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IMPORTANTES HUELGAS DEL MAGISTERIO EN PANAMÁ Y COSTA RICA

El pasado 24 de abril se inició la huelga del magisterio en Panamá en protesta por la negativa del Ministerio de Educación (MEDUCA) de otorgar el aumento de 300 dólares al salario base para todos los maestros, condicionando dicho aumento a la evaluación discrecional que realizan las autoridades.

La reivindicación central de los maestros panameños es simple: el aumento al salario ordinario no debe estar sujeto a evaluaciones antojadizas. Es de sobra conocido que en los países que conforman la nación centroamericana, los gobiernos de turno utilizan criterios de fidelidad política para evaluar a los empleados públicos, especialmente en el magisterio.

Lo que comenzó siendo un paro parcial convocado por la Asociación de Profesores de Panamá (Asoprof), terminó siendo una gran huelga nacional del magisterio, lucha que todavía se mantiene. Los maestros han mostrado una enorme flexibilidad para negociar, pero los intentos de diálogo han fracasado: se han topado con la terquedad del gobierno de Martinelli, que está a punto de finalizar.

La huelga del magisterio se produjo casi al mismo tiempo que la grandiosa huelga de los obreros de la construcción, que llegaron a paralizar las obras de ampliación del Canal de Panamá, reclamando también un justo aumento de salarios. Si estas dos huelgas se hubieran unido o coordinado, habrían hecho temblar al gobierno de Martinelli. Aunque los obreros de la construcción y los maestros son profesiones u oficios diferentes, tienen algo en común: ambos gremios reclamaban aumento de salarios.

La huelga de la construcción triunfó parcialmente al obtener un incremento salarial, pero sobre todo al mostrar el enorme puño de la clase trabajadora en lucha. En cambio, la huelga de los maestros continúa con enormes sacrificios y gran espíritu de lucha.

En Costa Rica, desde el mes de febrero del año en curso se presentaron irregularidades en los pagos al magisterio; los pagos no eran completos ni puntuales, creando un enorme malestar que llevó a unos 60 profesores del Liceo de San Antonio, en Desamparados, Costa Rica, iniciar una lucha el pasado 23 de abril.

Como era de esperarse, los acontecimientos se han precipitado: el Sindicato de Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC), la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), y la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE) convocaron a inicios de mayo a una huelga nacional indefinida hasta que el Ministerio de Educación Pública (MEP) garantice el pago puntual e íntegro de los salarios.

La huelga del magisterio ha metido en aprietos al recién instaurado presidente Luis Guillermo Solís y al gobierno del Partido de Acción Ciudadana (PAC). Las promesas electorales se disipan rápidamente y la paciencia del magisterio también, al ver que un problema tan sencillo no puede ser resuelto, sobre todo si tomamos en consideración que los sindicatos magisteriales hicieron la propuesta de montar una planilla temporal paralela para garantizar los pagos.

Tanto en Panamá como en Costa Rica, estamos ante un común problema salarial. En el primer caso para garantizar el aumento de 300 dólares y en el segundo caso para que se garantice el pago del salario íntegro y puntual.

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llama los sindicatos magisteriales de Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, a desarrollar una solidaridad activa con las huelgas magisteriales en Panamá y Costa Rica, reuniendo fondos y ayuda material para sostener la lucha. Pero sobre todo llamamos a realizar acciones concretas de apoyo (mítines de protestas frente a las embajadas, por ejemplo) que presionen a los gobiernos de Panamá y Costa Rica a resolver favorablemente estas dos importantes luchas magisteriales.

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