Por: Sashenka krupskaya.
En definición, el desempleo es la Parte de la fuerza de Trabajo que teniendo edad, capacidad y deseo de trabajar no puede conseguir un puesto de trabajo; son las personas que no se encuentran ocupadas en actividades productoras de Bienes o servicios. Incluye a los cesantes y a los que buscan Trabajo por primera vez. Para que exista una situación de desempleo es necesario que la persona no sólo desee trabajar sino que además acepte los salarios actuales que se están pagando en un momento dado.
Los daños de las crisis del sistema capitalista suelen ser largos y profundos, por lo que las economías de los países más pudientes, como Estados Unidos, Alemania o Inglaterra, no volverán a los niveles previos de las turbulencias en un año con tan solo haber salido de la crisis, como alegan algunos economistas que defienden y justifican el sistema. Probablemente nos enfrentemos a unos meses de crecimiento positivo, incluso un par de años, pero este es un crecimiento muy por debajo del potencial de producción autentico, es decir que se trata de un alto nivel de subempleo de los factores productivos. Esto se debe a que la debilidad y el elevado endeudamiento de familias y empresas, debilidades que lastraran a la reactivación de la economía mundial.
Las pérdidas en América latina a consecuencia de la crisis desata tras la quiebra del banco de inversión Lheman Brothers ascendieron a 300 mil millones de dólares en exportaciones, capitalizaciones y remesas. La crisis financiera tuvo en América Latina una expresión esencialmente comercial, que derivó en una precarización de la economía de las familias, una vez más. Latinoamérica estuvo cayendo en la trampa de los mismos vicios que por mucho tiempo fue víctima, del modelo primario exportador que con tanto empeño trato de dejar atrás en los años de postguerra.
Los sectores primarios tienen pocos vínculos con el resto de la economía y eso impide que se transmitan impulsos dinámicos al sistema. Además, los sectores primarios son de escaso valor agregado y con remuneraciones al trabajo inferiores a los de las manufacturas. Estos sectores sufren más la volatilidad de los precios y el deterioro de los términos de intercambio. Los países que más afectados se vieron fueron los que apostaron por el libre comercio y la globalización, es decir de la privatización.
La privatización no solo se implanta a expensas de los consumidores, sino también de los trabajadores. Los partidarios de las privatizaciones sostienen que solo la privatización permite despedir a los trabajadores improductivos y que ello conlleva un incentivo en la actividad y la competitividad de las empresas y en general de la economía. Las privatizaciones hacen pasar con frecuencia a las empresas estatales de los números rojos negativos a los negros positivos, esto es gracias a la reducción de la plantilla. Pero en economía se debe prestar atención a la eficiencia global, obtener ganancias no es el único objetivo, hay costos sociales relacionados con el paro y el desempleo que las empresas privadas simplemente no toman en cuenta y se contentan con el beneficio y las utilidades monetarias o cifras positivas.
El problema es que las consecuencias generadas por el paro y el desempleo son grandes costos sociales, manifestados de las peores formas, procesos urbanos incontrolables y caóticos, acompañado de violencia más delincuencia y perturbaciones sociales y políticas. Incluso en ausencia de estos males el paro suscita costos elevados invisibles, como la angustia generalizada incluso entre los trabajadores que han logrado mantener sus empleos, cargas adicionales sobre los miembros de las familias, las retiradas de los niños del colegio para que contribuyan al sostén familiar. Esta clase de costos sociales perduran mas en el largo plazo, aun mucho tiempo después de la pérdida del empleo inmediato.
Estos tiempos son más difíciles que otros[1].
El mercado laboral de Nicaragua, tomando en cuenta el desempleo abierto y las horas hombres no laboradas por la población subempleada, o sea lo que podemos denominar desempleo global, en 2009, 46 mil personas ingresaron al ejército de desocupados. Existen 632 mil personas que no generan ingresos en este año, y este desempleo global -tanto abierto como equivalente asociado con el subempleo- se aproxima al 28% de la Población Económicamente Activa (PEA). Cabe agregar que por efectos de la recesión económica mundial, el subempleo salto de 30% de la PEA en 2008 a 38% de la PEA en 2009. Para los trabajadores, la crisis continúa porque el desempleo sigue creciendo. Desde la perspectiva de la fuerza laboral, no hay diferencia entre un crecimiento anual de 3% o de 4% de la economía nicaragüense.