GUATEMALA.- ¡votemos nulo en la segunda vuelta electoral!
La campaña contra la corrupción impulsada a partir de abril por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y el Ministerio Público (MP), alentada tras bambalinas por la embajada de Estados Unidos y un sector de la oligarquía guatemalteca, dio como resultado colateral e inesperado, un formidable movimiento de masas que influyó decisivamente en los acontecimientos. El punto culminante de las movilizaciones fue el paro del 27 de agosto, con más de ciento cincuenta mil personas protestando en todo el país.
Sin embargo, las aspiraciones expresadas en las protestas callejeras no han rebasado en ningún momento el marco de la democracia burguesa. Lo que las movilizaciones populares demandan es la renovación del sistema político, sin funcionarios corruptos, y el funcionamiento limpio y transparente de la democracia. La incapacidad política de la dirigencia de la Asamblea Social Popular (ASP) impidió que las organizaciones indígenas, campesinas, sindicales, estudiantiles, de mujeres y populares impusieran su sello y se pusieran el frente de las luchas, planteando las demandas sociales de los explotados y oprimidos, además de las demandas anti-corrupción. Antes bien, la dirigencia de la ASP se colocó bajo las faldas del rector de la Universidad de San Carlos, y uno de sus dirigentes campesinos apareció en conferencia de prensa junto a los dirigentes empresariales y grupos de la “sociedad civil” pidiendo el retiro de la inmunidad del expresidente Pérez Molina.
Las aspiraciones democráticas de las masas y el desprestigio general de los políticos burgueses influyeron decisivamente en los resultados de las elecciones, en las cuales un 70.38% de los ciudadanos empadronados votó, algo excepcional. El FCN se apoya en el descontento de la clase media urbana, no tiene un programa de gobierno claro, ni estructura nacional, ni cuadros preparados para asumir cargos de gobierno. Por eso, de ganar la segunda vuelta electoral, se vería obligado a pactar y llegar a acuerdos, en primer lugar con la oligarquía, que sin duda de ofrecerá los cuadros técnicos para llenar los cargos de sectores claves del Estado (Ministerio de Economía, Finanzas, Salud, Educación, Banco de Guatemala, etc.). En segundo lugar, en el Congreso tendrá que pactar con las bancadas que se perfilan mayoritarias, a riesgo de verse atado de pies y manos. Así, tendríamos un gobierno controlado por la gran burguesía en los ministerios y débil en el Congreso.
En la dura pelea por el segundo lugar, lo más probable es que gane Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), con un 19.74% de los votos contra el 19.65% del otrora favorito Manuel Baldizón de Libertad Democrática Renovada (LIDER). La UNE ya hizo gobierno en el periodo 2008-2012, con Álvaro Colom como presidente y Sandra Torres como el poder tras el trono desde su papel de primera dama, controlando los programas asistenciales. A pesar de su programa de tinte socialdemócrata, el gobierno de la UNE no tuvo las agallas de soportar las embestidas de la oligarquía y continuamente retrocedió en sus propuestas ante la tenaz oposición del empresariado y sus partidos. Además tiene en su haber numerosas acciones de represión contra las luchas populares.
Para las elecciones 2015 la UNE dio un giro a la derecha, abandonando su anterior discurso, aliándose con el empresario azucarero Mario Leal Castillo, ex financista del Partido Patriota y ex funcionario del gobierno de Pérez Molina, quien va como candidato a vicepresidente. Ahora tenemos una UNE mucho más moderada y permeable a la influencia y pactos con la oligarquía.
Por tanto, ante un FCN infestado de exmilitares con las manos manchadas de sangre y sin otra salida que aliarse con la oligarquía, y una UNE derechizada y en alianza con empresarios, el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) sostiene que los oprimidos y explotados no tenemos opción. Por ello llamamos al voto nulo en la segunda vuelta electoral 2015.
La lucha efectiva contra la corrupción, por la depuración total del aparato del Estado, está ligada a la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente pasa, en el próximo periodo, por continuar la lucha en las calles, promoviendo e incentivando la movilización independiente de los trabajadores.
¡NI MILITARES NI EMPRESARIOS! ¡NO HAY OPCIÓN PARA EL PUEBLO OPRIMIDO Y EXPLOTADO!