Por Mohamed Hassan
Era una muerte anunciada. Los acontecimientos políticos y militares de los últimos dos años, en Medio Oriente, están concatenados y reflejan el montaje de una gran ofensiva del imperialismo norteamericano y del sionismo para mantener su hegemonía en la zona.
La guerra en Gaza y la ofensiva contra Hesbolá
El inicio de la ofensiva de Hamas, el 23 de octubre del 2023, y el inútil secuestro de rehenes, pretendió evitar la adhesión de Arabia Saudita a los Acuerdos de Abraham, por medio del cual Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Sudán y Marruecos, establecieron relaciones diplomáticas con Israel.
La repuesta imperialista y sionista fue la destrucción de Gaza, dejando piedra sobre piedra, haciendo retroceder la franja a la barbarie, mientras el mundo contemplaba atónito, inerte e impotente un nuevo genocidio, igual o peor que el que cometieron los nazis contra los judíos en el Ghetto de Varsovia (1940-1943)
Habiendo liquidado militarmente a Hamas dentro de la Franja de Gaza, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) viraron e iniciaron una ofensiva militar para degradar la capacidad militar de la milicia chiita Hesbolá, con gran presencia en el sur de El Líbano, la que realizaba periódicos ataques con misiles para distraer a las FDI y quitar presión militar contra Hamas en Gaza
Las FDI han impuesto un nuevo estilo en las guerras modernas: antes de atacar, primero decapita al ejército o milicia enemiga, liquidando con bombardeos selectivos a la alta cúpula política y militar, y después, con la superioridad área, ataca con misiles los puntos neurálgicos.
A finales de julio del 2024, el líder de HAMAS, Ismail Haniya, fue asesinado por las FDI con un bombardeo selectivo en Teherán. El 27 de septiembre de ese mismo año, mientras hacía creer que podía establecerse algún tipo de negociación o tregua, la aviación israelí dejo caer 72 toneladas de bombas sobre la oficina de Hezbolá, logrando matar al histórico y carismático líder Hassan Nasralla.
En estas dos guerras, las FDI arrasaron primero las posiciones enemigas antes de desplegar la infantería. Mientras, las FDI libraban la guerra en dos frentes (Gaza y El Líbano) los gobiernos árabes de medio oriente guardaban un silencio cómplice, con la excepción de Irán y sus aliados: los huties en Yemen y la dictadura de Bashar Al Assad en Siria.
No obstante, la ofensiva de las FDI y la subordinación del gobierno de El Líbano alentó a las guerrillas proturcas dentro de la guerra civil para lanzar una ofensiva final contra la dictadura de Bashar Al Assad, provocando su desplome a inicios de diciembre del 2024.
La caída de la dictadura de Bashar Al Assad, fue un efecto indirecto y colateral de las victorias militares de las FDI en Gaza y El Líbano.
El resultado fatal ha sido la liquidación militar de los principales aliados de Irán en Medio Oriente (solo quedan los hutíes de Yemen). El paso lógico siguiente sería iniciar los ataques militares contra Irán y una posible invasión terrestre.
La teocracia gobernante en Irán
La grandiosa revolución de 1979 en Irán, hace 46 años, terminó en la dictadura de una teocracia islámica, en la que los ayatollas deciden con mano férrea al rumbo del país. Independiente de nuestras críticas al régimen político totalitario y confesional imperante en Irán, este es el único país que ha mantenido una lucha y resistencia sistemática al dominio de Israel, el principal agente del imperialismo norteamericano en la zona de Medio Oriente.
Irán no solo se enfrentó a las sistemáticas agresiones políticas y económicas de Estados Unidos e Israel, sino que tuvo que librar una larga guerra fratricida (1980-1988) con la dictadura de Sadam Hussein en Irak, que era alimentada y financiada por Estados Unidos, de la misma forma que hoy lo hacen con Ucrania, para debilitar el naciente imperialismo ruso.
Sanciones económicas, bloqueos y ataques militares
Bajo el pretexto de evitar la fabricación de bombas nucleares, Estados Unidos y la Unión Europea (UE), y por supuesto Israel también, han desatado una campaña mundial contra el programa nuclear de Irán.
En un proceso de estira y afloja, en el año 2011 se iniciaron las primeras sanciones económicas y financieras contra la industria petrolera de Irán, para evitar el desarrollo de su programa nuclear. Por su parte, el gobierno de Irán ha insistido en que su programa nuclear es con fines pacíficos.
Es un secreto a voces que Israel posee bombas nucleares, proporcionadas por Estados Unidos, pero se resisten a la posibilidad de que el ejercito iraní pueda equiparlos al poseer armamento nuclear.
Los sistemáticos ataques contra Irán
Las FDI han sido la punta de lanza del boicot al programa nuclear y de los ataques militares directos contra Irán. En 2010, el virus informático Stuxnet, creado por la CIA y el Mossad, destruyó las centrifugadoras iraníes. En enero de 2020, Estados Unidos asesinó con un ataque con drones al general Qasem Soleimani, en el aeropuerto de Bagdad, Irak, un héroe viviente por haber estabilizado la situación en la guerra civil en Siria.
En julio de ese año, el Mossad dañó gravemente una planta centrifugadora en Natanz, y meses más tarde el principal científico nuclear Mohsen Fakhrizadeh fue asesinado cerca de Teherán. En Abril del 2024, en el contexto de la guerra en Gaza y contra El Líbano, las FDI atacaron con misiles el consulado de Irán en Damasco, matando a dos generales iranies y otras 14 personas.
Por primera vez, Irán respondió lanzado misiles contra Tel Aviv, capital de Israel, originándose un intercambio de ataques con misiles. La guerra o enfrentamiento militar entre Israel e Irán, ya era una realidad.
Trump y las tensas negociaciones sobre el programa nuclear
El segundo mandato de Donald Trump ha alentado al gobierno sionista de Benjamín Netanyahu a tener una política más agresiva en relación a Irán, aprovechando los golpes propinados a Hamas, Hesbola y el derrumbe de la dictadura de Bachar Al Assad en Siria.
Amenazando a Irán, Trump inicio una nueva ronde de negociaciones sobre el programa nuclear de Irán. Después de varias rondas, de supuestos avances y algunos retrocesos, las FDI aprovecharon el momento para iniciar ataques directos contra la infraestructura militar y las instalaciones del programa nuclear iraní.
Los medios de comunicación filtraron las intenciones de las FDI, en guerra anunciada no mueren soldados, pero si murieron. En el primer ataque con bombarderos, el 13 de junio, las FDI lograron matar, nada mas y nada menos, que a los jefes del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Mohamad Hosein Baqeri, y al comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salamí. A estos generales, Trump lo denominó de “línea dura” dentro de la negociación, por eso necesitaba eliminarlos.
Los aviones de la FDI tuvieron libre el espacio aéreo de Siria y una parte de Irak para llegar hasta el espacio aéreo de Irán, sin ser detectados. Obviamente, el aniquilamiento de los principales generales dentro de la cúpula militar iraní, desconcertó temporalmente la repuesta de Irán.
Mientras se producía el intercambio de misiles, Netanyahu, ensoberbecido por los golpes iniciales, dirigió un mensaje al pueblo de Irán, llamándolo a levantarse contra la dictadura de los ayatollas. “ (…) ha llegado el momento de que el pueblo iraní se una en torno a su bandera y su legado histórico, levantándose por su libertad ante el régimen malvado y opresivo".
¿Pretende Estados Unidos e Israel, el derrocamiento del régimen de los ayatollas?
Este no parece ser el objetivo central de los ataques, sino degradar al ejército iraní y destruir las instalaciones del programa nuclear. Todo indica que los ataques están destinados a debilitar a Irán, a anular su potencial militar, sin destruirlo, por el momento. Lograr la rendicion de Iran en la mesa de negociaciones. No obstante, la presion extrema puede reventar la cuerda y hacer saltar todo por los aires.
En declaraciones a la prensa, Trump dijo: “(…) Hace dos meses di a Irán un ultimátum de 60 días para 'llegar a un acuerdo'. Deberían haberlo hecho. Hoy es el día 61 (…) Les dimos una oportunidad y no la aprovecharon. Recibieron un golpe muy duro (…) Les dije que sería mucho peor que cualquier cosa que conocieran […]. Estados Unidos fabrica el mejor y más letal equipo militar del mundo, con distancia, e Israel tiene mucho de él, y mucho más está por venir" (Truth, 13/06/2025)
Y lavándose las manos, como si no tuviera nada que ver con los acontecimientos, Trump insistió en la negociación: “(…) No más muerte, no más destrucción. Háganlo, antes de que sea demasiado tarde (…) "Irán no puede tener una bomba nuclear y esperamos volver a la mesa de negociaciones. Ya lo veremos".
En pocas palabras, al atacar las instalaciones del programa nuclear, Estados Unidos e Israel pretenden aminorar la capacidad militar de Irán, anulando en los hechos el sentido de las negociaciones.
Esmail Baghaei, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, sobre la petición de Trump de reiniciar las negociaciones,, declaró que “la otra parte hizo algo que prácticamente dejó sin sentido las negociaciones y el diálogo (…) no es posible que simultáneamente afirmen negociar y dialogar para llegar a un entendimiento sobre un tema y al mismo tiempo [...] permitan que un régimen racista viole la integridad territorial del país". (14/06/2025)
China y Rusia condenaron los ataques, pero hasta ahí no más. Un debilitamiento del gobierno iraní, y posibles convulsiones sociales, causarian problemas en las fronteras de estos dos imperios. Erdogan, presidente de Turquia, que ha mantenido un discurso beligerante contra Israel, que puede ser la próxima victima de los ataques de la FDI. Erdogan se limitó a decir que "los ataques de Israel contra nuestro vecino Irán son una flagrante provocación que ignora el derecho internacional, demuestran la mentalidad transgresora de Israel".
El llamado del ministro de defensa de Pakistán
Mientras las FDI continúan sus ataques contra Irán, los gobiernos árabes o musulmanes guardan silencio y agachan la cabeza, con la excepción de Pakistán.
Jawaya Asif, ministro de Defensa de Pakistán, declaró que “Israel no actúa solo en esta situación. En este momento de prueba estamos con Irán por todos los medios. Vamos a proteger los intereses de Irán. Los iraníes son nuestros hermanos y su llanto y dolor es común (…) Es esencial la unidad del mundo musulmán. Si permanecemos en silencio hoy, después nos atacarán a todos los demás”.
Una sola voz, que plantea correctamente la necesidad de un frente de países árabes o musulmanes unidos contra la agresión de Estados Unidos e Israel.
Esta necesaria unidad de acción antiimperialista es el único camino para derrotar la ofensiva del imperialismo norteamericano y del sionismo en Gaza, El Líbano, Siria e Irán.
Independientemente de las características totalitarias del régimen iraní, en este momento los revolucionarios en medio oriente y resto del mundo, debemos cerrar filas para derrota la agresión imperialista y sionista contra Irán.