Por Nasser Echeverria

A raíz de los Acuerdos de Esquipulas II en 1987, las elecciones en Nicaragua en 1990, y los subsiguientes Acuerdos de Paz de 1992 en El Salvador y 1996 en Guatemala, Estados Unidos impuso un “nuevo orden” con regímenes democráticos en Centroamérica, que sustituyeron a las odiadas dictaduras militares de los años 50, 60 y 70.

Las promesas de democracia y bienestar económico no se cumplieron. Ocurrió todo lo contrario. Han transcurrido más tres décadas y ese “nuevo orden” se desmorona aceleradamente. En general, todos los países de la región sufren una crónica crisis económica que se traduce en una enorme crisis fiscal, y logran mantenerse en pie por el creciente endeudamiento. Dos países han dejado de ser autosuficientes: El Salvador y Nicaragua.

La instauración de nuevas dictaduras, como la de Nicaragua y la que se construye rápidamente en El Salvador, si bien es cierto reflejan un retroceso a nivel de los derechos democráticos, esta involución tiene sus orígenes en el hundimiento económico  y financiero.

Crece el endeudamiento

La ofensiva neoliberal desmanteló la industria para el mercado interno regional, creada con el Mercado Común Centroamericano (MCCA). Casi todos los gobiernos de la región, para cubrir su maltrecho presupuesto de supervivencia, deben endeudarse cada vez más.

Al terminar el año 2023, la deuda de Guatemala ascendía a Q184,979.83 millones de quetzales, unos 24,000 millones de dólares. De ese monto, cerca de Q94,244.05 millones, unos US$11,976.73 millones son deuda externa y Q90,732.81 millones son deuda interna, unos 11,640 millones de dólares. Guatemala es el país menos endeudado de la región, y esto se debe al peso de su economía en el mercado regional. El PIB de Guatemala es de 75,000 millones de dólares. La deuda global de Guatemala abarca un tercio de su PIB.

No ocurre lo mismo con El Salvador. Para 2023, la deuda de El Salvador se calculaba en 28,000 millones de dólares, casi el 80% de su PIB calculado en 30,000 millones de dólares. Es el país mas endeudado de la región. Es un país agotado, situado en un callejón sin salida. La dictadura que construye Bukele refleja la necesidad de poner orden en la economía, y eso no se logra con democracia, porque implica que las masas populares deberán soportar el peso de la crisis y del excesivo endeudamiento.

Honduras cerró el 2023 con una deuda de 15.000 millones de dólares, equivalentes s mas del 50% de su PIB, calculado en unos 30,000 millones de dólares. La dictadura de JOH fue un claro intento de resolver la crisis por medios autoritarios. El nivel de endeudamiento de Honduras todavía no asfixia a la frágil y caótica democracia existente.

El caso de Nicaragua es crítico. Para el 2023, tenía una deuda de 15.256 millones de dólares, lo que equivale al 97,3 % de su PIB, calculado en 15.671,6 millones de dólares. Es el país mas pobre y el mas endeudado de la región. El surgimiento de una nueva dictadura es el reflejo directo del rezago económico y de la falta de perspectivas.

En 2023, Costa Rica registró una deuda de 43000 millones de dólares, lo que equivale a un 60% del PIB calculado en 65,000 millones de dólares. Incluso, la deuda ha descendido levemente por el ajuste que aplicaron los gobiernos del PAC y que sigue aplicando el gobierno de Chaves

En Panamá la deuda pública cerró en 40.000 millones de dólares en 2023, equivalente al 60% del PIB calculado en 73,000 millones de dólares. La crisis carcome al que fue, en una época, el país mas rico de la región.

Ruina económica y cambios en los regímenes políticos

Es obvio que, sin bienestar económico, no es posible la democracia. El nivel de endeudamiento, la falta de perspectivas de desarrollo económico, ante una economía mundial dominada por los países imperialistas, lleva al colapso de los países de Centroamérica, y a la lenta muerte de los regímenes democráticos impuesto por Estados Unidos a raíz de los Acuerdos de Paz.

La tendencia creciente al totalitarismo y la instauración de nuevas dictaduras, esta relacionado directamente con la ruina económica. Los países que todavía mantienen débiles regímenes democráticos, son los menos endeudados: Guatemala, Costa Rica y Panamá. Nada ni nadie garantiza que se mantengan estos frágiles regímenes democráticos. Honduras se encuentra en una encrucijada

La crisis de los Estados y la decadencia global de Centroamérica, se manifiesta en el surgimiento de pandillas, y altos índices de criminalidad. Costa Rica, que durante mucho tiempo fue la excepción de la regla Centroamericana, se convierte rápidamente en base de operación de los carteles, pandillas y grupos criminales a nivel internacional. Y con ello surgen las primeras voces pidiendo mano fuerte, el preámbulo para el surgimiento de una nueva dictadura.

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