Entrevista a Noam Chomsky, 24 de junio 2010
Le Point, no. 1971 - Idées, jeudi, 24 juin 2010, p. 90,91 Propos recueillis
par Elisabeth Lévy
Lingüista y militante, aclamado y odiado, Noam Chomsky estuvo en París en junio, dando conferencias, y su crítica radical del poder financiero, de la propaganda mediática y del orden mundial dominado por América atrajo a un público multitudinario.
- Le Point : Cómo evalúa Ud la vida intelectual francesa ?
Noam Chomsky: Es algo extraña. En el prestigioso Colegio de Francia, participé en un congreso muy serio sobre “Racionalidad, verdad y democracia”. Encuentro que no tiene sentido discutir obre estos conceptos. En el salón de La Mutualité, se me preguntó lo siguiente: “Bertrand Russell nos dice que tenemos que concentrarnos sobre los hechos, pero los filósofos nos dicen que los hechos no existen. ¿Qué hacer entonces? Semejante pregunta deja poco lugar a un debate serio, porque a este nivel de abstracción, no hay nada que agregar.
- Tiene Ud. una explicación?
NC. Como observador distante, voy a formular una hipótesis. Después de la Segunda Guerra Mundial, Francia pasó de la vanguardia al traspatio, y se ha convertido en un islote. En los años 1930, todo artista o escritor americano debía pasar un tiempo en París, de la misma forma que un científico o un filósofo miraba hacia Inglaterra o Alemania. Después de 1945, se ha invertido la corriente, pero le cuesta a Francia adaptarse a esta nueva jerarquía del prestigio. Esto se deriva de la historia de la colaboración. Claro que estuvo la Resistencia, y hubo mucha gente valiente, pero nada comparable con lo que ocurrió en Grecia o en Italia, donde la resistencia tuvo en jaque a seis divisiones alemanas. Hizo falta un investigador americano [Robert Paxton, NDLR] para que Francia aceptara enfrentarse con este pasado.
- Pero desde entonces nos hemos recuperado; el arrepentimiento por la colaboración es una de nuestras especialidades, así como por la colonización.
NC. Pero es asombroso que las guerras coloniales no levantaran más protestas.
- La lucha contra la guerra de Argelia dio lugar al surgimiento de la segunda izquierda.
NC. Es cierto que hubo una movilización limitada en torno a Argelia. Pero yo seguí la guerra de Indochina, y me llamó la atención la ausencia de reacción en el escenario intelectual. Por supuesto, se puede decir lo mismo de los intelectuales nuestros durante la guerra de Vietnam. Pero... ¡de Francia se esperaba algo más!
- Estamos en el siglo XXI, Ud es americano, y critica duramente su país. ¿Cree Ud que USA sea responsable de todos los males del mundo?
NC. Son responsables de un gran número de atrocidades, porque desde 1945, dominan la política y la economía mundiales. Y esta dominación es producto de la voluntad de los que, durante la guerra, imaginaban una zona de influencia americana abarcando el hemisferio occidental, el antiguo imperio británico y el Extremo Oriente, “las dos riberas de los dos océanos”. En esta zona que llamaban “The Grand Area”, ninguna soberanía debía contrarrestar la de USA. Y lo lograron, al precio de mucho crímenes.
- Pero el mundo ya se ha vuelto multipolar, China es una potencia mundial.
NC. ¿Cuántas bases militares posee China en el mundo? Ninguna. USA tiene unas 800. ¿Cuántos soldados chinos desplegados en el extranjero. Casi ninguno. El gobierno chino es horrible en el plano interno, pero no es agresivo afuera. Además, el crecimiento chino es engañoso en parte: China es un taller de ensamblaje, pero la tecnología y los componentes proceden de Japón, de Corea, Taiwán y USA. El déficit del comercio chino es ilusorio, así como la deuda. Los primeros acreedores de USA son los japoneses, pero el primer ministro tuvo que renunciar a la promesa de evacuar Okinawa. El sistema internacional se ha vuelto más complejo, eso sí, el nuevo orden mundial se ha adaptado, pero sigue estando a la orden del día.
- ¿Quién tiene la culpa? Acaso es una banda de sádicos la que gobierna en USA?
NC. No se rata de culpa sino de la naturaleza del sistema. Lo que pasa es que en USA el poder está entre manos del gran capital desde hace mucho, y desde hace unos 30 años, del sector financiero. Obama ganó porque lo apoyaban los bancos. Todos sus consejeros económicos proceden de ese sector, de modo que la gente que ha creado la crisis es la que elaboró el plan de salvación de los bancos, los cuales tienen hoy más poderío que ayer.
- ¿O sea que no ha cambiado nada con la elección de Obama?
NC. Los demócratas tuvieron que dar algunos pasos en dirección de los más pobres, que son su base electoral, pero esto, hasta los Estados totalitarios lo hacen. En el fondo, Obama no se distingue radicalmente del segundo mandato de Bush. La retórica ha cambiado, pero la política no.
- ¿Sigue Ud diciendo que es anarquista? ¿Cree Ud que las sociedades humanas pueden prescindir de una autoridad?
NC. Yo creo en un principio fundamental de la moral humana que consiste en oponerse a cualquier forma de dominación o jerarquía, a menos que esta pueda dar pruebas de su legitimidad, lo cual por lo general es imposible. Por lo tanto hay que destruir estas dominaciones.
- Pero en los países democráticos como el suyo, los dirigentes se valen de la legitimidad de las urnas.
NC. Siempre es preferible tener elecciones que no tenerlas, pero todo depende de las condiciones en que se verifican. Se critica a Irán justamente porque a los candidatos los selecciona el clero, pero en USA, de hecho, es el gran capital el que los selecciona : el vencedor es el que logra levantar más fondos. Agrego que uno de los Estados más democráticos del mundo es Bolivia, donde la población indígena, la más pobre y más oprimida, ha sabido organizarse políticamente para llevar a uno de los suyos hasta la presidencia del país.
- Todos los Estados cometen crímenes, pero ¿acaso no son también instancias de protección de sus pueblos ?
NC. Cuanto más poderoso es un Estado, más criminal. Pero no creo que la protección de los pueblos sea para ellos algo prioritario. Con la invasión de Irak, los responsables yankis sabían que iban a provocar una intensificación del terrorismo, y con esto aumentaría el peligro para sus propios ciudadanos. Europa nunca fue más salvaje que en el momento en que inventaba el Estado nación, que es en mi opinión una verdadera calamidad impuesta al mundo, responsable hasta hoy de muchísimos conflictos.
- Pero el mundo sin fronteras con el cual Ud. sueña ¿acaso no es lo mismo que desean los partidarios más fanáticos de la globalización capitalista que Ud. detesta?
NC. En absoluto. El llamado libre cambio sólo sirve para proteger los derechos de los inversores y del gran capital. Se podría definir como “servicio” todo lo que interesa al ser humano: educación, electricidad.... pero los acuerdos sobre “comercio y servicio” sólo apuntan a la privatización de los últimos, y a reservar su acceso a una minoría privilegiada.
- Mientras tanto, nadie ha podido demostrar que exista una alternativa al capitalismo.
NC. Esto me suena parecido a lo que decían algunos en 1943, que no había alternativa al nazismo porque Alemania estaba ganando.
- No exagere, profesor. Sí hubo alternativa, y no dio mejores resultados.
NC. La Unión soviética no instauró el socialismo sino un capitalismo de Estado. Pero como la propaganda del Este y el Oeste convergían, el mundo se tragó el cuento según el cual allá ya se cumplía el socialismo. Yo sigo creyendo en el socialismo verdadero, fundado sobre el control de la producción por los productores y el de las comunidades por sí mismas.
- Aquí es difícil mencionar el nombre de Ud. sin que surja en seguida otro nombre, el de Robert Faurisson [jefe de los historiadores que niegan la magnitud de lo que él llama el supuesto Holocausto]. ¿Comprende Ud. que al defenderlo, Ud. resultó chocante en Francia?
NC. Esto demuestra que muchos intelectuales franceses siguen siendo estalinistas aun cuando se hayan pasado a la extrema derecha. ¿Cómo se puede aceptar que el Estado sea el que define la verdad histórica y castigue la disidencia del pensamiento?
- El exterminio de los judíos de Europa es una verdad histórica, tal vez no tan única, pero sí harto singular, ¿no?
NC. Fue un crimen horrible y único, pero hay muchos crímenes únicos. ¿Porqué tendríamos el derecho de negar el genocidio de los mayas en Guatemala o el de numerosos pueblos indígenas del hemisferio occidental – cosa que hacen excelentes diarios norteamericanos constantemente- pero ése no?
- Es que el genocidio de los indios tal vez no tenga el mismo peso en la conciencia europea y occidental, porque es algo más remoto.
NC. Ahí está el problema, ¡exactamente! Pero esto no tiene nada que ver con el tiempo transcurrido: el genocidio de los judíos se terminó en 1945, mientras que la masacre de las poblaciones indígenas sigue. En Timor oriental, entre un cuarto y un tercio de la población ha sido diezmado con el aplauso de USA y Francia, y poca gente se ha enterado, mientras que todo el mundo conoce los crímenes de Pol Pot. La verdad es que tenemos el derecho a criticar o negar los crímenes de los poderosos, es decir los nuestros. Sólo los crímenes de los demás, y especialmente de los perdedores, se encuentran protegidos de la negación. Es una hipocresía insoportable.
Momentos claves en la vida de Noam Chomsky
1928 Nace en Filadelfia.
1955 Doctorado de lingüística en la universidad de Pennsylvania.
1957 « Estructuras sintáxicas ».
1964 Milita activamente contra la guerra de Vietnam
1968 « América y sus nuevos mandarines » (Seuil).
Titular de la cátedra de linguística en el Massachussets Institute of Technology.
Desde 1976 Profesor en el MIT.
1980 Toma la defensa del profesor Faurisson en nombre de la libertad de expresión.
2001 « 11-9. Autopsia de los terrorismos » (Le Serpent à plumes).
2007 « Les Estados fallidos : abuso de poder y déficit democrático »(Fayard).
2010 « Para una educación humanista » (Editions de L'Herne).