Por José René Tamariz

Los ataques entre el presidente de la República, Rodrigo Chaves, y los opositores políticos, de todo signo y clase, se han agudizado y profundizado en los últimos meses. En la Asamblea Legislativa también se producen esos enfrentamientos entre los diputados de la fracción gubernamental y la denominada bancadas de oposición, casi llegando a los golpes. Y, en la medida, que se va aproximando el año electoral (2025) y las elecciones del 2026 los ataques y enfrentamientos tienden convertirse en más virulentos.

Los Proyectos Políticos Enfrentados

Sin duda alguna, Rodrigo Chaves, como presidente de la República y como político “no tradicional” es un fenómeno político de la política nacional. Antes de Chaves, no había existido en décadas un presidente que, de forma sistemática y pública, atacara con nombres y apellidos a los diputados de “oposición”; cuestionara a los demás poderes de la República como la Asamblea Legislativa y el poder Judicial; agrediera a la Contraloría General de la República (CGR) y su contralora; cuestionara a la fiscalía y al fiscal, así como a toda la llamada institucionalidad democrática.

La arremetida y confrontación de Rodrigo Chaves y su fracción parlamentaria en contra de toda la oposición burguesa e instituciones reflejan el choque de dos proyectos políticos diferentes. Por un lado, el proyecto político de Chaves de construir un tipo de régimen “bonapartismo a la tica” que llegue a controlar los tres poderes de la república, Ejecutivo, legislativo y judicial, para gobernar sin controles de ningún tipo y poder modificar, mediante reformas parciales, la Constitución Política, con el objetivo de lograr la reelección consecutiva. Para realizar ese plan de reformas parciales de la Carta Magna, Rodrigo Chaves, necesita tener mayoría absoluta en el Congreso y ese es el objetivo inmediato para las próximas elecciones de 2026.

Ese proyecto político de Chaves se inscribe en el marco de los regímenes existentes en la región de Centroamérica y otros países, pero guardando las particularidades de Costa de no tener ejército y otros cuerpos represivos. Sin embargo, es necesario señalar que el proyecto de Chaves no se diferencia, en lo económico, sustancialmente del proyecto político tradicional en cuanto a la aplicación a rajatabla de la regla fiscal, los planes salvajes de austeridad fiscal de recortes al gasto público en lo social y el pago puntual de los intereses y capital de la deuda pública (externa e interna).

Por el otro lado, el proyecto tradicional de los demás partidos políticos de la Asamblea Legislativa de mantener, casi de forma inalterada, el régimen democrático burgués que respete la división de poderes, pero aplicando los planes de austeridad, mediante la aplicación estricta de la regla fiscal, para seguir pagando la deuda pública y el déficit fiscal a costa del congelamiento permanente de los salarios de los trabajadores del sector público y de los recortes brutales de los gastos sociales y de capital. Debemos decirlo, sin temor a equivocarnos, que el partido Frente Amplio (FA) es parte institucional de ese ese proyecto político tradicional con pequeñas modificaciones cosméticas.

En realidad, los proyectos políticos de Chaves y de la denominada oposición burguesa son por el fondo simétricos en cuanto a la cuestión económica, hacer pagar a los trabajadores la deuda pública y el déficit fiscal, pero se diferencian en relación a la forma de gobernar y controlar la denominada institucionalidad democrática. Ambos proyectos políticos burgueses deben ser combatidos a muerte, sin depositar la más mínima confianza ni expectativa en ninguno de ellos, porque son esencialmente anti obreros y antidemocráticos, ya que, en el proyecto político tradicional, la “democracia” es formal, libertades de expresión, prensa y otras, pero controladas por los capitalistas como los Baruch, Picado y Jiménez y la estructura económica también manejada por los grandes empresarios, sean nacionales o extranjeros y el no tradicional, chavista, aunque diferente en su forma, es esencialmente más antidemocrático porque pretende controlar todo, mientras el poder económico seguirá en manos de los grandes empresarios nacionales y extranjeros, con la variante de que dicho proyecto pretende desarrollar y potenciar al grupo económico capitalista emergente del chavismo.

La “Popularidad” de Chaves se Mantiene

De acuerdo con la última encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) realizada entre el 2 y el 6 de setiembre “La valoración favorable para Rodrigo Chaves llega a 54%, casi igual que enero y en abril, mientras la negativa está fija en 27%, con 19% en neutro. Estos datos muestran una muy baja variación, a pesar de la agitación provocada por la propuesta de presidente Chaves de llamar a un referendo nacional para reducir controles que limitan los proyectos de Gobierno, en lo que ha llamado “Proyecto de Ley Jaguar””. (Semanario Universidad semana del 11 al 17 de setiembre de 2024). De igual forma “La evaluación del Gobierno es similar: 52% positiva y 25% negativa, valores casi idénticos a los que se mostraban un año atrás…”. (Ídem). Como se puede observar, a partir de esos datos, el apoyo tanto personal al presidente de la República como de su gobierno se mantiene casi constante en todo el año e incluso de forma interanual, ya que en setiembre del año 2023 el apoyo a Chaves era del 57% y baja ligeramente al 54% en el 2024.

Otros datos importantes de dicha encuesta es el señalar que un mayor respaldo al presidente proviene de la provincia de Heredia y, en menor medida, de San José y Puntarenas. Y que dicho apoyo se produce más en hombres mayores de 55 años que en mujeres y en personas que tienen escolaridad de secundaria.

¿Por qué se mantiene ese relativamente alto apoyo al presidente de la República y de su Gobierno? Según “Un análisis de los investigadores del CIEP sobre las respuestas recogidas en la encuesta les permite concluir que se confirma el apoyo “personalista” a favor de Chaves, lo que explica el respaldo que recibe a pesar de la visión pesimista de la gente sobre problemas del país…”. (Ídem). Ese carácter personalista de apoyo a Chaves quiere decir que respaldan al presidente, pero no a sus políticas. Sin embargo, consideramos que ese análisis de los investigadores del CIEP es limitado e insuficiente, ya que nosotros consideremos que, dicho respaldo, tiene que ver con cuestiones políticas y sociológicas. Veamos.

La asunción al poder de Rodrigo Chaves representó una ruptura histórica del movimiento de masas con los partidos políticos tradicionales y el emergente Partido Acción Ciudadana (PAC) que, gran parte de su militancia, provenía de las filas del viejo partido político del bipartidismo, el PLN. Primero, cuando el PAC destrona al rancio bipartidismo (PLN y PUSC) se produce una primera ruptura de las masas con los partidos políticos tradicionales, los cuales era repudiados por la mayoría de la población. Sin embargo, después de dos mandatos consecutivos (2014 a 2022) del PAC, este partido político en el cual las masas habían depositado ciertas esperanzas y expectativas de mejoría, aplica en el mandato de Carlos Alvarado,  un salvaje plan de ajuste fiscal denominado popularmente como “Combo Fiscal” que aumenta de forma generalizad los impuestos a todos los productos y servicios básicos; desmonta el sistema de los salarios públicos, reduciendo, en un primer momento, los componentes salariales y los elimina, posteriormente; mediante la draconiana regla fiscal, que la convierten en constitucional, congela de forma permanente los salarios en el sector público y llevan a la reducción sistemática del gasto social; elaboran la Ley de Empleo Público que, aprobada en el gobierno de Chaves, desmonta el sistema del empleo público.

En síntesis, la mayoría de las masas populares consideran que el proceso de pobreza, desigualdad social y otros problemas sociales son, en gran parte, el resultado de la gestión gubernamental de los gobiernos de los partidos tradicionales y del ex emergente PAC y no del gobierno de Chaves, aunque existe un sector que no aprueba la gestión de dicho gobierno y su mandatario.

Entonces, las masas después de décadas de hacer la experiencia política con los viejos partidos políticos del bipartidismo, PLN-PUSC, y del emergente PAC, rompen políticamente con todos ellos, le dan la espalda al PAC y lo castigan severamente, sacándolo del juego político, no dándole ningún diputado y lo convierten en un zombi político.

Por tanto, el apoyo y respaldo del 54% de la población al presidente de la República y del 52% a su gobierno, después de más de dos años de gestión, es el producto no sólo del carácter “personalista” del presidente sino de que la mayoría de las masas consideran que, muchos de los problemas actuales son heredados y responsabilidad de gobiernos anteriores, y que, por ende, no son culpa del mandatario y de su gobierno. El proceso de desencanto de las masas con la gestión de Chaves y de su gobierno es por ello un poco más lenta y relativamente menor que con el PAC.

La Crisis del Sistema de los Partidos Políticos.

Los ataques constantes de Rodrigo Chaves en contra de los partidos políticos tradicionales y de sectores y grupos de poder económico, aunque en el caso de estos últimos son muchas veces verborrea, lo hacen ver ante las masas como un político diferente a los tradicionales ya conocidos de antaño. Esos ataques sistemáticos de Chaves contra los partidos políticos de la Asamblea Legislativa han contribuido a profundizar la crisis del sistema de partidos políticos que venía desde años atrás.

Recientemente “La encuesta más reciente del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) señala que el 83% de las personas se declara alejados de los partidos políticos, a pesar de que por ley son indispensables para la elección del presidente, diputados, alcaldes, regidores o síndicos”. (Semanario Universidad. Semana del 18 al 24 de setiembre de 2024). Solamente un 17% de la población se siente vinculada a los partidos políticos. Según ese mismo estudio del CIEP “… el histórico Partido Liberación Nacional aparece por primera vez desplazado de primer lugar en preferencia dentro de ese minoritario porcentaje de personas que sí tienen simpatías partidarias”. (Ídem). En primer lugar, de preferencia aparece el Partido Progreso Social Democrático (PPSD) que llevó al poder a Rodrigo Chaves, pero con el cual desde hace tiempo el presidente rompió con él. Esa crisis histórica de los partidos políticos y, en especial, la del PLN, refleja la alta volatilidad de las futuras votaciones de las elecciones generales del año 2026.

Por otra parte, es necesario e importante señalar que los partidos políticos de la Asamblea Legislativa se encuentran y observan desarmados frente a un competidor político de la talla de Rodrigo Chaves, tanto por su estilo de ataques, confrontativo y de denuncia constante hacia los miembros de esas agrupaciones políticas. Nunca antes los partidos políticos tradicionales y otras tuvieron que lidiar y enfrentarse a un tipo de presidente y gobierno que le hiciera “oposición” a la “oposición” política burguesa. Por otra parte, según el Semanario Universidad “Frente al bloque “chavista”, los partidos opositores aparecen erráticos y no surgen en el panorama posibles nuevos liderazgos o candidaturas capaces de aglutinar a grupos de la población insatisfechos o enojados con el gobierno actual”. (Ídem)

¿Cuáles son los Posibles Escenarios Políticos?

Se están conjuntando una serie de factores en el escenario y situación política para que, eventualmente, se pueda producir un nuevo triunfo electoral del chavismo costarricense: relativo alto apoyo popular al presidente de la República Rodrigo Chaves y su gobierno; crisis histórica de los partidos políticos tradicionales, profundizada por los ataques del presidente y por la gestión de los gobiernos anteriores; relativo crecimiento económico del país que podría favorecer a una política clientelar en el año electoral para ganar más apoyo al movimiento chavista.

Se contraponen a esa tendencia a favor de Chaves la violenta política de recortes al gasto público y social que impulsa de forma generalizada el gobierno para el año 2025: recortes en educación; disminución de fondos a los Centros de Educación y Nutrición y de Centros Infantiles de Atención Integral (CEN-Cinái); recortes de 453 mil millones a la CCSS en pensiones y seguro de salud; reducción al presupuesto de bomberos y otras instituciones de bien social. También se contrapone a esa tendencia favorable del presidente, el hecho de que no tiene un partido político y fuerzas organizadas, aunque podría buscar y encontrar en el año electoral a un partido taxi sobre el cual montarse y competir electoralmente. ¿Cuál partido político podría aprovechar esa contra tendencia? Aún no está claro y temprano para sostenerlo. Es muy probable que existan juego y rejuegos en el año electoral 2025 que conlleven a conformar alianzas entre partidos políticos. Lo veremos el próximo año.  

Sin embargo, el gobierno, mediante el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) otorgará becas estudiantiles a partir del mes de octubre del año en curso a toda la población estudiantil que se encuentre en condición de pobreza y pobreza extrema. Sin duda esta es una gran maniobra política del gobierno de cara a las próximas elecciones del 2026. Veremos el próximo, de forma contradictoria, maniobras de este tipo para favorecer al eventual candidato de Chaves para las elecciones presidenciales.

El próximo año electoral 2025 se comenzarán a eliminar los nublados político que existen y se encuentran actualmente e iniciarán a aparecer los claros de la política nacional. Sin duda alguna, estamos frente a una nueva coyuntura y situación política muy diferente a las que se han vivido en años anteriores.

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