Por: Alberto Castro
Desde que la criptomoneda digital bitcoin empezó gradualmente a caer finales de 2021, el bukelismo ha reducido la promoción de la publicidad masiva que había desarrollado alrededor de eso; en noviembre de 2022 el bitcoin descendió en un ritmo de 52 semanas a 15,000, para no dar su brazo a torcer Bukele en Twitter dijo que durante este lapso de baja El salvador compraría un bitcoin por día.
Esta moneda después de 9 meses volvió nuevamente a superar los 30,000 dólares, lo que en cierta medida vuelve alentar las expectativas al respecto, por tal motivo es importante separarse de la propaganda oficial que decora a esta criptomoneda como si fuese un regalo del cielo donde todo es positivo, pero con los resultados obtenidos solo podemos hablar de perdidas, sí, de pérdidas de fondos públicos utilizados irresponsablemente por el Gobierno de Bukele-GANA-NI.
Las oscilaciones internacionales y las perdidas nacionales
Cuando se ve a las criptomonedas resalta una característica, su volatilidad, entendiendo esto como la variación sobre la cotización que dichos activos producen en periodos de tiempo determinados. Bukele cuando hizo la publicidad previa a la legalización como curso legal, sin embargo, en ella no advirtió al pueblo salvadoreño sobre el riesgo que existe ante la inestabilidad de su precio. No obstante, las críticas externas lo hicieron, pero fueron diseminadas ante la enorme publicidad montada por su aparato propagandístico, sin oposición y sin rendición de cuentas claras Bukele ha comprado Bitcoins al nivel de apuestas. Según cálculos de analistas de riesgo, El Salvador ha comprado 2,546 bitcoins, a un precio de 108 millones de dólares, en este periodo de tiempo las oscilaciones se sitúan en dirección a la baja y no al alza, a propósito que su máxima la registró en noviembre de 2021 cuando alcanzó los $70,000, en la actualidad se cotiza, como se puede constatar a menos del 50% de aquel precio. De $108 millones El Salvador presenta una pérdida de $77 millones, lo que significa el 29% menos del precio que se pagó por cada unidad de bitcoin.
¿Está beneficiando al pueblo esta criptomoneda?
En un inicio se presentaba al bitcoin como una apuesta que atraería inversionistas, a través de la entrada como moneda de curso legal, se creía que resolvería los inconvenientes que la mayor parte de la población tiene en cuanto a las transacciones bancarias, al ser único requisito tener un teléfono smartphone para la instalación de la billetera digital CHIVO WALLET, que elimina cualquier obstáculo de acceso a la circulación de dinero y mercancías, siendo una alternativa para el envío remesas que constituyen el 20% de PIB pues sus transacciones son gratuitas, a pesar de eso solo el 2% del total de remesas han sido realizadas a través de Chivo Wallet. Otra de las proyecciones era el minado con energía geotérmica, dentro de la surrealista construcción del bicoincity que no es más que la visión de un paraíso fiscal, y como tal un paraíso para los bitcoiners a nivel mundial, pero la inversión extranjera no es la esperada. La veterinaria Chivo Pets fue creada y financiando a partir de préstamos y no por ganancias producidas por la venta de bitcoin, lo que esto tampoco es la mejor cara de este proyecto. Con las escasas regulaciones, el lavado de dinero y la corrupción se han favorecido de esta billetera digital.
Lo que se esperaba y lo que se tiene
El bitcoin era destinado principalmente para atraer inversionistas, por tal motivo todo el esfuerzo por mostrarse al mundo como un paraíso fiscal a los inversores de criptos, no estaba enfocado en favorecer a la mayor parte de la población en sí, sino que generalizar el uso del bitcoin a un nivel electrónico que equipare o supere al dólar, creando una atmosfera de seguridad al inversor y una imagen a nivel global del éxito de esta aventura. Nada de eso ha sido así. Como podemos constatar no hay ganancias para el país del bitcoin, al momento solo tenemos perdidas, tampoco la inversión extranjera amortigua los invertido. Lo más adecuado es que el Gobierno deje de invertir sin antes recuperar lo invertido, la testarudez de Bukele es bastante cara.