Por José René Tamariz

El día 30 de noviembre, Massimo Manzi, director ejecutivo de la Cámara Costarricense de Salud, sale dando declaraciones al diario “La Nación” en donde plantea que más servicios de la CCSS deberían estar en manos privadas. Esa cámara demanda una mayor “tercerización” de los diversos servicios de salud pública. Según Manzi “La tercerización requerirá una modificación reglamentaria dentro de la CCSS, que tiene un reglamento de provisión de servicios a tercero que, a nuestro criterio, es el origen de la imposibilidad de generar esas alianzas de manera efectiva. Está basado en un concepto, la inviabilidad: la CCSS debe demostrar que no puede brindar un servicio. Este es un tema que va a requerir de voluntad política…”. Más adelante, avanza en su propuesta de privatización solapada de los servicios de salud sosteniendo que “En la parte de construcción, estos modelos (de tercerización) los tenemos en Latinoamérica y en Europa. Los proyectos llave en mano están en construcción. La primera etapa, llamada bata gris, es contratar el mantenimiento de los edificios. Está el modelo de bata verde en donde se incluyen los servicios de farmacias y laboratorios clínicos. Y el modelo de bata blanca, uno más inclusivo, lo asume un tercero con estándares y criterios de calidad”. (La Nación, 30 de noviembre de 2021). En pocas palabras, la Cámara Costarricense de Salud plantea la diversificación de la tercerización o privatización de múltiples servicios de salud que van desde la construcción de edificios hospitalarios, mantenimiento de esos edificios, servicios de farmacias y laboratorios clínicos, cirugías y otros servicios de salud. Las propuestas de “bata gris, bata verde y bata blanca” de los capitalistas del sector salud sería convertir a la CCSS en un cascarón, privatizando todos los servicios de salud posibles.

El 9 de diciembre, Elian Villegas, ministro de Hacienda, de forma convergente y coordinada con el director ejecutivo de la Cámara Costarricense de Salud, aparece dando declaraciones al diario “La Nación” donde plantea que la CCSS erosiona la estabilidad fiscal del país. Según Villegas “Si hay algo que realmente tiene una capacidad poderosa de erosionar la estabilidad fiscal es la Caja y, por eso, es de la mayor importancia poder analizarla también desde la perspectiva financiera, pero no desde la perspectiva de salud, en la que también somos consciente de su aporte no solo a la salud, sino al pacto social” (La Nación, 9 de diciembre de 2021). Es importante destacar que ningún personaje de gobierno se había atrevido a llegar tan lejos en dar declaraciones tan temerarias contra la CCSS. Esta falacia de Villegas denominada de la “correlación y la causalidad” es nueva. Se intenta demostrar, falsamente, que la CCSS es ente desestabilizador de las finanzas públicas, o en otras, palabras puede profundizar el déficit fiscal. Analicemos los argumentos que brinda este tipo para plantear semejante cuestión.

Elian Villegas, ministro de Hacienda, sostiene que “El financiamiento de la CCSS viene por dos fuentes: el mercado laboral y el presupuesto nacional. Como país, debemos reflexionar en que un incremento del presupuesto de la CCSS se traduce en una mayor presión sobre las cargas que se extraen del mercado laboral y ello afecta automáticamente el costo de la mano de obra, lo cual genera un impacto en la competitividad de las empresas y del país en general. Igualmente, al aumentar el presupuesto de la CCSS también habrá que procurar esos fondos por vía de transferencia del Presupuesto Nacional, es de decir de la recaudación del Estado (por vía de impuestos)”. (Ídem).

Los dos argumentos y preocupaciones del ministro de Hacienda, Elian Villegas, sobre los gigantescos “gastos” de la CCSS que son un poco mayor a ₵5 billones, casi parecido a los gastos corrientes del Gobierno Central de ₵6 billones, es que semejantes gastos afecta la “competitividad y el déficit fiscal”. Son reales y ciertos esos “argumentos”. Este planteamiento es nuevo, nunca se había señalado. Según Villegas, la CCSS debería financiar la fertilización in vitro, los asegurados por el Estado, por los niños y adolescentes, por los extranjeros y otros servicios. De acuerdo con la nueva visión del gobierno, la CCSS debe asumir de sus propias finanzas todos esos servicios que le corresponde financiar al Estado. Eso no es de recibió, ya que el Estado está comprometido y obligado por ley. ¿Cómo afecta la competitividad de las empresas los supuestos “gastos” de la CCSS? Según Villegas porque se incrementan las “cargas sociales”. Pero eso no es cierto. Más bien la CCSS durante la pandemia ha disminuido las cargas sociales a todas las empresas sin distingo, lo cual ha sido un grave error por parte del gobierno. Por otro lado, es de gran importancia destacar que los servicios de la CCSSS a los trabajadores garantizan una mayor competitividad entre las empresas, puesto que aumenta un mayor rendimiento de la productividad y de la salud de miles de trabajadores, lo cual asegura que los empleados sigan laborando de forma sana.

 De acuerdo con los últimos informes la productividad laboral en el país ha crecido. Según la OCDE “La productividad laboral en Costa Rica creció desde 1991 a 2018 debido al aumento en la eficiencia con que se trabaja, en especial en la última década, el comportamiento del sector servicios y menos por el numero de horas dedicadas a la producción”. (Ídem).

Por otra parte, ¿Cómo afecta el déficit fiscal los gastos de la CCSS? En teoría los gastos de la CCSS no deberían afectar el déficit fiscal del gobierno, puesto que las finanzas de la CCSS no dependen directamente del gobierno, sino que dependen de las rebajas de los salarios de todos los trabajadores, así como del pago de las empresas del seguro social y del gobierno. Ahora, que todos esos servicios de pensiones a cargo del Estado y muchos otros son cuestiones y obligaciones históricas del Estado es otra cuestión que pareciera que el gobierno quiere renunciar, por razones fiscal, a pagarlos ¿Por qué hoy se cuestionan? Simple y sencillamente porque el gobierno pretende que los asuma la CCSS, lo cual es una responsabilidad del Estado.  Pero, de fondo esos no son los problemas. Entonces, ¿Cuál es el problema o asunto de fondo?

Simple y sencillo. Los capitalistas del sector de salud y el ministro de salud, Elian Villegas, así como el gobierno de Alvarado pretenden pasar ese gran pastel de supuestos “gastos” de la CCSS por más de ₵5 billones de colones a manos del sector privado de la salud. Existe un compadrazgo entre el sector de capitalistas de la salud y el ministro de Hacienda para pasar los jugosos negocios de la salud pública al sector de la salud privada, bajo el falso argumento de que los “gastos” de la CCSS “impacta” la competitividad y el déficit fiscal.

La maniobra del ministro de Hacienda y del director ejecutivo de la Cámara de la Salud es descarada y explicita. Todos los sindicatos de la salud deben salir al paso de esta nueva patraña que, tras bambalinas, se cocina en contra de la CCSS. Elian Villegas, ministro de Hacienda, ha sido un abogado a sueldo de los grandes corruptos de los empresarios de la construcción. Elian Villegas fue empleado y testaferro de la empresa H. Solís. Mélida Solís, le daba ordenes y lo que debía hacer porque ella le pagaba, así que, aunque lo niegue, este tipo seguía, desde su posición de ministro, asesorando a los corruptos de sus empleadores.

¿Cuáles deben ser las medidas y soluciones para resolver la problemática planteada? Simple y sencillo. El gobierno debe asumir sus responsabilidades sociales: seguir pagando todos los servicios de los ciudadanos pobres, llámase pensiones no contributivas, seguro social para niños y adolescentes y otros servicios de salud y atención primaria para sectores sociales vulnerables y en condición de pobreza. ¿De donde se debe financiar esos servicios? De los recursos fiscales del Estado. Tal y como ha sido. La CCSS no puede ni debe financiar esos servicios. Ahora, si el gobierno no quiere pagar esos servicios debe hacerlo público y verá la rebelión que tendrá.

De otro lado, los sindicatos del sector salud y los directivos de la CCSS debe promover diferentes iniciativas que permitan un nuevo financiamiento de la CCSS para sus diferentes servicios. En primer lugar, las organizaciones sindicales deben exigir que las empresas y el gobierno cancelen sus deudas históricas con la CCSS. Al respecto de esas deudas del Estado con la CCSS el flamante ministro de Hacienda, Elian Villegas, sostiene que hay que “…. Revisar… el concepto de deuda histórica” del Estado con la CCSS. Simple y sencillo. El gobierno pretende no pagar los compromisos de la deuda del Estado con la seguridad social.

Las organizaciones sindicales del sector salud y de otros sectores deben de exigir y luchar para que el Estado cumpla con sus compromisos con la seguridad social y, además, que exija que todos los empresarios morosos paguen de inmediato sus deudas con la CCSS. Se debe exigir que los capitalistas que no paguen a la CCCS sus bienes y cuentas bancarias deben pasar a manos de la CCSS.

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