Por Emilio Young
A pesar de ser el país más estable de Centroamérica, y ostentar uno de los mayores índices de crecimiento económico en América Latina, Panamá no esta exenta de la lucha de clases. Una oleada de huelgas de trabajadores, reclamando sus derechos laborales, ha estallado durante la última quincena.
Huelga de estibadores
Por los puertos de Panamá pasa un intenso tráfico comercial. Los estibadores son un sector estratégico de la clase trabajadora. El pasado jueves 29 de marzo, los trabajadores de la empresa Panamá Ports Company (PPC) se fueron a huelga por aumento de salarios. Inicialmente fue un pequeño grupo pero después abarcó a casi la totalidad de los 5,200 trabajadores. La huelga fue levantada el 2 de abril, pero el forcejeo continuó.
Las principales reivindicación de los estibadores son el aumento de dos dólares por cada hora, asignación de 80 horas semanales y derogación de la Ley No. 34 que regula las operaciones en los puertos de Balboa y Cristóbal
Huelga en la construcción
El 17 de enero de este año, los obreros de la construcción que trabajan en la ampliación del Canal de Panamá, realizaron una histórica huelga exigiendo aumento de salarios y mejores condiciones de trabajo.
En esta ocasión, se fueron nuevamente al paro los trabajadores del consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), en el sector de Cocolí, en protesta por la muerte accidental del trabajador Luis Guardia, consecuencia directa de las escasas medidas de seguridad.
La presión de los trabajadores dio resultado, y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) se involucró en el asunto, declarando que “para la Autoridad del Canal de Panamá el componente de seguridad laboral es pieza medular en todas sus operaciones y así se lo exige a todos sus contratistas" (La Prensa, 13/04/2012)
Huelga de técnicos de salud
El 11 de abril más de 5 mil trabajadores de la Asociación Nacional de Practicantes, Auxiliares y Técnicos de Enfermería (Anpate), desarrollaron un paro de 48 horas reclamando aumento de salarios. La mayoría de estos trabajadores gana el salario mínimo de 405 dólares y obviamente no ajusta para alimentar y vestir a los hijos.
Uno de las reivindicaciones centrales de este sector, es el cumplimiento de la Ley No 53 que estableció la reclasificación de cargos y ordenaba implementar una escala salarial que beneficiaba a los técnicos de enfermería.
Como siempre ocurre, las autoridades del Ministerio de Salud aducen que no pueden cumplir con el aumento salarial por la falta de presupuesto. Estos aumentos implican una erogación de 3,5 millones de dólares, y que por ello hasta el año 2014 podrían cumplir con lo establecido en la Ley No 53, es decir, hasta dentro de dos años.
Franklin Vergara, ministro de salud, justificó el retraso con las siguientes palabras: "A ellos se les ha aprobado 100% su petición salarial, pero con miras a un presupuesto venidero (ya que) este presupuesto ya empezó a funcionar y no podemos insertarlo allí" (La Estrella, 13/04/2012)
Este movimiento ha tenido que enfrentar la represión de las unidades del control de multitudes de la Policía Nacional, disolviendo con gases y palos los mítines de protesta que organización los trabajadores.
Unidad y coordinación de las luchas
La clase trabajadora panameña es un pequeño gigante adormilado, pero que comienza a despertar por los golpes contra el bolsillo, que ocasiones la crisis mundial del capitalismo.
Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a estos tres sectores en lucha a iniciar un proceso de coordinación y centralización de las luchas, ya que todas están dirigidas en contra del gobierno empresarial de Ricardo Martinelli.
Panamá históricamente no perteneció a la Capitanía General Guatemala en la época colonial, sino a la Gran Colombia, de la cual fue desmembrada en el año 1903, pero después de un siglo de vida “independiente”, los tratados de libre comercio han anexado o fusonado Panamá a la nación centroamericana. Por ello los sindicatos en lucha deben coordinarse con nuestros hermanos del resto de Centroamérica