Por German Aquino
El gobierno de Mauricio Funes- Frente Fabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), presumió de haber destapado la corrupción de los 20 años de los gobiernos de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), habiendo hecho público muchos actos de corrupción de la administración de Francisco Flores y de Antonio Saca. Al finalizar su periodo Funes término al igual que sus antecesores areneros.
También el ahora presidente Nayib Bukele hiso del combate a la corrupción uno de sus ejes principales de campaña proponiendo así la creación de la Comisión Internacional contra la Impunidad en El Salvador (CICIES)
A poco más de un año de la gestión funcionarios del ahora gobierno de Bukele-GANA han sido señalados de actos de corrupción sobre todo por el mal manejo de los recursos financieros durante la pandemia por el COVID-19.
El papel de la CICIES
La Comisión Internacional contra la Impunidad en El Salvador (CICIES) vendría a sustituir la Secretaría de Transparencia creada en los gobiernos del FMLN la cual dependía directamente de la casa presidencial.
La CICIES fue creada el 6 de septiembre de 2019 con la firma del acuerdo entre el Gobierno de El Salvador y la Organización de Estados Americanos (OEA), como organismo independiente del Ejecutivo algo similar a la CICIG en Guatemala.
La CICIES según convenio firmado con la Fiscalía General de la Republica en diciembre del 2019 su papel será de”…cooperación y asistencia técnica para fortalecer las capacidades de la Fiscalía en pro de combatir la impunidad y corrupción en la función pública. Dicha asistencia consistirá en asesoramiento, recomendaciones y transferencias de conocimientos especializados en casos concretos de corrupción por medio de capacitación y formación de los fiscales en el ejercicio de sus funciones…” (LPG. 10/12/2019).
A noviembre del 2019 la CICIES ya tenía en investigación casos de corrupción cometidos en los gobiernos del FMLN como la construcción de la presa hidroeléctrica El Chaparral, Sistema Integrado de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador (SITRAMSS), el uso de la llamada partida secreta y la asignación y uso de combustible en el transporte público de pasajeros, pero hasta el momento no se han visto más avances.
El turno ahora es para el gobierno de Bukele, la Fiscalía con ayuda de la CICIES investiga posibles actos de corrupción realizados en el contexto de la pandemia por el COVID-19 por funcionarios de su gobierno.
La CICIES deberá pasar su prueba de fuego debiendo aportar los elementos necesarios que permitan el castigo de quienes se enriquecen con los fondos del estado, o simplemente será otro instrumento más.
Mientras el pueblo sufría la pandemia otros hacían negocios
Son muchos los casos de corrupción señalados al gobierno de Bukele de los cuales varios han sido denunciados ante el Tribunal de Ética Gubernamental y la Fiscalía General de la República, casi todos fueron realizados en el contexto de la cuarentena por el COVID-19.
Lo anterior deja entrever que el actual gobierno está utilizando los fondos del Estado para sacar beneficio propio, mientras el Estado mismo continúa endeudándose, deuda que el pueblo trabajador deberá pagar. Queda claro que los enfrentamientos entre los Diputados y el Ejecutivo, son debido a que no han sido parte de dichos negocios al igual como lo hacían anteriormente.
Por un verdadero combate a la corrupción
Debemos exigir un verdadero combate a la corrupción, en donde además los funcionarios que han defalcado al Estado devuelvan lo robado. Debemos mostrar nuestra indignación y rechazo a la corrupción, venga de donde venga, no es posible que mientras el país se endeuda otros acumulen.
Un verdadero combate a la corrupción debe venir desde abajo, son las organizaciones de trabajadores, campesinos, y demás organizaciones populares quienes deben integrar una Comisión contra la corrupción y llamar a la más amplia lucha mediante métodos de lucha popular y movilización contra todos los corruptos. No debemos permitir que ningún funcionarios público independientemente el partido que sea continúe enriqueciéndose con los fondos del Estado.