Por Patricio Guzmán
La inflación de los artículos de primera necesidad, sobretodo de los alimentos, junto con las políticas de reducción del gasto fiscal promovidas por el Fondo Monetario Internacional, llevaron la miseria a un punto insoportable, la gota que colmó la paciencia de las masas desesperadas del Mundo Árabe, que finalmente decidieron jugarse la vida y enfrentar a los regímenes corruptos y dependientes de las grandes potencias, que combinan la represión y la dictadura permanente, con intentos de legitimarse tras la religión o un falso socialismo.
El generalizado alzamiento de las masas de trabajadores y jóvenes en los países del Medio Oriente, sumado a la persistente especulación ha provocado un alza del precio del petróleo, y en general de los hidrocarburos. La revuelta que empezó en Egipto, terminando con el régimen de Hosni Mubarak, se ha generalizado incluso más allá de los países árabes. Existe preocupación por la extensión de las protestas a Irán, un productor de petróleo mucho más grande, y a Argelia, gran productor de gas.
Todos están de acuerdo con que el impacto del alza de los hidrocarburos será importante, incluso aquellos que tratan de bajarle el perfil y señalan que no existe amenaza de desestabilización del mercado.
La guerra civil en Libia y la intervención directa de las potencias occidentales, ocupan ahora los titulares internacionales, Libia cuenta con las reservas más importantes del norte de África, su producción es el 18% de a Proción mundial, y el 8% del consumo de Estados Unidos. Por su posición geográfica es el productor más cercano a Europa, y tiene ductos de gas directos a Italia.
Pero tal vez más importante es la amplitud de la rebelión social y la explosión de la protesta social en los países de la península árabe y el Golfo que concentran la mayor producción, y reservas conocidas. En este sentido, las protestas en Bahrein pueden ser de mayor importancia, porque aunque en si mismo no es un productor importante de crudo, su directa vecindad con Arabia Saudita repercute directamente sobre los precios. Según datos de fines de 2009, las reservas petroleras de la región eran de 57% y de ellas a Arabia Saudita sola correspondía el 20%. Respecto a la producción mundial, el 30% correspondía a esta región, de los cuales 12% provienen de Arabia Saudita.
Amenaza al precario proceso de recuperación global
Los levantamientos populares generalizados en el mundo musulmán, podrían provocar la detención del precario proceso de recuperación en los países desarrollados, y en el mundo. Aunque los principales analistas de los bancos que actúan en el mercado han anunciado perspectivas diferentes sobre las alzas.
"Aún no es el momento para la destrucción de la demanda de crudo, y mantenemos nuestra perspectiva de que el crudo Brent promediará US$122 el barril este trimestre, con precios en los próximos tres meses que superan temporalmente los US$140 el barril," dijeron los analistas de Bank of America Merrill Lynch en un informe.
El panorama de Bank of America contrasta con el de Goldman Sachs, que dijo el 12 de abril que espera que en los próximos meses el Brent caiga a US$105 por barril por una "corrección sustancial".
Deutsche Bank también ve lugar para precios más altos. El 12 de abril subió su proyección del Brent para el 2011 a US$117,50 desde US$107,75.” (América Economía. http://www.americaeconomia.com/negocios-industrias/bank-america-estima-un-alza-del-petroleo-brent-de-hasta-us140-el-barril)
Otros expertos dicen que el precio del petróleo llegará a 150 dólares, e incluso más.
El alza de los precios del petróleo ha impulsado la inflación mundial, y se viene a sumar a las presiones que provienen del gigantesco aumento de la masa monetaria de dólares, y de otras monedas como el Yuan chino. Pero además refuerza el temor a una nueva recesión, cuando el mundo, especialmente los países capitalistas más desarrollados, todavía no consigue dejar atrás efectos de la crisis como el alto desempleo, el bajo crecimiento, la crisis de la deuda y la expansión del déficit público. La producción mundial está en niveles de 1989. Incluso en países que se han beneficiado de los altos precios de las materias primas, y la demanda China, como Brasil y Chile, las cifras macro económicas principales recién han recuperado los niveles anteriores a la crisis global.
La inflación importada con materias primas de uso generalizado en la economía como son los combustibles, suele denominarse “inflación de costos”, para diferenciarla de la inflación provocada por un aumento de la demanda. La inflación de costos, puede desembocar de en la estanflación, un fenómeno que combina estancamiento económico con inflación.
Por supuesto algunos países pueden resultar beneficiados en sus ingresos debido a los altos precios del petróleo. Países productores como Rusia, Venezuela, los países árabes… tendrán grandes ingresos adicionales.
El aumento del precio del petróleo acostumbra adelantar las recesiones, la subida actual es la quinta más significativa desde 1973, y en cada ocasión un incremento importante fue seguido por una recesión.
“La guerra de Yom Kipur en 1973 y la revolución islámica iraní en 1979 llevaron a incrementos que presagiaron crisis económicas.
Más recientemente, la recesión de 2008 a 2009 fue precedida de una elevación en el precio del petróleo y otras materias primas.” (BBC Mundo, ¿Hay que temer al alza del precio del petróleo? 25 feb 2011)
El alza del petróleo, llega en un mal momento para la economía mundial. La inflación y las burbujas especulativas amenazan el crecimiento de la economía china, y su efecto positivo sobre la recuperación de los países subdesarrollados productores de materias primas en América Latina y otras regiones, y en alguno desarrollado como Alemania. La crisis de la deuda en los países ahora llamados periféricos de Europa, ha forzado a los gobiernos a seguir el dictat del FMI, la Unión Europea y los ‘mercados financieros’ aplicando políticas de reducción del gasto y los salarios, que tienen efectos recesivos. Pero, como ha sostenido un medio del prestigio de The Economist, cada vez está más cerca el momento en que algún país Europeo se vea obligado a hacer cesación de pagos, con el efecto contagio sobre las grandes economías en los que residen los bancos más expuestos a la deuda.