Por Orson Mojica
La contraofensiva militar de Ucrania, iniciada en junio de este año, pretendía recuperar los territorios que fueron anexados a Rusia, y con ello establecer un equilibrio de fuerzas que permitiera una negociación favorable para Ucrania. Los planes no salieron conforme lo programado. La contraofensiva militar de Ucrania se ha topado con un muro defensivo, construido por el ejercito ruso, que no ha podido ser perforado por las constantes incursiones del ejército de Ucrania.
Todos reconocen entre dientes que la contraofensiva ha sido un fracaso. Ucrania se desangra, mientras Rusia conserva intactas sus fuerzas preparando el momento para un contraataque.
Zelenski comenzó a brindar diferentes justificaciones. Primero dijo que la contraofensiva era “más lenta” porque era mucho más importante salvar vidas de sus soldados. Después le echó la culpa a la lentitud en el abastecimiento militar preparatorio de la contraofensiva.
"Les dije [a los dirigentes estadounidenses], al igual que a los líderes europeos, que nos gustaría empezar antes nuestra contraofensiva, y que necesitamos todas las armas y el material para ello. ¿Por qué? Simplemente porque si empezamos más tarde, irá más despacio (…) Yo quería que nuestra contraofensiva se produjera mucho antes [..] Damos a nuestro enemigo el tiempo y la posibilidad de colocar más minas y preparar sus líneas defensivas". (CNN, 06/07/2023)
Forcejeo por la invitación a la Cumbre de la OTAN
El posible ingreso de Ucrania a la Organizacion del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha sido el principal motivo de esta guerra. Después del derrumbe de la URSS, en 1991, Estados Unidos, lejos de disolver la OTAN, la fortaleció incluyendo países del este de Europa que anteriormente pertenecían al Pacto de Varsovia, la alianza militar de la ex URSS que fue disuelta con su derrumbe.
En 2008, en la Cumbre de Bucarest, la OTAN prometió a Ucrania y Georgia que serían parte de esa alianza militar. Esta invitación provocó la corta guerra entre Rusia y Georgia, mientras Ucrania permaneció neutral. El golpe de Estado en 2014 revivió la invitación a Ucrania para formar parte de la OTAN. En marzo de 2018, Ucrania obtuvo el estatus de aspirante a miembro de la OTAN, y más adelante, en febrero de 2019, reformó su Constitución derogando la neutralidad para poder formar parte de la OTAN y de la Unión Europea (UE). Al iniciarse la guerra con Rusia, Ucrania dijo que no formaría parte de la OTAN, pero en septiembre de 2022 envió una solicitud desesperada para formar parte de la OTAN.
En los hechos, Ucrania ya forma parte de la OTAN porque recibe armamento, municiones, dinero y asesoría militar de esta alianza, pero no puede invocar el articulo 5 de la Carta de Defensa Colectiva de la OTAN, porque formalmente no es miembro. Hasta el momento no ha habido ningún ingreso en "caliente", es decir, en plena guerra, de algún socio que invoque la defensa colectiva.
El debate sobre el posible ingreso de Ucrania a la OTAN ha sido la principal noticia en los medios de comunicación. Con anterioridad, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, había afirmado que "Todos los aliados están de acuerdo en que Ucrania se convertirá en un miembro de la OTAN. No vamos a discutir una invitación en la cumbre de Vilna, sino cómo podemos acercar Ucrania a la OTAN ".
Como la invitación no había sido confirmada, Zelensky armó un berrinche. A finales de junio, Igor Zhovkva, principal asesor diplomático de Zelensky, muy molestó explicó que la solicitud de Ucrania para ingresar a la OTAN lleva mucho tiempo en espera. "Esta solicitud está ahora sobre las mesas de los líderes de los aliados de la OTAN. La cumbre de Vilna sería un muy buen comienzo para responder a esta solicitud. Y por responder, nos referimos a la invitación para la membresía, que es solo la primera etapa (…) Lo que estamos pidiendo es que se inicie el trámite (…) El presidente no viajará [...] a la cumbre si los líderes tienden a mostrar un déficit de coraje, mientras Ucrania con todo su coraje, voluntad, fuerza y alta moral está luchando contra la agresión rusa", (30/06/2023)
La Casa Blanca, por medio de la portavoz Karine Jean-Pierre, dijo que “el presidente [Joe Biden] ha declarado reiteradamente que Ucrania tendrá que llevar a cabo reformas para ajustarse a los mismos estándares que los países de la OTAN antes de su ingreso (…) Washington permanece "comprometido a la política de puertas abiertas de la OTAN". (05/07/2023)
Zelensky continuó presionando a sus aliados de la OTAN. En una conferencia de prensa en Praga, Zelensky dijo: "¿Qué formulación hace falta para una invitación? Simplemente se necesita una invitación. Puede haber dificultades en conseguir el apoyo unido de todos los socios de la alianza. Algunos siguen mirando a Moscú, temiendo a Rusia, aunque creo que es una gran oportunidad para mostrar el coraje y la fuerza de la alianza".
Las presiones continuaron, pero unos días antes de que comenzada la cumbre de la OTAN en Vilnius, Lituania, Joe Biden repitió lapidariamente: “Creo que Ucrania no está lista para la membresía de la OTAN (…) Todavía debe realizar reformas". (CNN 07/07/2023)
Alemania, igual que Francia y Estados Unidos, han considerado que el ingreso de Ucrania a la OTAN sería contraproducente precisamente porque, al encontrase en guerra con Rusia, Ucrania invocarían el artículo 5 de la Carta de Defensa Colectiva de la OTAN, lo que conllevaría a una guerra abierta entre los países de la OTAN y Rusia-Bielorrusia. Es cierto que Estados Unidos y la OTAN libran una guerra indirecta, utilizando al ejercito de Ucrania, pero calculan que todavía no ha llegado el momento de enfrentarse directamente a Rusia. Por eso hay un “estira y afloja”.
Según The Financial Times, Alemania, Estados Unidos, y Francia, las potencias imperialistas mas importantes de la OTAN, se encontraban presionados en relación a aprobar el ingreso de Ucrania a la OTAN, especialmente por los pequeños países del este de Europa.
Pese al cabildeo, presiones y contrapresiones, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, sepultó los rumores al declarar lacónicamente que "Ucrania no se unirá a la OTAN como resultado de la proxima cumbre". (07/07/2023)
Dos días después, Dmitri Kuleba, ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, a través de su cuenta en la nueva red social Threads, se regocijó por una supuesta repuesta positiva de Estados Unidos para el ingreso de Ucrania a la OTAN. "Como resultado de la cumbre [que se celebrará los días 11 y 12 de julio en Vilna, Lituania], nuestro camino hacia la Alianza será definitivamente más corto. Se trata de un resultado muy importante, del que se nos dijo, como en muchos otros casos, que no se produciría, pero lo logramos junto con nuestros socios más cercanos" (09/07/2023)
Pero no indicó cual fue la repuesta positiva, que motivaba su alegría.
Fue el propio Jack Sullivan, quien se encargó de explicar el acuerdo con Ucrania: “La idea es que Estados Unidos, junto con otros aliados y socios en el marco multilateral, negocie compromisos bilaterales de seguridad con Ucrania a largo plazo, lo que significa que EE.UU. estaría preparado para proporcionar varias formas de asistencia militar, inteligencia e intercambio de información, ciber apoyo y material para que Ucrania pueda tanto autodefenderse como disuadir una agresión futura (…) Claro que el próximo paso sería realmente entrar en detalles de esas discusiones y negociaciones con Ucrania para elaborar los términos de ese apoyo, la duración del apoyo, y la especificidad del apoyo " (10/07/2023)
La creación del “Consejo OTAN-Ucrania”
La Cumbre de la OTAN, realizada los días 11 y 12 de julio, en Vilnus, Lituania, no arrojó ninguna sorpresa. Sus resultados, sobre todo el tema de ingreso de Ucrania a la OTAN, ya habían sido debatidos en declaraciones de sus altos funcionarios en los medios de comunicación.
El Comunicado oficial de la OTAN sobre Cumbre de Vilnius, abarcó muchos temas pero en relación a Ucrania, reafirmó que: “ (…) La Federación Rusa es la amenaza más importante y directa para la seguridad de los Aliados y para la paz y la estabilidad en la zona euroatlántica.”
En relación al posible ingreso de Ucrania a la OTAN, confirmó que “(…) Apoyamos plenamente el derecho de Ucrania a elegir sus propios arreglos de seguridad. El futuro de Ucrania está en la OTAN. Reafirmamos el compromiso que asumimos en la Cumbre de 2008 en Bucarest de que Ucrania se convertirá en miembro de la OTAN, y hoy reconocemos que el camino de Ucrania hacia la plena integración euroatlántica ha ido más allá de la necesidad del Plan de Acción de Membresía. Ucrania se ha vuelto cada vez más interoperable y políticamente integrada con la Alianza, y ha logrado un progreso sustancial en su camino de reforma (…) La Alianza apoyará a Ucrania en la realización de estas reformas en su camino hacia la futura membresía. Estaremos en condiciones de extender una invitación a Ucrania para unirse a la Alianza cuando los Aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones”.
A pesar del lenguaje grandilocuente, el comunicado reafirmó lo que Biden ya había declarado, en el sentido de que Ucrania debe realizar reformas y que hasta después seria invitada a formar parte de la OTAN.
No obstante, “para apoyar una mayor integración de Ucrania con la OTAN, hoy hemos acordado un paquete sustancial de apoyo político y práctico ampliado. Hemos decidido establecer el Consejo OTAN-Ucrania, un nuevo organismo conjunto donde los Aliados y Ucrania se sientan como miembros iguales para promover el diálogo político, el compromiso, la cooperación y las aspiraciones euroatlánticas de Ucrania para ser miembro de la OTAN”.
Ucrania no fue invitada a formar parte de la OTAN, pero la creación del “Consejo OTAN-Ucrania”, como premio de consolación, no es más que la legalización y continuación de la ayuda militar y económica que los países de la OTAN proporcionan a Ucrania para continuar librando la guerra de desgaste contra Rusia. El objetivo principal de la OTAN, no es defender la autodeterminación de Ucrania como Estado nacional, sino frenar la recomposición de Rusia como un imperialismo capaz de eclipsar en el plano militar el decadente imperialismo norteamericano y europeo.
El Consejo OTAN-Ucrania es el sostenimiento del statu quo, lo que implica la prolongación de la guerra en Ucrania. El grado de involucramiento de Estados Unidos y Europa en la guerra es tan profundo, que el menor retroceso puede conducir a una grave derrota de catastróficas consecuencias para los imperialismos norteamericano y europeo.
La ruptura del acuerdo sobre granos
Desde que se inició la guerra en Ucrania, Rusia se mostró dispuesta a permitir la exportación de cereales ucranianos, para disminuir las posibilidades de hambruna mundial. Rusia impuso la condición de que hubiese un corredor desmilitarizado en el Mar Negro.
Recientemente, después del último ataque ucraniano con lanchas no tripuladas al puente de Crimea, Rusia no solo reafirmó su decisión de suspender el acuerdo sobre granos, sino que, paralelamente, atacó las instalaciones portuarias en Odesa, destruyendo la infraestructura que permitiría la exportación de granos.
Putin denunció que el acuerdo sobre exportación de granos "en realidad se utilizó abiertamente sólo para enriquecer a las grandes empresas estadounidenses y europeas que exportaban y revendían cereales desde Ucrania. Los hechos hablan por sí solos. En casi un año de pacto de granos, se exportaron desde Ucrania un total de 32,8 millones de toneladas de carga, más del 70 % de las cuales se destinaron a países de altos y medio-altos ingresos, incluida la UE, mientras que países como Etiopía, Sudán y Somalia, y también Yemen y Afganistán, recibieron menos del 3 % del volumen total, es decir, menos de un millón de toneladas.
Me gustaría asegurar que nuestro país es capaz de sustituir los granos ucranianos, tanto sobre una base comercial como gratuita, especialmente porque esperamos otra cosecha récord este año" (RT, 27/07/2023)
Rusia pretende ganar y consolidar la amistad con países pobres de África y Asia, proporcionándoles cereales gratis o baratos.
Rusia prepara el contra ataque
Mientras tanto la guerra continúa, con fuertes bajas para el ejercito ucraniano. Rusia está creando condiciones para su contra ataque con el objetivo de partir Ucrania en dos, creando una “zona de seguridad”, que inevitablemente abarcaría el puerto de Odesa, lo que dejaría a Ucrania cercenada y sin salida al Mar Negro.