HONDURAS. - SOLIDARIDAD CON LAS BARRICADAS ESTUDIANTILES EN LA UNAH
Las luchas estudiantiles en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) marcan una ruptura con la situación de retroceso del movimiento de masas, después de la derrota de la lucha contra el golpe de Estado, y formaran parte de la tradición de lucha de la nueva generación de activistas del movimiento estudiantil.
La entrada en vigencia de las nuevas Normas Académicas, impuestas a garrotazos por la rectora Julieta Castellanos y el Consejo Universitario, sintetizan una política de privatización de la educación pública, porque dejan sin oportunidades a decenas de miles de jóvenes provenientes de las clases pobres.
Las nuevas Normas Académicas buscan trastornar la educación pública, de acuerdo a la lógica de las empresas transnacionales. Aceptando las políticas de globalización, sin comprender de fondo cuáles son las desigualdades estructurales de la Honduras post-golpe, las nuevas Normas Académicas pretenden reducir la población estudiantil universitaria, enviando a una parte de los jóvenes a formarse como mano de obra tecnificada, para trabajar en los call center o maquilas de todo tipo. Una reducida minoría, provenientes de las clases pudientes, podrían continuar sus estudios universitarios. En la Honduras actual hay una pobreza generalizada, mientras unos pocos se enriquecen.
Pero la reacción no se hizo esperar, los estudiantes pasaron nuevamente a la lucha. Se realizaron asambleas estudiantiles democráticas para discutir y responder a las imposiciones de la burocracia universitaria, orquestada por la soberbia dictadura de la Sra. Julieta Gonzalina Castellanos Ruiz. El movimiento estudiantil no está peleando solo para que quiten el 70% como nota mínima, sino contra la estrategia de exclusión de decenas de miles de estudiantes, que ya no podrían ingresar ni continuar los estudios superiores en la UNAH, por los duros requisitos.
Las nuevas Normas Académicas exigen altos rendimientos a estudiantes con hambre, en un sistema de educación pública donde se carece de todo, desde profesores calificados hasta pupitres, libros, comedores, computadoras, etc. No puede haber buen rendimiento académico sino existen condiciones materiales adecuadas en primaria, secundaria y la universidad, que es el lugar donde explotan la crisis de la educación pública.
La burocracia de la UNAH de manera abusiva despilfarra el presupuesto universitario construyendo edificios grotescos, mientras los estudiantes no tienen escritorio para sentarse en las aulas de clases. La pirámide levantada para comodidad de la actual administración tiene las cámaras de seguridad con más potencia en identificación en toda Centroamérica, pero estas no están configuradas para rastrear delincuentes, sino para ejercer un control policiaco sobre las organizaciones y frentes estudiantiles que se les oponen
La rectora Castellanos ha utilizado la policía para reprimir las luchas en los campus universitarios de Tegucigalpa y San Pedro Sula, lo que ha obligado a los estudiantes a usar capuchas, a armarse de garrotes y piedras para resistir las embestidas y el desalojo. Estas acciones represivas constituyen una violación a la autonomía universitaria, una de las grandes conquistas posteriores a la huelga general de 1954.
Basta ya de criminalizar la lucha estudiantil. Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), saludamos las acciones de lucha del estudiantado de la UNAH, que han consistido en jornadas heroicas de resistencia con asambleas, huelgas, mítines, tomas de edificios, enfrentándose e la represión de la policía y de los servicios de seguridad privada. Llamamos a los sectores docentes como la Asociación de Docentes de la UNAH (ADUNAH) y al Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (SITRAUNAH) a cerrar filas con los estudiantes en lucha. Docentes y trabajadores deben reclamar el aumento de salarios que no se ha dado en los últimos siete años. Docentes, trabajadores y estudiantes deben luchar contra la privatización en la UNAH. Todos los sectores de la comunidad universitaria deben unirse y apoyar a los estudiantes en la lucha por la derogación de las Normas Académicas.
De igual manera, llamamos a las organizaciones estudiantiles de los demás países de Centroamérica a realizar jornadas de solidaridad con los estudiantes de la UNAH. Aquí es donde tenemos que demostrar que somos hermanos y que la lucha de los estudiantes hondureños es la lucha de todos.