¿Que reflejan las últimas elecciones en Centroamérica?
El año 2014 ha iniciado con procesos electorales en dos de los países de la región centroamericana, Costa Rica y El Salvador, y en los próximos meses Panamá entrará en esa dinámica.
Estos fenómenos eleccionarios tienen características que expresan dos realidades que se entrelazan entre sí. Primero, la crisis económica del capitalismo mundial ha afectado a la región en un grado moderado. Los índices económicos, normalmente bajos y con un alto porcentaje de pobreza y pobreza extrema, han ido cayendo de forma gradual, sin un súbito y fuerte impacto, produciendo más bien una disminución del ritmo de crecimiento antes que una situación de franca recesión.
En el plano político, el descontento de las masas se ha reflejado en el surgimiento y fortalecimiento de partidos de la izquierda reformista, algunos de los cuales han hecho gobierno en sus países, y otros han logrado importantes porcentajes de votos al participar en elecciones. El segundo fenómeno es que el giro gradual de las masas hacia la izquierda ha sido encauzado con éxito por el imperialismo y las burguesías del área hacia procesos electorales en el marco de la institucionalidad burguesa, con la colaboración, en los hechos, de los partidos reformistas.
En El Salvador y Costa Rica asistimos a dos momentos diferentes del ciclo que han recorrido no solo en Centroamérica, sino en la región latinoamericana, los partidos que hacen parte de la oleada de gobiernos reformistas, expresión de los intereses de las burguesías diferentes nacionales.
El Frente Farabundo Martí Para la Liberación Nacional (FMLN) en El Salvador ganó las elecciones de 2009, después de haberse legalizado como partido a raíz de los acuerdos de paz firmados en 1992 y luego de participar en varios procesos eleccionarios. Al finalizar el período de gobierno del FMLN, para las amplias masas salvadoreñas es evidente que no han sido resueltos los problemas urgentes de desempleo, altos precios, salud, violencia, etc. Además sectores de la dirigencia del FMLN, siguiendo el ejemplo de los sandinistas en Nicaragua, han empezado a conformarse como una nueva burguesía al amparo de los negocios que permite el Alba. De esta manera los ex guerrilleros del FMLN empezado a expresar nuevos intereses de clase y a administrar el Estado burgués. El estancamiento del voto obtenido por el Farabundo Martí y el marcado ausentismo en las elecciones del 2 de febrero expresan el malestar de las masas. Es muy probable que el FMLN gane la segunda vuelta, pues los programas asistenciales le aseguran el voto cautivo de sus seguidores, pero un segundo gobierno sin duda erosionará aún más imagen.
En Costa Rica el fenómeno del Frente Amplio es expresión del creciente deterioro del nivel de vida de los trabajadores y las capas medias. Como sabemos, cuando las amplias masas despiertan a la vida política giran en un primer momento hacia los partidos reformistas, no hacia la izquierda revolucionaria. El FA es un partido reformista en proceso de crecimiento y el haber obtenido el tercer lugar en las elecciones expresa un fenómeno progresivo en la consciencia de las masas trabajadoras ticas. En ese proceso sin duda veremos una evolución a la izquierda de sectores del FA, y rupturas que fortalecerán la izquierda revolucionaria.
Los socialistas centroamericanos organizados en el PSOCA debemos incidir en lo posible en los procesos electorales de la región, con un programa y una política revolucionarios que conduzcan a una radicalización de las amplias masas y posibiliten los cambios verdaderamente revolucionarios.