Por José René Tamariz
La lucha actual inter imperialista entre los Estados Unidos de América (EUA) y China, encubierta bajo la forma de una guerra comercial e inicio de una nueva guerra fría, es en realidad un conflicto profundo e irreversible por el control político y hegemonía mundial, entre un imperialismo en descenso y decadencia, los EUA y un imperialismo emergente y en ascenso, China. El estudio de la cuestión del imperialismo adquiere y reviste una importancia capital y, asimismo, nos conduce al regreso de Lenin en este candente problema y reivindicar la vigencia actual de su pensamiento.
Del imperialismo Clásico de Lenin al Imperialismo Actual
Según Lenin “… conviene dar una definición del imperialismo que contenga los cinco rasgos fundamentales siguientes: 1) la concentración de la producción y del capital llegada hasta un grado tan elevado de desarrollo, que ha creado los monopolios, los cuales desempeñan un papel decisivo en la vida económica; 2) la fusión del capital bancario con el industrial y la creación, sobre la base este “capital financiero”, de la oligarquía financiera; 3) la exportación de capitales, a diferencia de la exportación de mercancías adquiere una importancia particularmente grande; 4) la formación de asociaciones internacionales monopolistas de capitalistas, las cuales se reparten el mundo, y 5) la terminación del reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas más importantes. El imperialismo es el capitalismo en la fase de desarrollo en que ha tomado cuerpo la dominación de los monopolios y del capital financiero, ha adquirido señalada importancia la exportación de capitales, ha empezado el reparto del mundo por los trusts internacionales y ha terminado el reparto de toda la Tierra entre los países capitalistas más importantes”. (Lenin, 1961: 765). En términos generales, esas características del imperialismo descritas por Lenin se mantienen y tienen vigencia con cambios evidentes por el transcurso del tiempo y de desarrollo capitalista imperialista. Esa caracterización del imperialismo fue escrita por Lenin en 1916, es decir, hace casi 103 años, pero en lo fundamental tiene vigencia. Veamos.
1.- La concentración y centralización de la producción y, por ende, del capital y su centralización ha aumentado aún más que aquella época descrita por Lenin. Por ejemplo, en los años 70 “… El número de compañías internacionales importantes se estima actualmente en 800…” (Mandel, Ernest, 1971: 330). Esas grandes empresas eran de los Estados Unidos, Europa y Japón. Para finales de los años 90 e inicio del siglo XXI este número de empresas transnacionales y monopolistas había disminuido a unos 500 importantes y unas 100 más grandes. De acuerdo con “Un reciente estudio, del que dio cuenta el Financial Times (28 de enero de 1999), acerca de las mayores compañías basadas en la capitalización del mercado mostro que entre 500 empresas más grandes del planeta, los Estados Unidos se hallaban representados por 244, Japón por 44 y Alemania por 23. Aunque consideramos a todo Europa, el número total de sus firmas predominantes no rebasa las 173, todavía muy inferior al de las poseídas y controladas por los Estados Unidos…”. (Petras, James y Veltmeyer, Henry, 2001: 93). Este periodo del imperialismo es el que Samir Amin denominó “el nuevo imperialismo colectivo de la tríada” (Estados Unidos, Japón y Europa), en donde los Estados Unidos eran hegemónicos y, Japón y Europa, se plegaban al poder de aquel. Pero esa situación cambió hace mucho tiempo.
¿Cuál es la situación actual? Actualmente con base en capitalización bursátil, “Según países, Estados Unidos sigue siendo hogar de más de la mitad de las empresas más grandes del mundo, contando con 53 en el listado de las 100 empresas más grandes. China cuenta con 11 empresas entre las 100 más grandes del mundo, mientras que Reino Unido se sitúa en tercer lugar con un total de 9 empresas”. (Economipedia, 21 de febrero, 2019). Las empresas tecnológicas más grandes del mundo ocupan los primeros diez lugares dentro de las 100 compañías.
Posición
Empresa
País
Sector
Capital Bursátil
1
Microsoft Corp
Estados Unidos
Tecnología, software
733,27 *
2
Apple Inc
Estados Unidos
Tecnología, hardware
709,69
3
Amazon. Com Inc
Estados Unidos
Tecnología y distribución
697,54
4
Alphabet Inc
Estados Unidos
Tecnología, internet
685,44
5
Berkshire Halth
Estados Unidos
Financiero
446,60
6
Facebook Inc
Estados Unidos
Tecnología, internet
409,59
7
Alibaba Grpdr
China
Tecnología y distribución
380,37
8
Tencent
China
Tecnología, internet
357,65
9
Johnson & Johnson
Estados Unidos
Farmacia
323,03
10
JPmorgan Chase
Estados Unidos
Banco
309,99
Es importante destacar que entre los años 1997 y 1998 “… entre las veintitrés primeras empresas, trece eran estadounidense y diez europeas; no había en la lista ninguna asiática ni latinoamericana…”. (Petras, James y Veltmeyer, Henry, 2001: 94). De esa lista, el primer lugar lo ocupaba Microsoft Corp y el segundo lugar era ocupado por General Electric. Actualmente de las 23 primeras posiciones de las grandes empresas, 16 son estadounidense, 3 son de China, 2 de Suiza, 1 de países bajos y 1 de Corea del Sur. Entonces, es evidente los cambios sustanciales que han operado en cuanto la concentración y centralización del capital, nuevos sectores de la actividad económica y nuevos países. Los Estados Unidos siguen ocupando el primer lugar, el segundo lugar lo ocupa ahora China, tercer lugar Suiza y cuarto lugar, Corea del Sur. Según el economista no marxista, Kenneth Rogoff “En realidad, las grandes tecnológicas son solo el ejemplo más visible de un significativo aumento del poder monopólico y oligopólico en una amplia variedad de sectores de la economía estadounidense…”. (La Nación, 08 de abril de 2019). Nosotros agregamos que no sólo en los Estados Unidos, sino a nivel mundial. Ellos reflejan los nuevos cambios en el control monopólico de las actividades principales de la economía en el mundo.
El desplazamiento de Japón y Europa, por parte de China, en la concentración de la producción y centralización internacional de capital, ha conducido a la bipolaridad mundial. Entonces, los anhelos sobre el surgimiento y la existencia de un mundo multipolar solo fueron deseos de muchos políticos y países. Ese tal mundo no existe. Más adelante analizamos la cuestión de la bipolarización.
2.- Es importante destacar que, en cuanto a los sectores de la actividad económica, el papel central y preponderante lo juegan y asumen las grandes empresas de tecnología, relegando a un segundo lugar al sector financiero-bancario y otros. Es decir que, aunque el capital financiero y, por ende, la oligarquía financiera, es aún muy importante, han sido desplazados por el de alta tecnología. Este se ha convertido en un sector estratégico y escenario de una dura pelea inter imperialista entre los Estados Unidos y China.
3.- Tanto en la exportación de mercancías como de capitales, China ocupa el primer lugar en el mundo por arriba de los Estados Unidos. Esta es una de las características que definen a China como un país imperialista, además de los otros rasgos apuntados por Lenin. Con la llamada Iniciativa de la Franja y la Ruta o Belt and Road Iniciative (BRI), en su sigla en inglés, las empresas chinas has realizado gigantescas inversiones de $10.500 millones en 55 países, asimismo involucra a 126 países y 29 organizaciones internacionales, mientras que el gobierno chino prevé invertir al final de ese proyecto político-económico la suma de 1,4 billones de dólares. Esa ruta conectaría Europa, Asia del Sur-Oriental, Asia Central y el Oriente Medio. Según el gobierno chino ese megaproyecto debe estar concluido en el año 2049, fecha en la cual, este país imperialista se ha impuesto convertirse en la primera potencia económica y política mundial. Por otra parte, es importante mencionar que China ha realizada gigantescas y millonarias inversiones en África, América Latina y otros países.
4 y 5. El reparto del mundo por parte de los monopolios y del territorio mundial por las dos potencias mundiales se encuentra en franca pugna. Es necesario señalar que, en la época de Lenin, existían las potencias imperialistas capitalistas más importantes. Ahora, en la situación actual, no podemos hablar de varias potencias imperialistas que se disputen el territorio del mundo, sino de dos solamente: Estados Unidos y China. Asia es el principal continente en disputa por el control territorial, económico, político y militar entre los Estados Unidos y China.
Recientemente se realizó la conferencia de seguridad en Singapur, denominada Dialogo Shangri-La, en la cual el jefe interino del Pentágano, Patrick Shanahan, “… instó… a China a “dejar de minar la soberanía” de sus vecinos y anunció que durante los próximos cinco años invertirá masivamente para mantener su supremacía militar en la región”. (La Nación, 02 de junio de 2019) y luego señala que la “La región Indo-Pacífica es nuestro escenario de operaciones prioritario. Invertimos en la región. Invertimos en ustedes y con ustedes”. (Ídem). Efectivamente, Asia será el escenario principal, no el único, del enfrentamiento entre los Estados Unidos y China, dado que ahí se desarrolla el principal megaproyecto de China que, de consumarse y concluirse, relegaría y disminuiría significativamente la supremacía económica y militar del imperialismo estadounidense. De ahí que los Estados Unidos prioricen inversiones masivas en esa zona para frenar el avance de China.
El Poder de China Vs el Poder de los Estados Unidos
China es el principal exportador de mercancías en el mundo. Sus exportaciones llegaron en el año 2016 a $2.098,00 billones de dólares, le sigue los Estados Unidos con $1.471,00 billones de dólares y Alemania ocupa el tercer lugar con $1.283,00 billones de dólares. Asimismo, China es el principal exportador de capitales en el mundo, ya sea mediante inversiones y donaciones en cientos de países.
El producto interno bruto (PIB) de China es el mayor del mundo en números absolutos llegando a $25 billones de dólares, mientras que el PIB de los Estados Unidos llegó a los $20 billones dólares. Sin embargo, si se comparan el PIB per cápita de los Estados Unidos es el primero con $60.000, mientras que China apenas alcanza los $17.000, siendo parecido al de un país intermedio.
El déficit comercial de Estados Unidos con respecto a China es muy grande. Según el economista Kaushik Basu “… En el 2018, Estados Unidos exportó bienes por un valor de $120.300 millones a China, una cantidad sustancial, pero pequeña en comparación con los $539.500 millones de bienes que se importaron de China…”. (La Nación, 08 de junio de 2019). Es decir que el déficit comercial de los Estados Unidos con China fue de $419.200 millones el año pasado. Pretender disminuir y resolver semejante déficit mediante la política de Trump de aumentar los porcentajes de los aranceles a los productos chinos sería contraproducente para los Estados Unidos e ilusorio. De acuerdo con el economista citado anteriormente, “… una guerra arancelaria tendría consecuencias mucho peores a largo plazo para la economía estadounidense porque un gran porcentaje de las importaciones estadounidenses de China son insumos de producción. Los aranceles más elevados harán que esos insumos sean más caros o más escasos, lo cual afectará la productividad y la competitividad de Estados Unidos y erosionará el potencial de crecimiento económico”. (Ídem).
A nivel de las más grandes empresas transnacionales, efectivamente, los Estados Unidos están en primer lugar que China, pero China tiene un desarrollo vertiginoso y es vanguardia en el desarrollo de la tecnología 5G e inteligencia artificial, realizando inversiones multimillonarias en esos campos. Es por ello que se ha producido la ruptura de Google con Huawei.
China es el mayor acreedor de los Estados Unidos y, por tanto, el mayor deudor de China. Para el año 2018, China tenía en bonos estadounidense invertidos $1,178 billones de dólares. Por esa deuda los Estados Unidos transfieren a China miles de millones de dólares. Si China, eventualmente e hipotéticamente, recurriera a una guerra monetaria con semejante deuda de los Estados Unidos sería catastrófico y peligroso para la economía de los Estados Unidos y el mundo.
Los Estados Unidos tienen una gran ventaja comparativa con respecto a China en cuanto a que controla la moneda de uso internacional para los intercambios mundiales globales, así como para presionar a otros países. Asimismo, presiona con otros medios como los arancelarios y militares, tal como sucede con las presiones hacia Irán, Turquía, México y otras naciones. Sin embargo, el reciente de los acuerdos, entre otros, entre China y Rusia de realizar todos los intercambios comerciales entre sus dos monedas, el yuan y el rublo, apuntan en la dirección de debilitar esa supremacía del dólar como moneda internacional. Es muy probable que avancen en esa dirección en las negociaciones comerciales con otros países.
Sin duda alguna es en el terreno militar que los Estados Unidos mantienen la actual supremacía mundial. China es la segunda potencia militar, pero muy por detrás de los Estados Unidos aún. El presupuesto militar de los Estados en el año 2016 Unidos fue de $600 mil millones de dólares, mientras que el de China fue de $200 mil millones de dólares, es decir, el 33.3% del presupuesto de los Estados Unidos. Sin embargo, China tiene desarrollos militares en diversas áreas militares. Los próximos conflictos militares entre los Estados Unidos y China se podrían producir en el mar de China meridional, por ello la mayor inversión de China es en su fuerza naval.
Resurgimiento de la Bipolarización Mundial
El surgimiento de China como una potencia emergente y en pleno ascenso, aunado a las profundas y crecientes pugnas comerciales, arancelarias y tecnológicas entre ambos polos, los Estados Unidos y China, reflejan que el sistema mundo, prácticamente, se ha partido en dos grandes bloques de poder, en disputa abierta, por la hegemonía y control del mundo. China se ha convertido en la segunda potencia económica, tecnológica y militar. Tiene como objetivo y meta convertirse en la primera potencia en el año 2049. De hecho, en cuanto a desarrollos tecnológicos ha superado a los Estados Unidos, no así aún en el terreno militar.
El grave y profundo conflicto entre los Estados Unidos por la tecnología 5G condujo a la ruptura de la cooperación entre las empresas Google y Huawei, en cuanto al uso de software y otros componentes electrónicos. De hecho, “En el primer trimestre, Huawei vendió 59,1 millones de teléfonos inteligentes, un 19% del mercado mundial y más que la estadounidense Apple, aunque todavía por detrás de la empresa líder, la surcoreana Samsung”. (La Nación, 21 de mayo de 2019). La tecnología 5G desarrollada por China será la que dominará el uso de la inteligencia artificial y los aparatos electrónicos y otros. Entonces, es una batalla que los Estados Unidos están perdiendo frente a China.
Muchos analistas abrigaban las esperanzas que el conflicto y contradicciones de los Estados Unidos y China se resolvieran mediante la “cooperación”, “dialogo” y “negociaciones” inter imperialista entre las dos grandes potencias mundiales. Sin embargo, esas falsas ilusiones saltaron en mil pedazos. A estas alturas del conflicto, no existe posibilidades de solución por la vía diplomática y pacífica. El conflicto, lejos de disminuir, ha escalado a niveles mayores y altísimos de una mayor confrontación. ¿Cómo se resolverá esa lucha inter imperialista entre los Estados Unidos y China? Lo más probable, dado que ambos se juegan al control político y hegemonía mundial, derive en más guerra comercial, conflictividad política, guerra monetaria y, eventualmente, en ciertos enfrentamientos militares convencionales en algunas regiones en disputas y conflictos. Ninguno de los dos va a ceder, sin guerrear, el control y reparto del mercado mundial y territorial. Nos encaminamos a una gran confrontación entre gigantes, las consecuencias son imprevisibles.