del frente sandinista y sus más fieles allegados pertenecen, por lo cual un incremento elevado del salario mínimo afectaría su bolsa.
Acuerdos son ilegales
La mesa de negociación del salario mínimo debe de realizarse dos veces por años, cada seis meses; sin embargo, el gobierno en clara violación a nuestra legislación, ha hecho la negociación una vez por año, dejando estipulado el porcentaje que se aumentara durante el segundo semestre del 2011, no tomando en cuenta el deslizamiento de la moneda y los incrementos que la canasta básica ha venido incrementando reiteradamente.
Este año la propuesta de los trabajadores era del 18 por ciento, mientras que la empresa privada ofrecía solamente un diez por ciento.
Según Luis Barbosa, dirigente del oficialista Frente Nacional de los Trabajadores (FNT), los empresarios pidieron el año pasado que a raíz de la crisis económica el aumento fuese de un doce por ciento para todo el año, por lo que los trabajadores estuvieron de acuerdo y se sacrificaron; pero que ahora que hay mayores ganancias y mayor crecimiento económico debe ser de un dieciocho por ciento. (El Nuevo Diario, 16/02/2011).
El Frente Sandinista habla en sus discursos que su gobierno vela por los intereses de los trabajadores, y que la economía nicaragüense está estable y que viene en aumento; sin embargo, tanto el gobierno como los dirigentes sindicales terminaron claudicándole a la empresa privada y acordaron un paupérrimo aumento al salario mínimo de un trece por ciento, siete por ciento a partir del veintiocho de febrero y un seis por ciento para el segundo semestre del año, periodo en el cual nuestra legislación establece que se deben de sentar a negociar nuevamente el incremento salarial.
COSEP aplaude al gobierno
Según José Adán Aguerrí, Presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), el ajuste del 13 por ciento permite seguir vendiendo al país de una forma que ayude a generar el empleo que necesitamos, a través de atraer la inversión, también queremos destacar que el nivel de responsabilidad que han asumido las tres partes responde a ese balance que tenemos que encontrar entre la recuperación del poder adquisitivo, que le corresponde al sector trabajador, y buscar por el otro lado la sostenibilidad de las empresas. (La Prensa, 18/02/2011).
Ante este actuar tanto del gobierno como de los supuestos dirigentes sindicales hacemos un llamado a todos los trabajadores nicaragüenses a que se unan e iniciemos una protesta en contra de los atropellos que los empresarios privados y gubernamentales nos han venido haciendo a través de los años; es hora de exigir un salario mínimo justo y equiparado al promedio más alto de Centroamérica, que cubra la canasta básica y sea suficiente para sobrevivir. Trabajadores, destituyamos a estos dirigentes sindicales que se venden en las mesas de negociaciones y que velan por intereses personales y del gobierno; exijamos a Daniel Ortega que cumpla con las promesas que realizo durante su campaña y con los discursos que a diario promulga en defensa de las clases más desprotegidas, a quienes ha olvidado y hecho a un lado a la hora de velar por sus empresas familiares, a quienes también les afectaría la bolsa un incremento salarial justo.