Orígenes de la guerra imperialista de Estados Unidos contra México.
Por Alejandro Augusto Blanco.
El 25 de abril de 1846, al norte del río bravo, cerca de un rancho llamado “Carricitos” se produce un enfrentamiento militar entre tropas mexicanas y estadounidenses. Este aparente pequeño altercado, desencadenaría una cadena de sucesos que terminaran en la guerra rapaz que los Estados Unidos de Norteamérica le declararía a México. Esta infame acción del presidente James K. Polk, marcaría una nueva etapa en la política de la burguesía norteamericana, que basada en doctrinas como el “Destino Manifiesto”, aceleraría su ritmo expansionista e imperialista. Más de 160 años han transcurrido, pero las consecuencias las vivimos hoy en día, cuando el imperialismo alza su faz sobre el mundo, royendo las pocas conquistas que el pueblo trabajador todavía conserva.
El origen.
Para explicar las causas y consecuencias de la guerra entre Estados Unidos y México tenemos que observar el contexto histórico de la época, ya que muchos de los factores que decidirían el triunfo del imperialismo norteamericano se comienzan a gestar desde el tiempo de la colonia.
La crisis ocasionada por la guerra de los 7 años en la que participaron las potencias europeas tienen repercusiones directas en América y la independencia de la Nueva España y las trece colonias de norteamericanas: “Para resolverla, Gran Bretaña y España reorganizaron sus gobiernos y establecieron nuevas cargas fiscales a sus colonias, lo que fomentó un gran malestar entre sus habitantes. Mas, la Nueva España, el reino más importante del imperio español, estaba en su momento de mayor prosperidad y con estrechas conexiones con la metrópoli, lo que retardó el rompimiento.” (El origen de la guerra con Estados Unidos, Josefina Zoraida Vázquez)
En ese contexto la independencia de los Estados Unidos se da un marco político que beneficiaba su consolidación como Estado: “En el contexto del Siglo de las Luces, anterior a los excesos de la revolución francesa, la lucha de los angloamericanos por una independencia en defensa de sus libertades, derecho a la representación y resistencia a la tiranía, despertó simpatías.” (Ídem) A esto hay que sumarle que la producto de la derrota sufrida en la guerra de los 7 años, Francia y España fueron aliadas de la U S A. Es decir, que la lucha independentista fue favorecida por la división política y el aislamiento Ingles de la época.
El nacimiento del imperialismo norteamericano
Pero las condiciones históricas que llevaron a la consolidación de los Estados Unidos como Estado nación se profundizaron: “el mismo año que consolidaba su organización política al aprobarse la Constitución en 1789, estallaba la revolución francesa que iba a desencadenar un cuarto de siglo de guerras europeas. En ese marco, la nueva nación pudo ampliar su comercio bajo la bandera de la neutralidad, absorber emigrantes y experimentar su sistema político sin interferencia europea, lo que aseguró el aumento constante de su población y economía.” (Ídem)
México correría diferente suerte. Es decir, que para sostener las guerras en Europa, España aumentaría los impuestos en el nuevo continente descapitalizando y dejando casi en la bancarrota a muchas de sus colonias. Asimismo, por ser rica en plata ya era ambicionada por las potencias comerciales como Inglaterra y Francia. El México que logra su independencia después de 11 años de guerra estaría endeudado, fragmentado, con una población en reducción, en un área territorial inmensa pero sin la capacidad administrativa para vincularlas, sin contar que estaba económicamente arruinado.
Por otro lado, el marco internacional no fue favorable. Una Europa en paz, temerosa del liberalismo y de los movimientos independentistas hizo difícil su reconocimiento. Sin contar las constantes amenazas de reconquista de una España fortalecida con la santa alianza.
La debilidad de México
Para 1821, mientras la economía y la población de norteamericana habían crecido por cuatro décadas de gobierno estable, México estaba reducido: “La división social era profunda, la población se había reducido con la pérdida de unas 600 000 vidas —la mitad de la fuerza de trabajo— y la lucha había fragmentado las redes administrativas y económicas. “ (Ídem)
Estas condiciones empujarían a la burguesía criolla mexicana a apostar a ciertos incentivos que ayudaron en la expansión de las trece colonias norteamericanas y apostaría por la colonización de los Estados más alejados, este fue el caso de Texas, brindando las condiciones propicias al imperialismo Norteamericano que buscaba como consolidar su poder en todo el continente.
La colonización de Texas fue el inicio de la campaña, miles de colonos norteamericanos poblaron el Estado mexicano proclamando la independencia y luego la anexión a los Estados Unidos, el 25 de marzo el imperialismo iniciaría la guerra contra México, hasta conquistar su capital y robarle la mitad de su territorio.