Por Aquiles Izaguirre.
Benito Amilcare Andrea Mussolini nació en 29 de julio de 1883 en Predappio en la Provincia de Cesena Italia. Inspiración e ídolo de Adolf Hitler, este personaje representó el ultranacionalismo y sintetizó el Fascismo. Pero más allá de la vida de Benito Mussolini, es importante preguntarse ¿qué fue lo que representó? y ¿qué es el Fascismo? , por ende, a través de la vida de Mussolini intentaremos interpretar someramente qué es el Fascismo y los peligros que representa para los trabajadores y las clases explotadas.
Hijo de Alessandro Mussolini, quien era obrero y anarquista, su madre era una profesora llamada Rosa Maltoni. Fue militante del Partido Socialista Italiano (PSI) sufriendo el exilio en varias ocasiones.
A pesar de haber criticado y movilizado en contra de la aventura italiana contra del imperio Otomano, su concepción fue cambiando rápidamente, sobre todo cuando Italia entró en la Primera Guerra Mundial, y el PSI, en contra de la mayoría de la Internacional Socialista decide no apoyar la guerra fratricida. Mussolini apoyó la incursión chauvinista en la guerra, fundando el periódico Il Popolo d’Italia, de tendencia ultranacionalista, hecho que fue la gota que derramó el vaso y fue expulsado del PSI. Participó en la guerra fratricida del lado de la Entente y fue dado de baja después de ser herido en batalla.
Entre la revolución y el Fascismo
El Tratado de Versalles y los acuerdos impuestos por el imperialismo triunfante resultarían catastróficos para la humanidad. La Primera Guerra Mundial fue el reparto del mundo entre los países imperialistas con colonias y las potencias emergentes que llegaron tarde a la repartición del globo terráqueo. Por ende, el final de la guerra despertó fuerzas titánicas que volverían a aparecer años más tarde. La gélida Rusia fue arrasada y transformada por la revolución de Octubre, despertando rápidamente un Tsunami que haría temblar a la burguesía Europea.
Italia no sería la excepción, el gobierno italiano sufrió un gran revuelo debido a que el imperialismo triunfante no le otorgó sus pretensiones territoriales. Asimismo la industria armamentista ayudó al desarrollo económico de ciertas ciudades como Turín, Milán, Nápoles, y otras, pero el fin de las hostilidades significó la destrucción de una de las bases económicas de Italia. Por todas partes la escasez y miseria eran el sol que recibían los trabajadores y campesinos. En las ciudades importantes como Turín, Nápoles, Milán los trabajadores se movilizaron en contra del gobierno.
Esta escena dramática en que el fascismo y el comunismo chocarían, tendrían lugar 13 años más tarde en la Alemania Nazi. Así fue que Mussolini funda “Fasci Italiani di Combattimento” (grupos de combate) con los cuales lucharía en contra de las fuerzas obreras y la revolución. León Trotsky analizaría la ascensión del fascismo: " Desde el final de la primera guerra mundial, el movimiento obrero en Italia fue siempre en ascenso, hasta que, en septiembre de 1920, culminó con la ocupación de las fábricas por los obreros. La dictadura del proletariado era un hecho real, y no quedaba más que organizarla y deducir de ella todas las consecuencias necesarias” (León Trotsky, La era de la Revolución Permanente).
Como pasaría en decenas de ocasiones, el PSI no sacó las debidas conclusiones del proceso revolucionario y vaciló, dándole al fascismo la oportunidad de aplastar al movimiento revolucionario. Así fue que la insurrección dejó paso a la contrarrevolución Fascista: “Desde el fin de la guerra, el movimiento revolucionario italiano iba en alza y en septiembre de 1920 los obreros habían llegado a la ocupación de empresas y fábricas. […] La socialdemocracia tuvo miedo y retrocedió. Después de firmes y heroicos esfuerzos, el proletariado se encontró ante un vacío. El aplastamiento del movimiento revolucionario fue la premisa más importante para el desarrollo del fascismo. En septiembre, se interrumpió la ofensiva revolucionaria del proletariado y en noviembre, tuvo lugar la primera manifestación importante de los fascistas” (Trotsky, La lucha contra el fascismo en Alemania). Esta Lucha contra el fascismo sería un escenario dramático, que debería de presentarse nuevamente 12 años después en Alemania con los mismos resultados, y la instauración del Nazismo y Adolf Hitler en el poder. En noviembre de 1921 Mussolini funda el Partito Nazionale Fascista (Partido Nacional Socialista).
A partir de las derrotas del movimiento obrero, las luchas comienzan a ser defensivas y en agosto de 1922 se promueve una huelga general en contra de las fuerzas de choque del Fascismo, las Camisas Negras. La contraofensiva fascista estaba armándose y en septiembre de ese mismo año los escuadrones fascistas toman violentamente las ciudades de Ancona (Milán), Génova, Livorno, Parma, Bolzano y Trento. La contrarrevolución tomaba forma y Mussolini logra reunir a 40,000 camisas negras en la ciudad de Nápoles. A pesar del temor que inspiraba el fascismo a la burguesía, esta se encontraba en una encrucijada, al borde del abismo de ver a los trabajadores en el poder: “La burguesía no se toma a la ligera el fascismo. No es su primer recurso, sino el último, cuando todas las demás opciones están agotadas y la burguesía se enfrenta a su derrocamiento por parte de la clase obrera.” (León Trotsky, Lucha contra el fascismo).
Así es que Mussolini y el fascismo, ante la debilidad del movimiento obrero y de la burguesía, logran la marcha a Roma el 28 de Octubre de 1922. La marcha a Roma no encontró oposición, sobre todo porque el Rey Víctor Manuel III vetó todo intento de defensa armada del gobierno.
A partir de este periodo Mussolini comienzó a consolidar el poder del Fascismo en Italia ofreciendo el reino de terror y persecución. Si bien el Fascismo es una dictadura, no se puede asegurar que se trata de una dictadura normal. Se trata de las fuerzas de la pequeña burguesía apoyadas por la burguesía con influencia de masas: “El movimiento fascista italiano fue un movimiento espontáneo de grandes masas, con nuevos dirigentes surgidos de la base. Es de origen plebeyo y está dirigido y financiado por las grandes potencias capitalistas. Se formó en la pequeña burguesía, en el lumpen-proletariado y hasta cierto punto también en las masas proletarias.” (León Trotsky, ¿Qué es el fascismo?). El fascismo es la forma más radical en que la burguesía, gobierna aplastando a las corrientes revolucionarias de las masas y a las organizaciones del movimiento obrero.
Elevado al poder, Mussolini fue el principal aliado de la burguesía. El otrora militante ateo le daría las principales concesiones a la iglesia católica, brindándole tratados que cimentarían el moderno poder económico de la iglesia. Así es que la iglesia se hizo de la vista gorda ante los miles de asesinatos, encarcelamientos y antisemitismo que el Fascismo protagonizó por más de 20 años de gobierno en la península Itálica.
La II guerra mundial
Como mencionamos, la firma del tratado de Versalles significó la firma de la Segunda Guerra Mundial. Las aspiraciones imperialistas de Mussolini lo llevaron a acercarse a la Alemania Nazi, recordemos que Adolf Hitler era un devoto admirador de Benito Mussolini. Hitler inició su incursión en Europa y Mussolini lo acompañó. Invadió Grecia, envió tropas a la URSS y también al frente africano. En muy poco tiempo llegaría el desastre para las tropas Italianas y los reveses serían constantes. Esto se explica debido al atraso del capitalismo italiano en relación al resto de las potencias Europeas. No tardaron en llegar las condiciones precarias a la península, en donde el hambre y la escasez sería el abono con que se fertilizaría la derrota del Duce. En 1943 desembarcan en Sicilia tropas Anglo Norteamericanas, y se inician las huelgas actividades de los partidos y sindicatos obreros que estaban en la clandestinidad. Se organizan huelgas en las fábricas de la FIAT en Turín, expandiéndose como pandemia en todas las ciudades del norte industrial italiano.
Poco a poco caería un enjambre sobre Mussolini y fue traicionado por el Rey Víctor Manuel III, quien mandó arrestarlo. El dictador fue llevado a la isla La Maddalena frente al litoral toscano y luego al hotel Campo Imperatore en los Apeninos del Gran Sasso, donde fue liberado por un comando de paracaidistas alemanes que entraron a Italia, salvando al Duce temporalmente.
En 1945 el Duce intentó negociar la rendición con los aliados, que le exigieron la rendición inmediata, que no aceptó. Para evitar a Caronte, huyó junto a una columna motorizada alemana que iba al norte de Italia. En Lombardía un contingente partisano que controlaba la zona logró capturar a Mussolini. El 28 de abril se le hizo un juicio sumario y fue fusilado por los partisanos. Su cuerpo fue exhibido, y el odio del pueblo que tanto había sufrido con el fascismo se ensañó con el cadáver del dictador. El destino de Italia sería decidido por Stalin, quien dejó que los aliados controlaran la península, que fue liberada por los partisanos comunistas. Ya Trotsky en los años 30 habría predicho amargamente: “¿Significa esto que Italia no puede convertirse nuevamente, durante un tiempo, en un Estado parlamentario o en una "república democrática"? Considero y creo que en esto coincidimos plenamente- que esa eventualidad no está excluida. Pero no será el fruto de una revolución burguesa sino el aborto de una revolución proletaria insuficientemente madura y prematura” (León Trotsky, Problemas de la Revolución Italiana)