VATICINIO DEL DICTADOR
A las Víctimas de Choloma.
Tu sectarismo apunta lo adverso
y haces vida al ritmo de golpes
con que nos quitas nuestros derechos,
en que no ser personas deleite tu interés.
Tiene tus señas este mundo: mira la sangre rodar
y los desaparecidos postrados en tus oscuridades.
La enorme importancia de tu puño es de respeto infernal
y es legítima al brillo de tu rabia la muerte.
Nunca conocerás la sensatez y será tu ruina
la violencia cuando se escuchen los sonidos de tu caída;
para entonces la ceguera de tu ira
habrá provocado
la ruina suficiente
que certifique tu entrada triunfal a los infiernos.
Sos el mal mayor
que dijiste ibas a evitar.
Tu costumbre doctrinal es la que guía
el dedo en el gatillo
y la obediencia del criminal.
El discernimiento es tu prohibición
y el dogma
tu invasión a la verdad.
Defiendes lo que confunde
y evidencias lo que envenena
como una inspiración del horror.
Y acontece que no bebes sangre
y que te persignas
y rezas para acostarte,
que hasta sería vergüenza descortés desearte lo peor,
pues el clero te pertenece
y rezando el credo, aplaudes a Pilatos.
Tu indiferencia ante el que cae, es legítima,
porque en el conflicto,
justo eres el punto contrario
contra el que no se debe atentar,
a menos que se te ofrende con sangre.
Acato es la palabra terrible
con que pones manos arriba,
boca abajo,
bajo tierra,
más abajo,
por debajo,
de tu bota;
que hasta se podría creer
que no tienes sentimientos.
Aprovechando la ocasión,
bajo tu égida,
se realizan los criminales
y se suman habilidades:
dureza, rigidez, quebranto, espanto,
golpe, homofobia, ruleta, grillete.
Jamás cuestión social
tu dignidad de estadista;
cualquier polémica, es comunismo.
En cuanto a ideas,
ya esta dicho
¡Silencio! es la clave
y la llave,
un disparo
o cuantos sean necesarios.
Candelario Reyes García
Poeta
48 días de resistencia.